El embajador de Estados Unidos en Zimbabwe, James McGee, señaló este martes que si el presidente de ese país africano, Robert Mugabe, insiste en celebrar este viernes la segunda vuelta electoral sin un candidato opositor Washington la considerará «ilegítima» y dará los pasos «previsibles».
Interrogado sobre las acciones de Estados Unidos si las elecciones se llevan a cabo y Mugabe proclama su triunfo, McGee señaló que esa decisión será tomada en Washington al más alto nivel, pero agregó que se consideraría "ilegítimo" el gobierno resultante de esos comicios y que la política de su país "se moverá en la dirección esperada".
Aunque no ofreció precisiones sobre cuál sería exactamente esa dirección, se estima que Estados Unidos intensificará por lo menos sus esfuerzos diplomáticos para aislar al régimen de Mugabe.
Por teleconferencia desde la capital de Zimbabwe, Harare, McGee pintó un sombrío panorama y exhortó a los líderes africanos a jugar un papel más activo, presionando a Mugabe para que ponga fin a la violencia contra los dirigentes y miembros del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, por sus siglas en inglés).
"Los organismos regionales pueden ejercer una enorme influencia, mayor que la de Occidente", dijo McGee, quien destacó que Zimbabwe es un país mediterráneo sobre el que "se pueden aplicar formas simples de presión con un gran impacto inmediato".
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Morgan Tsvangirai, líder del MDC y candidato para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales previstas para este viernes, en las que iba a enfrentar a Mugabe, está refugiado en la embajada de Holanda, donde buscó protección el domingo tras anunciar que renunciaba al proceso electoral por la violencia desatada contra sus seguidores.
Según el MDC, 86 de sus partidarios fueron asesinados y unas 200.000 personas dejaron sus hogares para escapar a las milicias del partido gobernante.
Alrededor de 2.000 activistas del MDC estaban "atrincherados" en la sede del partido en Harare, donde compartían un solo baño y se encontraban tan hacinados que era casi imposible subir por la escalera hasta el séptimo y último piso del edificio, afirmó McGee.
El lunes, la mayoría de ellos abandonaron rápidamente el lugar, tras recibir una advertencia de diplomáticos occidentales acerca de que fuerzas de seguridad estaban a punto de tomar el edificio por asalto. Unas 30 personas fueron arrestadas, dijo McGee, quien señaló que "no ha disminuido la violencia".
El embajador estadounidense destacó que Zimbabwe sufre una crisis de grandes proporciones, no sólo política sino humanitaria.
Washington, agregó, está trabajando en estrecho contacto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Cruz Roja y otros países occidentales para entregar comida y otros tipos de ayuda a los desplazados por la violencia y a los que deben soportar el impacto de una economía colapsada.
Tras el anuncio de Tsvangirai acerca de su retiro de la carrera electoral, la secretaria de Estado (canciller) estadounidense, Condoleezza Rice, declaró que "es imposible realizar el 27 de junio comicios libres, justos o pacíficos". También pidió al Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Africana (UA) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, por sus siglas en inglés) que intervinieran en la crisis.
Estados Unidos utilizó su posición como presidente rotativo del Consejo de Seguridad de la ONU para que se aprobara este lunes una declaración unánime, en la que se condenó "la campaña de violencia contra la oposición política", las acciones que impiden la realización de elecciones libres y se expresó preocupación frente a "la grave situación humanitaria" que enfrenta Zimbabwe.
El Consejo de Seguridad también condenó la decisión del gobierno de Mugabe de suspender las actividades de las organizaciones humanitarias, lo "que ha afectado directamente a 1,5 millones de personas, entre ellas 500.000 niños".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió la postergación de la segunda vuelta electoral. "Ha habido mucha violencia, demasiada intimidación. Un voto emitido en estas condiciones carece de legitimidad", afirmó.
McGee señaló que todo indica que los comicios se llevarán delante y mencionó insistentes rumores acerca de que el ejército y grupos paramilitares "forzarán a las personas a votar y tomarán represalias contra quienes no lo hagan".
La UA tiene prevista una reunión cumbre este fin de semana en Egipto. Washington espera que el organismo regional condene al régimen de Mugabe y cuestione la legitimidad del resultado de la segunda vuelta, en la que el presidente sería reelecto ante la ausencia del postulante opositor
La reticencia de la UA, la SADC y, especialmente del gobierno de Sudáfrica a condenar al régimen de Mugabe, ha frustrado esfuerzos occidentales para desalojar del poder al anciano líder, de 84 años, que gobierna desde 1980, cuando el país se independizó del imperio británico.
Pero el gobernante Congreso Nacional Africano de Sudáfrica sumó este martes su voz a las críticas internacionales hacia Mugabe, expresando en una declaración su "profunda consternación" por los actos del gobierno, que "pisotean derechos democráticos ganados con mucho esfuerzo".
También hizo referencia a "convincentes evidencias de violencia, intimidación y terror absoluto".
Washington cuestiona la legitimidad de los resultados de la primera vuelta electoral, celebrada en marzo. El MDC ganó los comicios parlamentarios y asegura haber triunfado también en la contienda presidencial.
El gobierno se negó a revelar los resultados durante varias semanas y luego afirmó que, si bien Tsvangirai aventajó a Mugabe, ninguno de los postulantes había logrado la mayoría necesaria, por lo que convocó a la segunda vuelta de este viernes.