CAMBIO CLIMÁTICO: Se avecina ola de refugiados en Oceanía

Cuando ya se sienten los efectos del recalentamiento planetario en las pequeñas naciones insulares de Oceanía, activistas urgen a Australia y a Nueva Zelandia a que se preparen para recibir a los llamados «refugiados del cambio climático».

"En Tuvalu y en Kribas ya comenzamos a ver efectos de las mareas y de las tormentas en la costa, pero sobre todo en las cosechas", dijo Damien Lawson, coordinador de justicia climática en la oficina australiana de la organización ambientalista Amigos de la Tierra.

"Los habitantes de las islas no sólo van a ser afectados cuando el mar cubra su tierra: ya están siendo afectados por el agua que los invade en forma subterránea y que tiene un impacto en su capacidad de cultivar las tierras", añadió.

El recalentamiento planetario es considerado uno de los principales factores del aumento en el nivel del mar. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), de la Organización de las Naciones Unidas, prevé que éste crecerá entre 18 y 59 centímetros para fines de este siglo.

Por tanto, los habitantes de las naciones insulares del océano Pacífico están entre los más vulnerables.
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Un informe divulgado en julio por Make Poverty History (Convirtamos la Pobreza en Historia), coalición de más de 60 organizaciones humanitarias, religiosas y de base, incluyendo a Amigos de la Tierra, señaló que dos aldeas en el archipiélago de Kiribati ya han sido abandonadas por sus habitantes a causa del cambio climático.

Además, unas 2.000 personas de las Islas Carteret, de Papúa Nueva Guinea, —que están desapareciendo bajo las olas—, se preparan para ser evacuadas a Bougainville, unos 86 kilómetros al sudoeste. Estos son considerados unos de los primeros "refugiados del cambio climático".

Ya que se espera que más habitantes de las islas se vean forzados a abandonar sus hogares, aumentan los llamados a Australia y a Nueva Zelandia para que se preparen a recibir inmigrantes.

En vísperas de la cumbre del Foro de Islas del Pacífico, celebrada el 19 y el 20 de agosto en la isla de Niue, representantes de más de 100 organizaciones no gubernamentales de la región divulgaron una carta abierta dirigida a los primeros ministros Kevin Rudd, de Australia, y Helen Clark, de Nueva Zelandia.

"Celebramos el reconocimiento al problema que afronta el Pacífico, así como las expresiones de voluntad para ayudar, pero ahora es tiempo de actuar. Por tanto, llamamos a los gobiernos australiano y neocelandés a que reconozcan la urgencia que supone el cambio climático y la particular amenaza que implica para los pueblos del Pacífico", señalaron los activistas en la misiva.

Entre las acciones pedidas por las organizaciones, que también hicieron un llamado a reducir las emisiones de dióxido de carbono, principales causantes del recalentamiento planetario, es que Australia y Nueva Zelandia pongan en práctica un plan para atender a los refugiados.

"El primer objetivo debe ser la mitigación, y luego la adaptación en el Pacífico y el reasentamiento (de refugiados)", dijo Lawson.

Las organizaciones también quieren que las dos naciones más grandes de la región aumenten sus cuotas a la inmigración.

Lawson dijo a IPS que poner en práctica ahora un plan para afrontar el previsto aumento de refugiados será sumamente beneficioso y evitará inconvenientes en el futuro.

"Parte de lo que estamos diciendo es que, si Australia y Nueva Zelandia aumentan nuestra (cuota de) inmigración del Pacífico, podremos crear tanto un espacio de recursos como un puente cultural para el gran número de personas que podrían refugiarse en esos países en el futuro", indicó.

Lawson arguyó que las dos naciones son las más equipadas de la región para permitir ese reasentamiento. "Australia y Nueva Zelandia son dos de los países más ricos del mundo, así que tienen la capacidad para asistir a nuestras naciones, con mucho menos recursos", añadió.

Pero la capacidad para ayudar no es el único criterio para definir los compromisos en la región, según el activista de Amigos de la Tierra.

"Tanto Australia como Nueva Zelandia tienen una gran cantidad de emisiones de carbono por habitante. Son parte de los países industrializados con mayor responsabilidad por el cambio climático", indicó Lawson.

Aunque las dos naciones son responsables por alrededor de 1,3 por ciento de las liberaciones mundiales de dióxido de carbono (Australia 1,2 por ciento y Nueva Zelandia apenas 0,1 por ciento), sus tasas de emisiones por habitante de gases invernadero son de las más altas.

La Oficina Australiana de Efecto Invernadero informó que ese país emite más gases contaminantes por persona que cualquier otro, mientras que la organización ambientalista Greenpeace ubica a Nueva Zelandia entre los 12 países con más emisiones por habitante.

Lawson sostuvo que esto obliga a Australia y a Nueva Zelandia a actuar, sobre todo considerando que las islas más pequeñas y por tanto más afectadas liberan mucho menos gases invernadero.

Las naciones insulares del Pacífico "tienen muy escasas emisiones. A pesar de ser los pueblos más afectados por el cambio climático, son los menos responsables de él", agregó. Lawson destacó el hecho de que la última cumbre del Foro de Islas del Pacífico se haya concentrado en el tema del cambio climático, pues de esa forma se subrayó la vulnerabilidad de estos países ante el problema.

"Nos quedamos muy contentos de que de esa conferencia emergiera una fuerte declaración sobre la importancia de la mitigación por parte de los países industrializados, y también de que se haya reconocido la importancia de poner en práctica una amplia gama de estrategias conjuntas con Australia, Nueva Zelandia y las islas del Pacífico", afirmó.

Los líderes del Foro, incluyendo a Rudd y a Clark, divulgaron entonces su primera declaración sobre el recalentamiento planetario, reconociendo "los graves impactos actuales y la creciente amenaza que significa el cambio climático a la economía, la sociedad, la cultura, el bienestar ambiental y la seguridad de los países insulares del Pacífico".

A pesar de este reconocimiento y de la declarada intención de hacer más para afrontar los problemas asociados, Australia y de Nueva Zelandia aún mantienen silencio sobre el pedido de aumentar la cuota para los inmigrantes.

Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales insisten.

"Los gobiernos australiano y neocelandés son muy renuentes a explícitamente reconocer esa responsabilidad, pero ciertamente es por eso que estamos haciendo la campaña", subrayó Lawson.

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