ECONOMÍA-SUDÁFRICA: Todos renuncian para que todo siga igual

Minutos después de conocerse este martes la renuncia del ministro de Finanzas de Sudáfrica, Trevor Manuel, el rand se depreció 20 centavos frente al dólar en menos de una hora.

La moneda nacional se recuperó un poco cuando Manuel anunció que estaba disponible para ocupar cargos en el próximo gobierno.

Manuel presidió una comisión de desarrollo del Banco Mundial y acaba de ser designado para otra del Fondo Monetario Internacional (FMI) que investigará los mecanismos de toma de decisiones de esa institución multilateral de crédito.

Los cambios en el gabinete siguen a la decisión del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA) de pedir la "retirada" al presidente Thabo Mbeki, quien presentó el pedido de renuncia el domingo, la cual fue aceptada este martes por la Asamblea Nacional (parlamento).

Este martes también presentaron su renuncia otros 14 integrantes del Poder Ejecutivo, incluido el viceministro de Finanzas, Jabu Moleketi.

Los principales medios de comunicación sudafricanos señalaron que la renuncia de Manuel era una mala noticia, porque los inversores internacionales y los mercados financieros "confiaban" en él.

Este país puede llegar a padecer un sostenido declive económico a largo plazo si se designa a la persona equivocada para ese cargo, según el economista Mike Schussler.

Pero el profesor Patrick Bond, economista y director del Centro para la Sociedad Civil, de la Universidad de KwaZulu Natal, con sede en Durban, no se lamentó de la renuncia de Manuel.

A diferencia de lo que muchos especialistas sostienen en la prensa, Bond dijo a IPS que "Manuel y el jefe del Banco de la Reserva de Sudáfrica, Tito Mboweni, fueron responsables de la gran inestabilidad económica".

"Hay demasiada gente que cree que Mbeki deja tras de sí un legado económico exitoso. Pero en realidad, la gente está mucho peor que antes de que ellos llegarán al poder. El país tiene el segundo mayor déficit del mundo a causa de la liberalización comercial y el fin de muchos controles sobre el tipo de cambio", sostuvo.

"La moneda tuvo cinco caídas estrepitosas desde 1996. El desempleo se duplicó y el país conoció las mayores tasas de intereses de su historia. Hubo polémicas privatizaciones. Las políticas afines con Washington adoptadas por esta gente deben ser revertidas", subrayó.

"Independientemente de que Manuel vuelva, su partida y la de muchos de sus socios, como la vicepresidenta Phumzile Mlambo-Ngcuka, el ministro de Empresas Públicas Alec Erwin y el viceministro de Finanzas, Jabu Moleketi, puede llegar a tener un gran impacto en el equilibrio ideológico de fuerzas", apuntó.

"A diferencia de lo que muchas personas dicen de que el gobierno y la economía están en crisis por la partida de importantes personalidades y la caída del mercado de valores en algunos puntos porcentuales, muchas más de la sociedad civil celebrarán la oportunidad de escuchar nuevas voces acerca de la democracia económica, una sociedad más generosa y un ambiente saludable", arguyó Bond.

"Muchos de los que renunciaron coartaron a esas nuevas voces a fin de actuar en sintonía con el Consenso de Washington. Despreciaron profundamente a los sindicatos y a los movimientos sociales y no se van a extrañar", concluyó.

El Consenso de Washington es un paquete de políticas neoliberales impuestas a los países en desarrollo por los organismos multilaterales de crédito con sede en la capital estadounidense, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a través de programas de ajuste estructural, que incluyeron liberalización y desregulación.

Hubo signos claros de que el CNA estaba descontento con las políticas económicas implementadas por Mbeki, según el sociólogo Ashwin Desai, del Centro de Investigación Sociológica de la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo.

"Hubo un aumento en las críticas lanzadas desde la izquierda acerca de que las políticas económicas no cumplieron sus propios objetivos" respecto de la política macroeconómica de Crecimiento, Empleo y Redistribución (GEAR, por sus siglas en inglés), adoptada a instancias de Mbeki y Manuel.

"Mbeki hizo promesas de creación de empleo y reducción de la pobreza que no fueron cumplidas. El aumento de salarios desde 1996 fue consistentemente más bajo que el del costo de vida. Los ministros quedaron atrapados en el GEAR", señaló.

"Con sangre nueva en el gabinete es posible que se repiensen los grandes proyectos que no llegaron a cumplir las expectativas de los pobres", arguyó Desai.

Pero al sociólogo también le preocupa el futuro.

El presidente del CNA, Jacob Zuma, "dijo que las políticas económicas no cambiarán. No puedes criticar las políticas implementadas por Mbeki y no estar dispuesto a cambiarlas. Es un doble discurso", remarcó Desai.

"Sin embargo, me parece bien que el CNA haya tenido el valor de actuar rápido contra Mbeki luego de que el juez Chris Nicholson insinuara que interfirió en un caso de corrupción contra Zuma. El hecho de que una persona tan poderosa como Mbeki pueda ser removida de su cargo es un signo positivo de que la democracia funciona", sostuvo.

Desai se refería a las conclusiones del tribunal, vinculadas a que Mbeki interferió en el proceso, que desestimó el caso de corrupción contra Zuma.

"Muchas lágrimas se derramarán y muchos corazones se romperán cuando el próximo líder no pueda cumplir sus promesas", expresó Bond.

"Si el equipo de Zuma cambia las políticas macro y micro económicas, en especial si vuelve más asequibles servicios como agua, electricidad, educación, atención médica, vivienda y tierra mediante subsidios más generosos, entonces el motivo de muchas protestas sociales desaparecerá", indicó.

"Pero si en cambio, como me temo, todo sigue igual en un contexto de convulsión internacional y local, vamos a tener un gran sacudón", añadió.

Desai describió el legado de Mbeki como de "cáliz envenenado".

"Los nuevos dirigentes heredan un marco económico que no les deja mucho margen de maniobra. La esperada creación de empleo y la entrega de viviendas pueden no concretarse. La realidad económica de esta situación nos golpeará en los próximos seis a siete meses, cuando la gente se dé cuenta de que las promesas fueron incumplidas".

No hay razón para que los nuevos dirigentes no cumplan con las expectativas de la gente, señaló Patrick Craven, portavoz del Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu), aliado de Zuma.

"El fracaso de Mbeki responde, en parte, a su enfoque vertical. No habilitó negociaciones con el Partido Comunista Sudafricano, ni con el Cosatu ni tampoco dentro del propio CNA", sostuvo.

"Simplemente llevó adelante sus políticas lo que desembocó en muchos errores económicos, como las repetidas subas de las tasas de interés que tuvieron un impacto devastador en la economía. Pero existen muy buenas iniciativas de creación de empleo y políticas económicas que pueden desarrollarse a fin de contribuir a cumplir los objetivos", añadió Craven.

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