Todo comenzó hace un cuarto de siglo, cuando un grupo de directores y actores organizó en un palco escénico al aire libre una discreta Fiesta del Teatro en una modesta localidad ubicada en la orilla sur del río Tajo, frente a Lisboa.
El ahora XXV Festival de Almada, que culminará este viernes, se ha afianzado junto a los de Avignon, en Francia, y Edimburgo, en Escocia, como uno de los tres encuentros internacionales de arte histriónico más importantes de Europa, en buena medida debido a la incansable obra del director de teatro Joaquim Benite, fundador y perseverante timonel del certamen.
Su relevancia se proyecta también hacia África y América Latina, porque, como explicó Benite a IPS, desde su inicio en 1984 en Almada se creó "un espacio de convivencia y de intercambio, generado por las compañías portuguesas y extranjeras, con un enriquecimiento cultural para todos los empeñados en el proyecto".
En toda su trayectoria como director de las 25 ediciones del festival, Benite ha tenido especial cuidado en fomentar la convivencia entre "espectáculos de compañías muy institucionalizadas, como por ejemplo este año el Berliner Ensemble, con grupos prácticamente desconocidos".
Las exigencias a los participantes, conocidos o desconocidos, experimentados o principiantes, son sólo dos: la calidad del espectáculo y una enorme pasión por el arte escénico. Algunos pequeños grupos inclusive se consagraron en Almada antes que en sus propios países, recuerda Benite.
[related_articles]
Cita el caso de la Compañía de Jaime Lorca (ex La Troppa) de Chile, quien tuvo gran éxito en 1998 con la obra "Viaje al centro de la tierra", de Julio Verne, y que este año fue convidado a repetir "Gulliver" en un espectáculo de honor, elegida la mejor obra presentada en el XXIV Festival de Almada de 2007.
"Pienso que un papel muy importante que deben jugar estos festivales con poco dinero es empezar por esa circunstancia para descubrir grupos con escasos medios de promoción", explicó al indicar que su presupuesto para esta edición es de 750.000 dólares.
Para un certamen de esta magnitud que desde el 4 de este mes reunió en Almada, ubicada a 12 kilómetros al sur de Lisboa, a 23 compañías teatrales de ocho países, "es una cifra muy pequeña, que debe ser reforzada con patrocinios privados".
En efecto, las drásticas reducciones impuestas por el gobierno del primer ministro socialista José Sócrates han afectado especialmente al sector de la cultura y es gracias a los patrocinios de empresas privadas, de teatros consagrados, de la Municipalidad de Almada, de la Casa de América Latina y de la Embajada de España, que el festival ha podido celebrar su 25 aniversario.
Con la ayuda del grupo financiero Esphera-Capital fue posible traer al Berliner Ensemble, el mítico teatro alemán fundado en 1949 por el dramaturgo Bertolt Brecht (1898-1956) y su mujer, Helene Weigel (1900-1971), para presentar "Peer Gynt", la obra épica del noruego Henrik Ibsen (1828-1906), reveló Benite.
Entre los participantes extranjeros esta vez, además de las compañías alemana y chilena, se cuentan el Teatro DDos, de Cuba, los grupos PAI y Nao DAmores, de España, Théâtre Dijon-Bourgogne, Théâtre des Halles, Compagnie ChatFoin y Compagnie Alain Ollivier, de Francia, Compagnia Scimone, de Italia, y Culturarte, de Mozambique.
Al evaluar los 25 años transcurridos, Benite no esconde su cansancio con la falta de apoyo, pese a la consagración internacional del encuentro. A los escenarios de Almada, ya subieron 250 directores de compañías extranjeras, 176 portugueses y casi 2.000 actores, que fueron creando un público estable con una vasta cultura de teatro. ¿Por qué la periférica Almada y no Lisboa u Oporto, la segunda ciudad del país?, pregunta IPS.
"La descentralización cultural es algo que está ocurriendo en toda Europa. Los grandes espectáculos hoy se hacen en las periferias, debido a la crisis que se vive, con el gran público amante de la cultura que vive en las cercanías de las grandes ciudades, lo cual causa que la descentralización cultural sea cada vez más una realidad", explica Benite.
Recuerda, además, que hace algunos años el actor británico Edward Fox dio un recital ante 600 personas que repletaban la sala, pese a que muchos de ellos no hablaban inglés.
Al finalizar la presentación "Fox me dijo que estaba muy sorprendido, que ni en Londres sería posible juntar tal cantidad de público, algo que fue muy gratificante", subrayó, para luego explicar que es "porque tenemos un público motivado, que vio centenares de espectáculos de los más variados creadores".
Estos espectadores "fueron ganando una cultura teatral muy marcada y sumamente difícil de encontrar en otros sitios, con lo que cumplimos uno de nuestros objetivos fijados desde los inicios del festival que es la formación de públicos", aseveró.
Un público que el martes ovacionó de pie y por varios minutos la puesta en escena de "La Casa Vieja", del Teatro DDos, un gesto que emocionó visiblemente a la actriz Deisy Sánchez y a los actores Jorge Fernández y Julio César Ramírez, este último director de la obra.
La actriz cubana comentó a IPS que "basta pisar por primera vez el Festival de Almada para ver que es una verdadera casa del teatro mundial. Hay que tener en cuenta que la gente de teatro somos unos eternos descontentos con los lugares, nunca nos sentimos cómodos, pero no aquí, donde me atrevería a decir que es nuestro hogar".
Ramírez fue más lejos. Para el director cubano, "éste es un festival de verdadero arte, esa utopía de los que defendemos el buen teatro y que nos sentimos realizados en el espacio de Almada, de encuentro verdadero, por el teatro y hacia el teatro".
Lo que Benite está haciendo "es muy serio, con un festival que crece cada vez más y que por sobre todas las cosas es un certamen vivo, al contrario de esos festivales muertos, de los cuales ya estamos agotados".
Es que en Almada "Benite ha logrado mantener vivo ese espíritu de proyectar hacia un vasto público el arte del buen teatro, algo que no ocurre en muchos festivales a los que uno va en América Latina y en otros lugares, donde uno se pregunta, bueno, ¿y esto para dónde va?, al contrario de este encuentro, que tiene muy claro hacia donde camina".
"Benite es un sabio del teatro, alguien que ve el teatro desde dentro, con una gran pasión y vocación", concluyó el director cubano.
En cambio, este director portugués, condecorado en mayo de 2007 por el gobierno de Francia como Caballero del Orden de las Artes y las Letras, a sus 64 años rechaza la idea de decir a muy largo plazo hacia donde va, porque "inexorablemente, la edad avanza y se piensa sólo en el próximo año. Ya pensaré en el siguiente".
Sin embargo, Benite concluye con optimismo sobre el futuro consolidado de la dimensión mundial del festival, "porque felizmente hay un conjunto de jóvenes que irán a continuar el trabajo".