DESARROLLO: Agua, combustible y alimentos, crisis enredadas

«El espectro de una crisis que envuelva a los alimentos, el combustible y el agua» asedia a la mayoría de las naciones en desarrollo, advirtió Lars Thunell, vicepresidente ejecutivo de la Corporación Financiera Internacional, dependiente del Banco Mundial.

"Creo que estamos en un punto de inflexión", señaló. La escasez de agua plantea una amenaza al suministro alimentario justo cuando el sector agrícola intensifica la producción, en respuesta a los disturbios por el encarecimiento de los alimentos y el aumento del hambre y la malnutrición.

En el cierre de la Conferencia Internacional del Agua de Estocolmo, este viernes, Thunell dijo que la creciente demanda de agua está superando a la oferta.

Se espera que la población mundial, de unos 6.000 millones de habitantes, aumente a alrededor de 9.000 millones para 2050, con más de 60 por ciento viviendo en megaciudades.

"Como el consumo de agua aumenta donde hay desarrollo y estilos de vida mejorados, podemos esperar demandas incluso mayores de agua dulce", dijo Thunell.
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La agricultura, sector que hace un uso intensivo del líquido, se está expandiendo, y la industrialización y la producción energética están guiando la demanda, agregó.

La conferencia, a la que asistieron unos 2.400 expertos y funcionarios gubernamentales, terminó con una ominosa advertencia: que el agua y el saneamiento se enredan en las raíces de las crisis alimentaria, energética y climática.

El Instituto Internacional del Agua de Estocolmo dijo que el lento avance en materia de saneamiento hará que el mundo fracase en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio.

Al mismo tiempo, una política débil, una mala administración, un derroche cada vez mayor y el estallido de las demandas hídricas empujarán al planeta hacia el punto de inflexión de una crisis mundial del agua.

Los Objetivos de Desarrollo, definidos en 2000 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre (en relación a 1990), garantizar la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil y la materna.

También contemplan combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, todo esto con 2015 como fecha límite.

Según estimaciones de la ONU, unos 1.000 millones de personas en todo el mundo todavía carecen de acceso a agua potable, mientras que alrededor de 2.600 millones de personas carecen de un saneamiento adecuado.

El director general del Instituto Internacional del Manejo del Agua, Colin Chartres, dijo que las causas de la escasez hídrica son esencialmente idénticas a las de la crisis alimentaria.

"Hay factores serios y extremadamente preocupantes que indican que las fuentes de suministro de agua está cerca de agotarse en algunos países", expresó.

Chartres destacó que, según las estimaciones actuales, el mundo no tendrá suficiente agua para abastecerse en 40 años, "para cuando la actual crisis alimentaria puede convertirse en perpetua".

También manifestó que él y sus colegas científicos elevaron una bandera de advertencia: "si se quiere evitar consecuencias nefastas", se requieren inversiones significativas en investigación y desarrollo de infraestructura hídrica.

Thunell, de la Corporación Financiera Internacional, dijo que proveer agua limpia y servicios de saneamiento no sólo representa oportunidades de negocios, sino también de mejorar vidas.

Agregó que los inversores ven una oportunidad en el sector hídrico mundial, de 450.000 millones de dólares, donde las acciones tienen un fuerte desempeño en todo el mundo.

Algunas firmas privadas también ven al suministro de agua como un riesgo empresarial y lo afrontan como parte integral de su estrategia de manejo de riesgos.

"Creo que el momento es correcto. Podemos evitar una crisis como socios, trabajando juntos", dijo Thunell.

Añadió que la Corporación hará lo suyo invirtiendo en compañías que buscan oportunidades en la conservación y la calidad del agua, y fomentando asociaciones público-privadas en el sector hídrico.

Pero Patti Lynn, directora de campañas de Corporate Accountability International, tiene una posición diferente sobre el rol del sector privado.

"La crisis se origina en una confluencia de problemas, pero tal vez ningún factor es más insidioso y corregible que la privatización del recurso", dijo a IPS.

"Cuando el acceso de la gente al agua limpia para beber depende de los intereses económicos de un puñado de transnacionales, todos nosotros pagamos un recargo, y a causa de esto muchos de los pobres del mundo tienen sed", agregó.

Consultada sobre si la comunidad internacional cumplirá los Objetivos del Milenio relativos al agua y el saneamiento para 2015, respondió: "No, si no cambiamos el curso inmediato de acción".

El Banco Mundial necesita dejar de poner la privatización del agua como condición para sus préstamos, dijo.

"Si el Banco está verdaderamente interesado en aliviar la pobreza, sus condiciones deberían adoptar un punto de vista más a largo plazo", sostuvo.

Mantener el agua bajo control local, público y democrático es la manera más justa de asegurar el mayor grado de acceso al líquido para la mayor cantidad de gente, agregó Lynn.

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