A través de las artes plásticas y la palabra escrita, veteranos estadounidenses de la guerra de Iraq transforman su traumática experiencia en un mensaje sanador y de resistencia a la aventura militar iniciada con la invasión de 2003.
"Si no hago nada, soy culpable. Si vivo de acuerdo con los ideales de la democracia, puedo ver que la guerra representa su fracaso", escribió el ex combatiente Drew Cameron, quien se volvió contra la ocupación militar de Iraq tras cumplir su servicio en el frente de guerra.
"No fue hasta que regresé y traté de poner punto final a mis experiencias en Iraq", señaló Cameron a IPS.
"Tomé conciencia de que habíamos destruido su infraestructura y que no estuvimos allí para ayudarlos. Descubrí que no se trataba de la libertad y la democracia. Y la forma en que nos manejamos, la forma en que brutalizamos a la gente, me volvió contra la ocupación", agregó.
"Nos entrenaron para librar batallas y ganarlas. Estaba en una unidad de artillería. Me prepararon para destruir. No estábamos allí para reconstruir nada o ayudar al pueblo iraquí", afirmó.
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Los textos de Cameron figuran entre los primeros de lo que se convertiría en el Proyecto de los Escritores Guerreros, que recurre a los talleres artísticos y la escritura sobre la base de la experiencia de los veteranos de Iraq para darla a conocer.
Otro objetivo es conectarlos entre ellos, creando un marco sanador y de resistencia a lo que los militares de su país les hicieron pasar.
"Los textos que surgen de los talleres se compilan en libros, representaciones y exhibiciones que ofrecen una visión de los corazones de quienes tuvieron una experiencia íntima y profunda con la guerra de Iraq", señala la declaración de propósitos del proyecto.
Los Escritores Guerreros también han organizado muestras de fotografías tomadas por sus miembros en Iraq y otras manifestaciones artísticas. En las exhibiciones, los veteranos leen parte de los libros y ponen en escena piezas que escribieron ese mismo día en los talleres.
Esta tarea es importante "para la catarsis y la reconciliación e incluso para que la gente conozca nuestra versión de la historia", afirmó Cameron.
Durante el tiempo que pasó en Iraq, Cameron estuvo apostado en Campo Anaconda, una base aérea al norte de Bagdad. Allí tenía acceso a televisión satelital y quedó asombrado por la forma en que los canales comerciales cubrían la invasión.
"Recuerdo que las historias que contaban eran muy diferentes a lo que nosotros veíamos en el terreno. Los informes de inteligencia sobre los ataques contra nosotros y la forma en que éramos golpeados jamás fueron noticia. Estuve bajo fuego de morteros durante siete días consecutivos, pero nada de esto apareció", señaló.
"La sociedad civil y la infraestructura de Iraq han sido totalmente devastadas. Debemos entender en qué situación se encuentra esa gente, tratando de sobrevivir día a día", agregó.
Cameron considera que los proyectos en que participa le muestran al público estadounidense la verdad sobre las acciones de su gobierno en Iraq.
Fue el cofundador de la República Popular del Papel, una fábrica que utiliza como insumo uniformes de soldados, junto con el artista Drew Matott, creador del Estudio Puerta Verde, con sede en Burlington, en el estado de Vermont.
Transformando sus uniformes en papel, los soldados recurren al arte para superar sus traumas, originados por la ocupación de Iraq. La idea es que esto funcione como un proceso de reconciliación por las experiencias vividas en la guerra.
"Se trata de crear un espacio para que los veteranos hablen entre ellos sobre lo que vivieron en Iraq", dijo Matott a IPS. "Mi energía está concentrada en ayudarlos a sanar. Convertir el uniforme en lo que uno quiera que sea es un acto profundamente transformador."
El ex combatiente John Michael Turner fue el segundo veterano que se sumó al proyecto, cuando todavía era parte del cuerpo de infantería de marina. "Cuando me enteré de su existencia tenía un baúl lleno de uniformes, así que pasé mi primera noche en Burlington convirtiéndolos en papel", recordó.
"Rompe el corazón ver que todavía hay gente que cree que debemos permanecer en Iraq. Lo único que deseo es que escuchen lo que tenemos para decir, que abran sus ojos y vean lo que se está haciendo allí", afirmó..
Según Turner, "en lugar de transferir las experiencias por las que pasé, mis frustraciones y mi ira a otra persona, lo hago con mis uniformes, mis escritos y mis dibujos. Cuando alguien lee uno de mis poemas puede ver a través de mis ojos".
Cameron considera que "la ira y las frustraciones se canalizan en mi escritura. Esto produce una transición hacia una reflexión y contemplación más profundas sobre cómo encaramos la relación cultural con el militarismo en nuestra sociedad. Lo llevamos en nuestro subconsciente y debemos extirparlo de raíz".
Esta actividad es fundamental, enfatizó Turner. "Todos los veteranos tenemos que trabajar juntos y ayudarnos, o nos autodestruiremos", afirmó.