La consigna del Día Mundial de la Población, «la planificación familiar es un derecho, hagámoslo realidad», suena hueco para miles de mujeres de Pakistán, que deben someterse a abortos voluntarios inseguros a causa de la ilegalidad.
Para colmo, la discusión sobre la interrupción voluntaria del embarazo se reduce a si está de acuerdo o no con las leyes del Islam. De todos modos, a pesar de la penalización de esa práctica, nunca nadie ha sido procesado por esa causa.
Veintinueve de cada 1.000 mujeres pakistaníes en edad reproductiva tratan de terminar con sus embarazos, por lo que se registran unos 890.000 abortos voluntarios cada año, según un estudio realizado en 2004 por la organización Consejo de Población de Pakistán.
Un estudio a pequeña escala conducido por la Comisión Nacional para la Salud Materna y Neonatal, en colaboración con la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Pakistán, constató en 2007 que la situación no había cambiado desde el informe de 2004.
Un 36,81 por ciento de los abortos son realizados por parteras tradicionales sin formación en técnicas médicas. "La paradoja es que se le brinda información a médicos, enfermeras y voluntarias de hospitales, nunca a las parteras tradicionales", dijo la ginecóloga Azra Ahsan, quien dirigió la investigación.
Los métodos más usados son los de dilatación y curetaje y la introducción de vegetales que absorben los fluidos. Ninguno de ésos figuran entre los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"El aborto en Pakistán es, en primera instancia, un método de planificación familiar", agregó Ahsan.
La alarma de activistas, médicos y técnicos del sistema de salud que son testigos de la muerte de muchas mujeres por complicaciones de sus embarazos o de sus abortos queda acallada por el debate religioso.
En Pakistán, la shariá (ley islámica) es fuente de derecho.
Muchos expertos en shariá, incluso liberales como Jalid Zaheer, aseguran que poner fin a un embarazo, incluso dentro de los 120 días posteriores a la concepción, es el "más grave de los pecados", a menos que la vida de la madre esté en peligro.
Pero otros expertos en derecho islámico en Pakistán y en India interpretan los "hadith" (dichos del profeta Mahoma) asegurando que el aborto voluntario dentro de ese plazo es admisible, pues tal intervención no está totalmente prohibida por la fe musulmana.
Mientras, Zaheer dice que no tiene una respuesta "simple y lineal" sobre el aborto, excepto que "no debe ser por razones triviales" como lo es, según él, la intención de limitar el tamaño de la familia.
Y es así que un dilema que muchas mujeres y sus médicos afrontan constantemente queda sin resolver.
"¿Qué debemos hacer cuando una mujer acude a nosotros para abortar y nosotros la mandamos de regreso a casa porque es ilegal, sabiendo muy bien que ella irá a una clínica clandestina a someterse a un procedimiento inseguro?", dijo un médico que trabaja en un hospital del Estado.
"Esa mujer volverá medio muerta o con serias complicaciones de salud", concluyó el profesional.
Pakistán tiene una enorme mortalidad materna: 500 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos. Las autoridades reconocen que todos los días mueren 68 mujeres por problemas relacionados con el embarazo y el parto.
La médica Shahida Zaidi, vicepresidenta de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), dijo que de los 46 millones de abortos inducidos practicados cada año en todo el mundo, casi 19 millones se realizan en condiciones inseguras y por personas sin preparación.
Por esa razón, aseguró, se registran 68.000 que podrían evitarse, 99 por ciento de las cuales ocurren en países en desarrollo.
La filial pakistaní de FIGO trabaja en un proyecto en la provincia de Sindh para reducir los embarazos no deseados y los abortos inducidos a través de mejoras en el acceso a interrupciones de embarazo seguras y a la atención de las mujeres luego de que se someten a esa práctica.
La médica Yasmeen Sabeeh Qazi, asesora de la Funación David y Lucile Packard, dijo a IPS que los mayores obstáculos a la despenalización del aborto son impuestos por "médicos e instituciones de salud que creen en lo que aprendieron en centros de estudios obsoletos, según los cuales la interrupción voluntaria del embarazo es una falta ética".
Pero Qazi consideró que es hora de iniciar otro debate al respecto.
Entre las complicaciones más comunes por los abortos inseguros figuran "sangrados, infecciones, shock sépticos, perforación de útero e intestino, infertilidad y dolor crónico", dijo el ginecólogo Shershah Syed, del estatal Hospital General Qatar.