SOCIEDAD-ALEMANIA: Permitido envejecer diferente

«Sin pasos atrás, sin mentiras, sin tener que esconderse». Así reza la presentación del primer y único hogar para ancianos especialmente dispuesto para homosexuales en Europa, ubicado en la capital alemana.

"Un lugar donde es natural que una mujer ame a otra mujer, o un hombre a otro hombre", y en el cual "nuestra historia de vida es aceptada, sin tener que dar explicaciones", agrega el texto de presentación del lugar.

El hogar "Haus Asta Nielsen", que comenzó a funcionar a comienzos de este año, cuenta con 18 habitaciones individuales y cinco dobles, destinadas a albergar a homosexuales mayores afectados de alguna enfermedad o necesitados de cuidados.

Es el caso de su primer residente, un hombre de algo más de 60 años, quien alterna obligados períodos de internación en una clínica con la permanencia en el hogar, al que llegó desde Holanda para estar cerca de su hermana residente en Berlín. Sin embargo, la orientación sexual no constituye un criterio de selección restrictivo. "No es necesario asumirse como gay o lesbiana para poder ingresar. Toda persona que comparta la idea de este lugar puede mudarse aquí", aclaró a IPS Kerstin Wecker, directora y fundadora del establecimiento. "La diferencia es que en los hogares tradicionales se presupone la heterosexualidad, (por lo que) gays y lesbianas no son respetados como tales, o tienen miedo de hablar abiertamente sobre su vida", continuó Wecker, ella misma lesbiana y enfermera de profesión.

Asimismo y para garantizar la necesaria sensibilidad para con la temática, el personal que realiza las tareas de cuidado y asistencia en el hogar también en su mayoría son homosexuales.

Críticos de la iniciativa la han tildado de gueto y de fomentar el aislamiento. Pero sus promotores lo descartan de plano.

"Primero, porque pueden alojarse personas que no son homosexuales y, además, porque el hecho de tener un lugar para proteger a una minoría que ha sido, y a menudo aún es, discriminada, creo que no tiene que ver con un gueto, indicó su fundadora.

"Es mejor estar con gente de características similares", evaluó sobre la iniciativa Christian, un homosexual germano-brasileño y residente en Berlín desde hace más de una década, al ser consultado por IPS.

"Si lo necesitara, me mudaría a este lugar, pero sólo si hay también otra gente que no es gay, si es "mezclado"… Y nada de programa de entretenimientos con películas para gays y esas cosas…", previno.

Con todo, los organizadores aguardan una gran demanda, y entienden que vienen a ofrecer una opción para una problemática de características específicas, como lo es por ejemplo el hecho de que, en general, los homosexuales no tienen hijos, por lo cual carecen de este apoyo generacional en su vejez.

Para el acceso al hogar, en tanto, rigen los mismos parámetros que en las instituciones tradicionales, de modo que, en caso de necesitarlo, el anciano o anciana puede solicitar la ayuda financiera del Estado para solventar los gastos de su ingreso al lugar.

Según se estima, cerca de 10 por ciento de los casi 3,5 millones de berlineses son homosexuales, lo cual representa el doble del promedio nacional.

Así, junto con la occidental ciudad de Colonia, la capital alemana presenta el mayor índice de homosexuales del país, y uno de los más altos de Europa.

Una situación que encuentra raíces incluso en la historia contemporánea. "En tiempos de la Guerra Fría, cuando Berlín estaba dividida, la parte oeste tenía un estatus especial, era una suerte de "isla", y en su territorio no regía el servicio militar obligatorio" como en el resto de la entonces Alemana occidental, indicó a IPS el historiador Heiko Rahms.

"Por esta razón miles de jóvenes, entre ellos muchos homosexuales, decidieron mudarse al entonces Berlín del oeste con el fin de evitar el servicio militar", completó Rahms.

En la actualidad, además, Berlín cuenta con un jefe de gobierno homosexual, el socialdemócrata Klaus Wowereit, quien justamente al admitir en 2001 de manera pública su condición experimentó un enorme crecimiento en su popularidad. "Soy homosexual, y está bien que sea así", dijo entonces y aun hoy se lo recuerda por aquella frase.

En tanto, con ocasión de la inauguración del hogar, Klaus Wowereit felicitó a los integrantes de la institución por "el coraje y la perseverancia" invertidos en un proyecto "contra la discriminación y el aislamiento, y a favor de la integración".

El hogar, creado en cooperación con la organización de bien público "Village" destinada a mejorar la situación de vida de gays y lesbianas mayores, pretende además contribuir a la concientización de la población en general respecto al tema, con seminarios, conferencias y cursos brindados en sus instalaciones.

De hecho hasta 1969, la homosexualidad era considerada ilegal y estaba castigada, de acuerdo con el artículo 175 del Código Penal: una realidad que debieron soportar a lo largo de décadas aquéllos para los que ahora se destina esta iniciativa.

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