Autoridades de regulación de Estados Unidos acusaron este jueves ante la justicia a una compañía de operaciones a futuro en productos básicos, a la que acusan de manipular el mercado petrolero.
La decisión se enmarca en la creciente agitación política a causa de la disparada de los precios de la energía y los alimentos.
La Comisión de Comercio de Materias Primas a Futuro (CFTC, por sus siglas en inglés), acusó a Optiver Holding BV, con sede en Holanda, a dos de sus subsidiarias y a tres de sus empleados de manipular o intentar la manipulación de precios en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
Los tres empleados embolsaron un millón de dólares maniobrando con los precios del crudo, la gasolina y el combustible para calefacción, señaló la CFTC en la demanda civil presentada ante un tribunal federal de Nueva York, en procura de sanciones monetarias.
La entidad reguladora identificó a los empleados como Christopher Dowson, responsable del área de comercialización de la subsidiaria Optiver US LLC, con sede en Chicago, Randal Meijer, supervisor de la filial estadounidense de la empresa, y el presidente de la casa matriz de Optiver, Bastiaan van Kempen.
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En la demanda judicial se los acusa de tratar de manipular los contratos de energía a futuro en 19 ocasiones durante 11 días de marzo de 2007.
Al menos en cinco oportunidades, agrega la querella, tuvieron éxito en fijar "precios artificiales". Se indica que en tres casos los forzaron a la baja y en los restantes dos al alza.
La CFTC también acusó a Optiver y van Kempen de ocultar sus maniobras especulativas y mentir en respuesta a una investigación realizada por la Bolsa de Nueva York, el mercado de futuros por excelencia en materias primas.
"Aunque estas supuestas manipulaciones se llevaron a cabo en unos pocos días de marzo de 2007, esta comisión no tolerará ni siquiera distorsiones de corto plazo en los precios", declaró el presidente interino de la CFTC, Walt Lukken.
La acción judicial contra Optiver se produce cuando el Congreso legislativo de Estados Unidos considera una serie de propuestas destinadas a hacer frente a los desbocados precios de las materias primas. Varios de esos proyectos de ley contemplan otorgar mayores recursos a la CFTC.
Meses atrás, los responsables de esta agencia de regulación dijeron a los legisladores que necesitaban más personal para mantenerse a tono con la rápida expansión de las transacciones y para poder hacer cumplir las nuevas normas referidas a una más estricta supervisión de las operaciones electrónicas y en los mercados del exterior.
Además, los proyectos que analiza el Congreso pondrían límites a las transacciones a futuro y apuntarían a los especuladores, con la esperanza de controlar el alza en los precios de los alimentos y combustibles.
Los legisladores se encuentran bajo presión de los votantes y las industrias en las que el precio de los combustibles es fundamental en su estructura de costos, como las compañías de aviación y de transporte terrestre, para que consideren el asunto antes del receso parlamentario que comenzará en agosto.
Directivos de las aerolíneas urgieron a los consumidores, en una carta abierta, a presionar a los legisladores para que impongan controles severos.
En ella señalaron que los especuladores compraban alrededor de 20 por ciento de los contratos a futuro hace dos décadas, pero que actualmente dominan dos tercios de ese mercado.
Los especuladores, agregaron, se venden unos a otros esos contratos tantas veces, antes de que el combustible sea entregado y utilizado, que fuerzan un aumento en el precio del barril de petróleo de entre 30 y 60 dólares, según cifras que manejan algunos analistas económicos.
"Los consumidores son los que pagan la cuenta", afirmaron.
Las empresas de servicios financieros, blanco preferido de las críticas en los últimos tiempos, lanzaron una ofensiva este miércoles para disuadir a los parlamentarios de tomar medidas.
Argumentaron que esa acción perjudicaría a la generación "baby boomer", término que se usa para identificar a los nacidos entre 1946 y 1964, un período caracterizado por una alta tasa de natalidad que acompañó a la fuerte expansión económica de Estados Unidos en esas décadas.
"Entendemos por qué el encarecimiento de la energía alarma a los miembros del Congreso", señaló en una declaración la recién formada Coalición para la Protección de los Mercados Competitivos, que incluye a diversas empresas del sector financiero, de las operaciones a futuro e incluso a la Bolsa de Nueva York.
"Pero restringir la capacidad de los inversores estadounidenses para participar en estos mercados globales hará más difícil que muchos ciudadanos, incluyendo a millones de 'baby boomers', ahorren para cuando se jubilen, o diversifiquen sus tenencias para compensar pérdidas en los mercados de acciones y bonos", argumentó el grupo.