Unos 2.600 millones de los pobres del mundo sufren a diario las consecuencias directas del cambio climático. Los vínculos entre ambiente, salud y pobreza ya no pueden dejarse de lado, según expertos de la ONU.
"Desarrollo y ambiente tienen que ir de la mano", dijo el martes el secretario general adjunto de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ad Melkert, cuando la Alianza Pobreza y Medio Ambiente (PEP, por sus siglas en inglés) se reunió para discutir la relación entre ambiente, cambio climático y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
La PEP es una red informal de agencias para el desarrollo y representantes de los estados miembro de la ONU.
"No hay manera de distinguir agendas. Invertir en manejo ambiental es un vínculo crucial y a menudo faltante para reducir la pobreza y mejorar la salud", afirmó Melkert.
Los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, definidos en 2000 por la Asamblea General de la ONU, incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre respecto de 1990, garantizar la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil y la materna.
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También combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el paludismo (malaria) y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, todo esto con 2015 como fecha límite.
Aunque el cambio climático "afecta a todos, tanto países industrializados como en desarrollo, los más pobres son los que más sufren", por su alta exposición a los efectos de este fenómeno y por su limitada capacidad para adaptarse, enfatizó Melkert.
"Éste es el desafío básico", dijo Richard Carey, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reúne entre su treintena de miembros a todas las del Norte industrializado.
La ronda de conversaciones de la PEP se celebró en vísperas de la evaluación de alto nivel sobre el cumplimiento de los Objetivos del Milenio encabezada por el secretario general Ban Ki-moon con jefes de Estado y de gobierno y representantes del sector privado.
"Los resultados de esta discusión se presentarán en la reunión de alto nivel", dijo Angela Cropper, subdirectora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Ubicar la lucha contra el cambio climático "en el centro" del debate sobre los Objetivos del Milenio ayudará a lograrlos, sostuvo.
Ban llamó a establecer un "liderazgo global" para abordar el cambio climático en su discurso ante la 63 sesión de la Asamblea General. "Urjo a los gobiernos de todos los estados miembro de la ONU a demostrar su liderazgo mundial" en la materia, dijo Ban.
Aunque los participantes en el debate de la PEP fueron muy optimistas sobre un cambio de actitud de Estados Unidos en materia de cambio climático, el presidente George W. Bush no mencionó el asunto en su discurso del lunes ante la Asamblea General.
"En los países industrializados, todos esperan que el problema no llegue a casa. Pero llegará. Todos lo saben. Incluso Estados Unidos se dio cuenta de que sufre más huracanes y desastres naturales", dijo a IPS el ministro de Educación de Tanzania, Jumanne Maghembe.
El viceprimer ministro de Papúa-Nueva Guinea, Puka Temu, añadió que Washington debería asumir un rol activo en relación a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. La próxima Conferencia sobre Cambio Climático se realizará a fines de 2009 en Copenhague.
De esta conferencia surgirán nuevas limitaciones de emisiones de gases de efecto invernadero luego de 2012, cuando expire el Protocolo de Kyoto.
"En este contexto, el apoyo de Estados Unidos es absolutamente necesario", dijo Temu a IPS.
De todos modos la sustentabilidad ambiental no logra la "atención mundial" que se merece. "Entre los ocho Objetivos del Milenio, el menor progreso fue el del objetivo número siete" sobre la sustentabilidad ambiental, destacó Cropper.
"Se movilizaron 700.000 millones de dólares muy rápidamente" para socorrer a Wall Street, pero "no se movilizó prácticamente ningún fondo para proteger el ambiente a fin de lograr los Objetivos del Milenio", señaló Temu.
Jonathan Lash, presidente del Instituto de Recursos Mundiales, con sede en Washington, lamentó que las cuestiones ambientales a menudo sean desatendidas durante las crisis financieras.
"El rescate es posible en Wall Street", pero no hay rescate para la naturaleza y el clima, dijo. "Tenemos que vivir con las consecuencias", agregó.
Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2007, más de 40 por ciento de las enfermedades atribuidas a factores ambientales recaen sobre menores de cinco años.
"Tres millones de niños y niñas mueren anualmente de enfermedades como diarrea, que son prevenibles", dijo Margaret Batty de la organización sin fines de lucro WaterAid.
"Si continuamos actuando del modo habitual, llegaremos 100 años tarde a cumplir el objetivo de saneamiento. ¿Quién quiere esperar tanto tiempo para ir al baño?", planteó Batty.
Por eso, "el tiempo para la acción es ahora" enfatizó Ban el lunes, cuando se reunió con los gigantes de la publicidad mundial para lanzar una asociación a fin de reducir las emisiones de gases invernadero.
Sólo los gobiernos nacionales fuertes pueden dar poder a las comunidades rurales para desarrollarse sin crear nuevos problemas como la deforestación, dijo Temu a IPS.
"Los donantes no deberían simplemente usar el sistema de un país" para llevar su asistencia a las poblaciones, sino que deberían "trabajar con países en desarrollo y asegurarse de que tengan su propia capacidad para administrar sus propios asuntos de modo exitoso, para crear estrategias de desarrollo en sus agendas", dijo Carey.
Esto ya está ocurriendo en algunos países, como Tanzania.
Además de implementar una nueva estrategia de reducción de la pobreza, el Ministerio de Ambiente de ese país aumentó su presupuesto anual de 400.000 dólares en 2006 a 3,2 millones de dólares hoy, "comunicando efectivamente la importancia del ambiente para el desarrollo y la economía", dijo Philip Dobie, director del Centro para la Pobreza y el Medio Ambiente
"Las amenazas del cambio climático son mucho más que amenazas ambientales. Amenazan cada aspecto de nuestras economías y cada aspecto del desarrollo", según Melkert.
"Los líderes mundiales deben reelaborar la teoría económica", dijo Temu, cuyo país es el tercero más forestado del mundo, con 87 por ciento de la población viviendo en áreas rurales y dependiendo fuertemente de los recursos naturales para subsistir.
Temu exigió un "amplio marco de trabajo para reducir las emisiones de carbono como primer paso", enfatizando que el "entorno natural debe ser visto como el motor para la creación de riqueza".