INDIA: El alto precio de la confianza

El primer ministro de India, Manmohan Singh, obtuvo una moción de confianza muy disputada, por 275 a 256 votos en el parlamento, asegurándose la supervivencia de su gobierno por varios meses.

Pero la victoria, que se produjo el martes, sobrevino a expensas de una importante pérdida de credibilidad política para la gobernante Alianza Progresista Unida (UPA) y su nuevo amigo, el regional Partido Samajwadi (SP), en medio de acusaciones de que parlamentarios incurrieron en un flagrante "toma y daca" y en pagos de jugosos sobornos por concepto de compra de votos.

El voto de confianza se volvió necesario porque Singh quería impulsar el controvertido acuerdo de cooperación nuclear civil con Estados Unidos pese a la feroz oposición interna. Esto llevó a que los partidos de izquierda retiraran su apoyo al gobierno y redujeran la UPA a una minoría en el Lok Sabha, la cámara baja del parlamento.

La UPA asumió el desafío de asegurarse el voto de confianza en pleno conocimiento de que tanto esta fuerza como el SP carecían de los números necesarios. Y ganar la moción requeriría poder monetario, sobornos y otros métodos inescrupulosos como presiones políticas, manipulación de los medios de comunicación y ofrecimientos de todo tipo a cambio de que los legisladores de la oposición votaran contra la voluntad de sus propios partidos.

No sólo la reputación de la UPA sino también la propia democracia de India terminarán pagando un precio alto por la política maquiavélica involucrada en la campaña previa a la votación.
[related_articles]
La cruda manipulación política, y el despliegue de unos 200.000 dólares en billetes bancarios, presuntamente pagados como sobornos por ir contra los lineamientos establecidos por sus partidos, conmocionó al público y sacudió su confianza en la justicia del proceso político democrático.

El impacto general de los cambios generados por los realineamientos políticos causados por la votación y los hechos posteriores alentará un giro hacia la derecha en la política india, alejando aun más de los procesos de gobernanza a la vasta mayoría de la población, que es pobre.

"La UPA y el SP recurrieron a flagrantes abusos de poder y abominables malas prácticas para ganar", dijo el cientista social Kamal Mitra Chenoy.

"Cayeron al mismo nivel que el derechista Partido Bharatiya Janata. Esto los desacreditó significativamente a los ojos del público", continuó.

"Lo que es peor, la UPA sobornó a la oficina del presidente del Lok Sabha, que pertenece al Partido Comunista de India-Marxista (CPI-M), que se opone al acuerdo nuclear y votó contra el gobierno. Ellos lo presionaron para que continuara como presidente aunque su partido se opusiera, y por lo tanto debilitaron su autoridad", agregó.

La semana pasada, el CPI-M expulsó del partido al presidente, Somnath Chatterjee, aunque él puede mantener el alto puesto constitucional, que se supone está por encima de la política partidaria.

El mayor escándalo durante el debate de dos días sobre la moción de confianza ocurrió poco antes de que fuera sometida a voto, cuando tres parlamentarios del BJP desplegaron gruesos fajos de dinero sobre el piso del Lok Sabha, alegando que los habían recibido como soborno para abstenerse.

Argumentaron que esto se les pagó como parte de los sobornos totales ofrecidos por el secretario general del Partido Samajwadi, Amar Singh, a cambio de desafiar la voluntad política del BJP.

Las cosas se pusieron más turbias cuando un canal privado de televisión alegó que había realizado una "operación aguijón" en apoyo de la acusación, que mostró a un líder del SP visitando la residencia de uno de los tres parlamentarios del BJP. Sin embargo, el canal decidió no emitir las imágenes captadas furtivamente, y en cambio dijo que las entregará al presidente para la investigación.

Quienes trabajan en los medios creen que un factor que está operando en el hecho de que el canal no difunda ese vídeo es la rivalidad entre los hermanos Ambani, que administran vastos imperios empresariales desde la occidental ciudad portuaria de Mumbai.

Mukesh y Anil Ambani, que controlan el equivalente a cinco por ciento del producto interno bruto (PIB) de India, están atrapados en una guerra fraticida y respaldan a partidos políticos que son hostiles entre sí.

Se dice que Mukesh Ambani apoya al Partido del Congreso, que lidera la UPA, y al BJP también. Pero Anil es un firme partidario del Samajwadi, y es personalmente cercano a sus líderes.

Esta rivalidad corporativa ha embarrado aún más las aguas políticas de India. Su intensificación se relaciona directamente con la alianza UPA-SP, en sí misma necesitada por la insistencia de Manmohan Singh en presionar por el acuerdo nuclear.

El BJP hizo un gran escándalo por el asunto del soborno de 200.000 dólares y primero demandó la renuncia del gobierno y la cancelación de la votación. Pero pronto se alineó y votó la moción.

Ahora lanzó una campaña nacional sobre los medios presuntamente corruptos usados por la UPA-SP para reunir apoyo en el parlamento.

Sin embargo, el BJP tiene un problema de credibilidad porque sus propios legisladores son poco confiables y pueden ser inducidos o sobornados para votar en contra de su partido.

El miércoles, cinco parlamentarios del BJP votaron por el gobierno, y otros tres se abstuvieron o, directamente, no se presentaron, pese a la posición del partido.

"Probablemente es verdadera la acusación de que el SP intentó sobornar a por lo menos uno de los tres parlamentarios, quien luego involucró a los otros dos, y estableció una operación aguijón con la ayuda del canal de televisión para engañar al SP", dijo un funcionario de los medios que insistió en no revelar su identidad.

"Eso significa que los parlamentarios del BJP que fueron sobornados no eran inocentes o víctimas indefensas de una manipulación maquiavélica, de la clase por la que se conoce a Amar Singh. Ellos planearon y realizaron la operación aguijón sólo para avergonzar al gobierno", sostuvo.

Este episodio generó agudos comentarios de expertos legales, intelectuales y público en general, y planteó preguntas sobre la legitimidad del debate parlamentario y el voto de confianza.

De modo igualmente importante, esto afectó la imagen del primer ministro Singh. Él "tiene una reputación no sólo por nunca haber manchado sus manos en la política turbia (ni) en acuerdos oscuros, sino también por nunca haber alentado a sus colegas a hacerlo. Pero en este caso, él ciertamente fue cómplice en la cuestionable táctica de la UPA de asegurarse apoyo por cualquier medio", señaló Chenoy.

El voto de confianza mostró a la mayoría de los partidos políticos, salvo los de izquierda, a una luz deplorablemente mala, y subrayó la degeneración del sistema político de India.

"Lo significativo de esta degeneración no radica sólo en el carácter poco ético de la lógica de los votos, sino, lo que es más importante, en la naturaleza no representativa de las opciones tomadas dentro del contexto de la democracia partidaria, sin ninguna referencia a la voluntad popular. El voto de confianza ha hecho retroceder a la democracia india", dijo el cientista político Achin Vanaik, de la Universidad de Nueva Delhi.

"Está promoviendo alianzas políticas totalmente inescrupulosas y sin principios, que no tienen puntos en común en políticas, programas y prioridades. Esta confusión de las líneas de la demarcación política resultará en que el BJP se vuelva desproporcionadamente importante como un partido con una identidad distinta. Esto no es un buen presagio para la diversidad y la pluralidad en el sistema político, que es esencial en un país de más de 1.000 millones de habitantes", agregó.

Un primer ejemplo de alianzas inescrupulosas es el actual acuerdo UPA-SP. El SP respalda a la UPA no por apoyar sus políticas o para aislar al BJP, sino para contrarrestar a su archirrival, el Partido Bahujan Samaj, que crece rápidamente en el septentrional estado de Uttar Pradesh, el más grande de India, con 170 millones de habitantes.

Poco después que el gobierno se aseguró el voto de confianza, el ministro de Finanzas, P. Chidambaram, anunció que ahora el gobierno presionará por reformas económicas más rápidas, entre ellas un proyecto que facilite una mayor inversión extranjera directa en el sector de los seguros, a lo que la izquierda se opone.

"El proyecto habilitará al gobierno a incrementar la inversión extranjera directa de 26 a 49 por ciento. Ahora la mira estará puesta en una mayor liberalización", dijo Chidambaram.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe