La perplejidad aumenta en China con cada nueva medalla que acumula en los Juegos Olímpicos, que ya están en sus tramos finales. Había expectativas respecto del desempeño de los atletas de la nación anfitriona, pero la abundancia de triunfos sorprendió a su población, normalmente escéptica.
"No esperábamos ir ganando", admitió el guardia de seguridad Tang Guorong, mientra movía la cabeza incrédulo. "No tenemos todavía una fuerza nacional y los físicos de nuestros atletas no son tan buenos como los de los estadounidenses. Lo máximo que esperaba era salir segundos detrás de Estados Unidos", agregó.
Pero China llevó su capacidad deportiva al límite y al finalizar las pruebas de este jueves ya sumó 46 preseas de oro, mientras sigue de cerca desde el segundo lugar en el medallero general, con 83, a Estados Unidos, que lidera con 95. Los juegos finalizarán este domingo.
Con cada oro obtenido y cada pabellón nacional izado en las ceremonias de premiación, la euforia de los chinos se acrecienta.
El fastidio olímpico que acaparó a muchos capitalinos, molestos por las restricciones en la circulación vehicular y las normas de seguridad previas al inicio del torneo, desapareció.
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En autobuses, bares, restaurantes y oficinas, el tema de conversación es la destreza deportiva de sus connacionales. A paso lento, pero seguro, las expectativas aumentan y ahora, hasta los más incrédulos se permiten soñar con encabezar el medallero.
"Mira todas las medallas obtenidas por China, que nunca antes se había destacado", señaló Steven Yang, vendedor de publicidad. "Ganamos oros en natación, tiro con arco, vallas y ¡hasta vela! Desde luego debe significar un avance deportivo general y no sólo un logro temporal", apuntó.
En los últimos tres torneos olímpicos, Estados Unidos se impuso en medallas de oro y lideró el medallero general. Pero esta vez, en lo que respecta a las preseas doradas, China viene recuperando el tiempo perdido.
En Atenas 2004, China quedó a cuatro medallas de oro de distancia de Estados Unidos, quien resultó el ganador con 36.
La fiebre del oro obedeció a un "ambiente social abierto y plural", según un editorial del periódico publicado en inglés China Daily, propiciado por las reformas económicas de los últimos 30 años.
"La mayor cantidad de medallas de oro obtenidas por los atletas chinos en varias disciplinas se debe a que más jóvenes se mostraron interesados por deportes en los que no habían tenido la posibilidad de participar antes", señaló.
Mientras, los organizadores de los XXIX Juegos Olímpicos trataron de minimizar el significado de la abundancia de medallas de oro.
"Es una muy buena actuación, pero todavía está lejos de ser excepcional", declaró Wei Jizhong, integrante del Comité Olímpico de Beijing. "Si China quiere convertirse en una verdadera potencia deportiva, necesitamos grandes avances sostenidos en disciplinas que no son nuestra especialidad", explicó.
Aun el sorpresivo retiro de la estrella china en la carrera de 100 metros vallas, y gran esperanza para obtener un oro en atletismo, Liu Xiang, no logró desmoralizar el dulce anticipo del triunfo olímpico.
Las revelaciones acerca de la enorme presión sufrida por Liu antes de los juegos hicieron que el avance de los atletas chinos hacia la victoria pareciera aun más imponente a los ojos de muchos.
"Lo siento mucho por él", señaló Guo Tian, una joven que concurrió a unas de las carreras de 110 metros esta semana. "Su contratiempo hizo que me diera cuenta que competir por tu país es mucho más difícil que sólo defender tu propia marca. La presión parece insostenible", resaltó.
Liu sorprendió a los fanáticos al retirarse de la competencia el lunes por una lesión en su pie.
El sorpresivo abandono "hizo pedazos los sueños de miles de millones de personas", según China Daily.
El joven de 25 años se convirtió en héroe nacional en Atenas 2004 al ganar la primera medalla de oro de China en atletismo en la carrera de 110 metros vallas. Los últimos cuatro años de bombo publicitario y admiración nacional lo transformaron en una de las figuras deportivas más queridas del país.
Por ello causó gran impresión cuando Liu reconoció haber sufrido una enorme presión como héroe deportivo.
"A medida que obtenía más y más títulos y cada vez más gente me prestaba atención y me apoyaba, tuve que soportar una presión mucho mayor", confesó en una carta a sus fanáticos divulgada en el sitio de Internet del equipo chino.
"Me cuesta salir y divertirme con amigos como hacen todos los jóvenes de mi edad, siento todo el tiempo el peso de las expectativas de todo el país", señaló.
Varias semanas antes del inicio de los Juegos Olímpicos, el 8 de este mes, el entrenador del deportista dejó entrever la presión que ejercen las autoridades sobre los atletas.
"Funcionarios de la estatal Administración General de Deportes nos dijeron una vez que si Liu no lograba obtener otra medalla de oro en Beijing todos sus logros anteriores no significarían nada", declaró al China Daily.
La organización deportiva de China suele ser criticada por sus rutinas despiadadas de entrenamiento y sus desplazamientos masivos, por los cuales niños y niñas talentosos son separados de sus padres en edades tempranas y entrenados en centros de elite con el objetivo de lograr títulos deportivos para el país.
Pero Wei Jizhong arguyó que el dolor por el que pasan los atletas chinos es necesario.
"China no llegó a un nivel de desarrollo deportivo en que pueda permitirse entrenar a todos los niños. Tenemos que seleccionar a los mejores para representar al país", explicó.
Dada su enorme reserva humana, la gloria deportiva alcanzada por China quizá no sea tan sorprendente después de todo.
"Si China le gana a Estados Unidos en el medallero, será porque tiene mayor cantidad de habitantes", reconoció Tang.