ZIMBABWE: Sanciones chocan con oposición africana

Gobiernos africanos objetan las sanciones propuestas por Occidente al Consejo de Seguridad de la ONU contra el presidente Robert Mugabe y otros 11 altos funcionarios de Zimbabwe.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) procuran que el Consejo apruebe la resolución al respecto esta semana y por unanimidad. Pero, según diplomáticos africanos, las renovadas sanciones sólo aumentarán la tensión entre el gobierno de Mugabe y los de sus vecinos.

"No hay ninguna unanimidad al respecto en el Consejo", admitió el embajador de Gran Bretaña, John Sawers, luego de las deliberaciones del órgano de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre Zimbabwe el martes.

Londres "apoya el proyecto de resolución y quiere que se apruebe lo más pronto posible", afirmó Sawers.

El mismo día de la sesión del Consejo, la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos del mundo emitía una declaración en la que deploraba la violencia en Zimbabwe, apoyaba los esfuerzos de mediación y proponía reforzarlos con un enviado de la ONU.
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Se prevé que el Consejo vote el proyecto en algún momento de la semana. El embajador de Francia en la ONU, Jean-Maurice Ripert, dijo a la prensa el martes que los impulsores de la resolución se habían asegurado nueve votos.

Pero, aclaró, entre ellos no figura el de Rusia, que tiene poder de veto sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad (al igual que China, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña).

La delegación rusa, además, manifestó sus reservas sobre la propuesta.

El opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) obtuvo más votos que la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) en la primera ronda de las elecciones presidenciales, en marzo.

Pero el candidato del MDC, Morgan Tsvangirai, se retiró de la carrera una semana antes de la segunda vuelta, a causa de la creciente violencia política y el hostigamiento contra sus simpatizantes.

Mugabe asegura haber alcanzado 85 por ciento de los votos en la segunda vuelta, el 27 de junio.

El embajador de Sudáfrica en la ONU, Dumisani Kumalo, dijo en la sesión del martes que el Consejo de Seguridad debería apoyar las gestiones de mediación hacia una solución política.

"La UA dijo categóricamente que no se necesitan sanciones contra Zimbabwe. De hecho, varios jefes de Estado, incluido el presidente de la UA, se lo dijeron a los líderes del G-8 en la cumbre en Japón", sostuvo.

"Les dijimos que no se debían tomar medidas que complicaran la situación y que literalmente desmembraran al país", dijo Kumalo.

Las sanciones a considerar por el Consejo incluyen un embargo de armas y el congelamiento de los bienes personales de Mugabe y de otros 11 altos funcionarios de su gobierno.

Kumalo cuestionó que "la resolución afirme que la situación en Zimbabwe amenaza la paz y la seguridad internacionales", pues "la UA no cree eso, ni los jefes de Estado africanos que estuvieron en Toyako, Japón, ni los países vecinos".

Por otra parte, preguntó, "si el Consejo de Seguridad comienza a certificar elecciones, ¿cuándo se detendrá?".

El diplomático sudafricano también criticó el sesgo favorable al MDC del enfoque europeo sobre la crisis en Zimbabwe. "El presidente de la UA dijo abiertamente que quería ver" a Tsvangirai "como presidente de Zimbabwe", recordó.

"A Sudáfrica se le pidió facilitar la mediación junto con Angola. Ambos informamos a la UA que, a su vez, informó a la ONU", dijo Kumalo. "Los europeos insinuaron que necesitamos un nuevo mediador que vendrá a imponer su candidato al pueblo. Eso sólo crea problemas. Somos vecinos y sabemos con qué estamos tratando."

Por su parte, el embajador estadounidense Zalmay Khalilzad dijo que la intención de las sanciones es presionar a quienes "tienen los naipes, aquellos que deben cambiar su actitud para que haya avances".

"Apoyamos la mediación, pero ésta no ha sido efectiva hasta ahora. Ha pasado mucho tiempo. Por lo tanto, agregamos algunos elementos a la ecuación, como un mayor apoyo de la ONU, y por eso decimos que el secretario general debe designar a alguien", afirmó Khalilzad.

"La cuestión zimbabwense desafía al mundo", añadió la subsecretaria general Asha-Rose Migiro ante el Consejo. "Es el momento de la verdad para la democracia en África. Cuando se celebran elecciones en una atmósfera de temor y violencia, su resultado no tendrá legitimidad porque no estará construido sobre la voluntad del pueblo."

*Con aportes de Katie Vandever, desde Naciones Unidas.

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