NACIONES UNIDAS: Renovación podría alterar rutinas

Muchos temen que cuando la ONU comience el año próximo una remodelación por 1.800 millones de dólares de su sede de 39 pisos, la reubicación de los casi 4.000 funcionarios del sexagenario edificio altere el trabajo del foro mundial.

"Aparte de ser una pesadilla logística, la principal preocupación que tienen muchos es cómo todas estas importantes y planificadas puestas a punto del edificio impactarán en el trabajo sustancial del organismo mundial, particularmente su agenda de reformas y los Objetivos de Desarrollo del Milenio", dijo el embajador Anwarul K. Chowdhury, ex subsecretario general y alto representante de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Esos Objetivos, definidos en 2000 por la Asamblea General, incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre (en relación a 1990), garantizar la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil y la materna.

Y también combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la malaria y otras enfermedades, asegurar la sostenibilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, todo esto con 2015 como fecha límite.

La renovación es parte de un ambicioso proyecto llamado Capital Master Plan, que aspira a modernizar un edificio construido entre 1948 y 1950 y que no ha cumplido con las regulaciones de seguridad y prevención de incendios de la ciudad de Nueva York.
[related_articles]
Todo el edificio de la secretaría será vaciado y destruido, a partir de comienzos del próximo año, y el personal será reubicado en oficinas alquiladas en la misma zona donde está la actual sede de la ONU.

Un edificio restaurado a nuevo —"contemporáneo, seguro, eficiente y ambientalmente sano"— tiene prevista su apertura para 2013.

La Asamblea General, el Consejo de Seguridad y la oficina del secretario general, sin embargo, serán alojadas en edificios provisionales en el North Lawn, dentro del predio de la ONU.

El cuerpo de prensa será reubicado en un edificio adyacente, donde ahora funciona la biblioteca de la institución multilateral.

"Con considerable alteración anticipada de incluso el trabajo normal del personal, que será alojado en varios espacios rotativos, el muy necesario liderazgo de la sede se verá seriamente restringido a medida que se acerca 2015, el año fijado para cumplir los Objetivos del Milenio", dijo Chowdhury a IPS.

"¿Puede usted imaginarse cómo una organización con más de 4.000 funcionarios desparramados por toda la ciudad podría manejar de modo efectivo, incluso parcial, su responsabilidad de alto perfil para lograr estos Objetivos?", preguntó.

Además, otra víctima del "caos de renovación" será la agenda de reformas de la organización, que ya se ha enlentecido, dijo.

James Paul, director ejecutivo del Global Policy Forum, una de las organizaciones no gubernamentales más activas, con sede en Nueva York, declaró a IPS: "No conozco los detalles de la renovación y cómo se realizará, pero tengo la impresión de que será un gran dolor de cabeza para todos, incluyendo, por supuesto, a las organizaciones no gubernamentales".

"Esto es principalmente no por mala planificación por parte de la ONU, según entiendo, sino porque hay una enorme cantidad de trabajo de construcción por hacer, y es trabajo que ha sido postergado por mucho tiempo", agregó.

Paul dijo que las demoras y las barreras impuestas por el gobierno federal de Estados Unidos, el estado y la ciudad de Nueva York han complicado mucho este proceso y lo han vuelto mucho más costoso, pero aseguró que no había manera de evitar estos inconvenientes.

Michael Adlerstein, director ejecutivo del proyecto, dijo el año pasado a la prensa que el Capital Master Plan se aseguraría de que la renovación fuera "un modelo de construcción ambientalmente sustentable".

Señaló que las medidas ecológicas todavía estaban avanzando, pero el concepto general era reducir por lo menos 40 por ciento el consumo de energía, creando una mejor cobertura en torno al edificio y creando sistemas mejores para generar calor y luz.

Adlerstein también destacó que la eliminación del asbesto —considerado mortal para el personal— se haría de modo totalmente seguro, dado que los funcionarios no estarán en el mismo edificio. El edificio estará vacante durante las obras.

El nuevo complejo tendrá una variedad de fuentes energéticas y habrá generadores de respaldo para emergencias e instalaciones de seguridad. Actualmente, la factura básica de energía para el complejo es de unos 13 millones de dólares anuales, agregó.

Adlerstein dijo que la seguridad jugó un rol importante en la consideración de renovaciones de los edificios.

"El proyecto cumplió con un nivel de consideración para explosiones que volverá al edificio muy seguro", añadió. Adlerstein trabaja de cerca con el gobierno de la ciudad de Nueva York y el de Estados Unidos en muchos aspectos de seguridad.

Chowdhury dijo a IPS que, dado que se señala que el edificio de la ONU viola casi todos los códigos actuales de construcción, desde hace tiempo hace falta una renovación.

"Es bueno que el trabajo real para eso haya comenzado ahora. Espero que el llamado Capital Master Plan pueda mantener su marco de tiempo para completar las obras dentro de los próximos cinco años", expresó.

El año fijado como plazo final se adelantó, de 2015 a 2013, a fin de no coincidir con el de los Objetivos del Milenio, explicó Chowdhury. "Pienso que eso es poco práctico y poco realista", sostuvo.

Consultado sobre por qué el gobierno del estado y la ciudad de Nueva York rechazaron el pedido de tierra en un parque adyacente, Chowdhury dijo que todos estos problemas se habrían minimizado si la ciudad y el estado anfitriones hubieran permitido la construcción de un edificio planeado para ese parque como espacio dedicado al ocio y, consecuentemente, para espacio permanente adicional para la ONU.

"Pero desafortunadamente ese rechazo ocurrió cuando la ONU se echaba atrás del escándalo de (el programa) Petróleo por Alimentos (en Iraq) y mientras las relaciones de la ONU con los legisladores del estado de Nueva York estaban en su punto más bajo", agregó.

Como resultado, ni el estado ni la ciudad de Nueva York fueron receptivos a la idea de un nuevo edificio en el parque lindero.

Otra preocupación, mencionó Chowdhury, son las condiciones laborales alteradas —particularmente los problemas de acceso— para las organizaciones no gubernamentales y los medios, que son socios esenciales en el trabajo diario de la ONU.

Sin un sistema de apoyo que facilite su trabajo durante la renovación, estas entidades se verán perjudicadas, con implicaciones negativas para el trabajo del foro mundial.

"Puede ser que los críticos digan que la alteración del trabajo de la ONU no sería notado en absoluto, dada la agenda minimalista que ahora se persigue", agregó Chowdhury.

Aunque coincidió con Chowdhury en el acceso a las organizaciones no gubernamentales, Paul dijo que aquellas a las que les guste entretenerse con conferencias de prensa semanales y salir con sus amigos por los corredores de la ONU serán los más afectados.

Por otro lado, agregó, las organizaciones más activas, más profesionales y que hacen la mayor parte del trabajo de cabildeo, se aguantarán.

"Ellas se abrirán camino en la confusión. Hallarán a las misiones de la ONU todavía abiertas para los negocios en el mismo lugar. Las recepciones no serán menos. Se podrá hallar al personal de la secretaría para interactuar con él en algún nicho nuevo y provisional en el vecindario, y la vida continuará", añadió Paul.

Con todo el "caos de la construcción (…) esperemos que haya una leve nueva inclinación en Washington que signifique un poco más de espacio para la cooperación internacional y el diálogo multilateral", planteó.

"Cualquier cambio en ese sentido, por menor que sea, volverá la renovación mucho más tolerable", concluyó.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe