En la sesión inaugural de la nueva legislatura de Angola, el parlamento dejó de ser un club reservado para hombres.
La cantidad de diputadas elegidas para el actual periodo, que comenzó este martes, prácticamente triplica la surgida de los comicios de 1992. Pasó de 29 a 81, es decir 36 por ciento de los 220 escaños de la Asamblea Nacional.
Angola figura ahora, junto con Sudáfrica y Mozambique, entre los países de África meridional con mayor proporción de mujeres parlamentarias.
El oficialista Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), que obtuvo más de 81 por ciento de los votos, tiene 77 mujeres en su bloque de 191 legisladores. Su archirival, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que logró 10 por ciento de los sufragios, obtuvo 16 escaños, cuatro de ellos ocupados por mujeres.
Las elecciones del 5 de septiembre, segundas desde la independencia del país en 1975, han sido caracterizadas como un hito importante en el camino hacia la democracia, tras la sangrienta guerra de liberación contra Portugal y las siguientes tres décadas de conflicto interno.
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El nuevo papel de las mujeres fue subrayado por el nombramiento de una diputada del MPLA, Joana Lina Ramos Baptista, como vicepresidenta segunda del parlamento.
Existe la esperanza de que el mayor número de legisladoras, consecuencia de una ley que estableció una cuota de 30 por ciento en las listas de candidatos para las mujeres, tenga como resultado la adopción de leyes que tomen en cuenta la equidad y las necesidades de las familias.
Es un campo en el que hay mucho por hacer. La prolongada guerra civil dejó a millones de personas viviendo en condiciones de hacinamiento, especialmente en Luanda, la capital, sin agua potable y servicios sanitarios básicos.
Según la organización humanitaria británica Salvemos a los Niños, Angola es el sexto lugar más riesgoso del mundo para el nacimiento de un bebé. Menos de 25 por ciento de los partos son atendidos por personal calificado.
La mortalidad materna es alta, con 1.400 muertes por cada 100.000 nacimientos, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Uno de cada cuatro niños muere antes de los cinco años de edad. Esta tasa es la segunda del mundo.
Aunque los ciudadanos comunes sufren graves privaciones, la economía angoleña es una de las que más rápido crece en el mundo, con sectores pujantes como el petrolero, la construcción y la minería de diamantes.
Luzia Ingles Van-Dúnem, diputada del MPLA y líder de la rama femenina del partido, dijo a IPS que como suele responsabilizarse a las mujeres del bienestar de sus familias, tienen puntos de vista y necesidades diferentes a la de los hombres.
Angola debe recorrer todavía un trecho importante para contar con 50 por ciento de legisladoras para 2015, un objetivo fijado por la Comunidad de Desarrollo de África Meridional, aunque se encuentra en camino.
"Es posible alcanzarla. Existe la actitud mental y la voluntad de hacerlo. Con elecciones cada cuatro años creo que podremos lograrlo", dijo Ingles.
Pero Sizaltina Cutaia, de la no gubernamental Sociedad Abierta, cree que las metas numéricas pueden estar vacías de contenido y no generar ningún cambio significativo.
"Elegir legisladoras es una cosa, pero luego ellas tendrán que luchar por los temas que les importan a las mujeres", advirtió.
La socióloga angoleña y experta en cuestiones de género Henda Ducados se mostró cauta. Señaló que las candidatas deben ser seleccionadas por su capacidad y experiencia, no sólo porque son mujeres.
Cutaia teme que la lealtad partidaria tenga más peso que la solidaridad de género. "La disciplina de bloque es muy fuerte. A la gente no le gusta ser vista desafiando esa tradición", advirtió.
Por otra parte, la abrumadora mayoría que obtuvo el MPLA podría reducir el espacio para un vigoroso debate, en una sociedad que pasó de la dominación colonial a un Estado de partido único y apenas conoció una brevísima experiencia democrática entre guerras civiles.
"Es difícil ser mujer en Angola", señaló Cutaia. "Hay que hablar más fuerte y hablar más para lograr la atención. Las mujeres tienen que estar más calificadas que los hombres para poder acceder a las mismas posiciones que ellos ocupan", agregó.
Pero "se trata de tiempos excitantes y las cosas están comenzando a cambiar. Sólo tenemos que seguir trabajando en el tema", concluyó.