La propuesta egipcia de «calma» («tahdia») entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), de Palestina, entró en vigor esta semana.
El acuerdo, puesto en práctica este jueves, es resultado de varios meses de negociaciones tripartitas entre representantes de Israel, Hamás y mediadores egipcios.
"Ambas partes prometieron detener toda agresión y actividad militar mutua", declaró el portavoz del ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Hossam Zaki.
El concepto de "tahdia", que en árabe significa "calma" o "quietud", es usual en las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes y tiene más flexibilidad que una tregua o cese del fuego.
El acuerdo apunta a terminar los ataques recíprocos desatados desde que Hamás tomó, en junio de 2007, el control de Gaza por las armas. El movimiento fue el más votado en las elecciones legislativas palestinas de enero de 2006.
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Desde el año pasado, más de 400 palestinos, muchos de ellos civiles, murieron a causa de las represalias militares de Israel en la franja de Gaza y en Cisjordania.
La resistencia palestina respondió a los ataques israelíes casi diarios con cohetes de corto alcance contra varias localidades del sur de Israel.
Los ataques palestinos lanzados desde la franja de Gaza se cobraron la vida de varios ciudadanos israelíes.
A principios de esta semana, el jefe de inteligencia de Egipto, general Omar Suleiman, también responsable de la mediación entre israelíes y palestinos, se reunió de forma separada en El Cairo con representantes de Hamás y de Israel para finiquitar el acuerdo.
El martes, Hamás, que ya había estado de acuerdo con los términos de otra oferta formulada por Egipto el mes pasado, reiteró su aprobación.
"Hamás adherirá al cronograma fijado por Egipto", señaló el portavoz del movimiento Fawzi Barhoum.
Al otro día, Israel, que hasta el momento rechazaba los términos, también anunció su voluntad de implementarlo.
"Israel concede una gran oportunidad a la iniciativa egipcia y quiere que tenga éxito", declaró el portavoz del gobierno Mark Regev.
El acuerdo establece que el Estado judío cesará todas las operaciones militares en la franja de Gaza. En contrapartida, Hamás, y otras facciones más pequeñas, dejarán de lanzar ataques con misiles contra objetivos israelíes.
El pacto regirá en principio sólo en la franja de Gaza. Si se respeta por un periodo de seis meses, entonces podrá ampliarse a Cisjordania, gobernada por el partido Fatah, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmoud Abbas, también conocido por Abú Mazen, respaldado de Estados Unidos.
El convenio también prevé la reapertura gradual de los cruces fronterizos hacia y desde Gaza, clausurados herméticamente por Israel, con asistencia de Egipto, desde hace un año.
Eso incluye a la ciudad fronteriza de Rafah, en la península del Sinaí, único cruce en los 14 kilómetros de frontera que tiene este país con el atribulado territorio palestino.
El prolongado sitio privó a los alrededor de 1,5 millones de palestinos de la franja de Gaza de suministros básicos, incluidos alimentos y medicamentos, y prácticamente destruyó su frágil economía.
Funcionarios israelíes señalaron que si se mantiene el cese del fuego, el domingo se habilitará el ingreso de suministros básicos a Gaza.
El acuerdo también incluye el compromiso de El Cairo de acentuar sus esfuerzos para impedir el contrabando de armas a lo largo de su frontera con la franja de Gaza.
Desde hace tiempo, Israel alega que las armas contrabandeadas terminan en manos de combatientes palestinos, a pesar de que las autoridades egipcias sostienen que las acusaciones son exageradas.
Una vez que se concrete el presente acuerdo, se prevé una negociación por la libertad de Gilad Shalit, soldado israelí capturado por la resistencia palestina hace dos años.
Los esfuerzos de Egipto para lograr un intercambio de prisioneros comenzaron en 2006, pero no han logrado avances.
El repentino viraje de Israel en torno del acuerdo representa una victoria de Hamás, según numerosos analistas egipcios. En anteriores oportunidades, funcionarios israelíes insistían en que cualquier acuerdo debía también incluir la inmediata liberación de Shalit.
"Que Israel haya aceptado la tahdia es una prueba de que Hamás va en ascenso, tanto desde el punto de vista militar como en términos de su popularidad entre los palestinos", dijo a IPS Magdi Hussein, analista político y secretario general del proscrito Partido Laborista Socialista de Egipto.
También significa que "Israel reconoce que no es una opción realista eliminar a la resistencia por la fuerza con ataques masivos contra Gaza,", añadió Hussein.
Por su parte, analistas oficialistas declararon que el convenio puede allanar el camino hacia un acuerdo definitivo del persistente conflicto palestino-israelí.
"La tahdia es sólo el primer paso", dijo a IPS el ex embajador egipcio en Israel y presidente del Comité de Asuntos Árabes de la Shura (cámara alta del parlamento) Mohammed Bassyouni.
"Luego le seguirá un diálogo entre Hamás y Fatah, y sólo entonces las negociaciones por el premio mayor, la creación del Estado palestino", dijo.
Bassyouni también se mostró optimista acerca de las perspectivas de corto plazo del cese del fuego.
"Esperemos que tanto Israel como Hamás cumplan totalmente con los términos del acuerdo", señaló. "Después de todo, le conviene a ambos. Los palestinos lograran el fin del asedio a Gaza y los israelíes evitarán los misiles contra sus localidades del sur".
Pero otros analistas locales no están tan confiados.
"Me temo que la tahdia se quebrará rápido, en especial por parte de los israelíes", dijo a IPS Abdelaziz Shadi, profesor de ciencias políticas y coordinador del programa de estudios israelíes de la Universidad de El Cairo.
"Hay fuerzas poderosas dentro de la derecha israelí que no han ocultado su desprecio por el acuerdo", apuntó.
"Es más, se vienen las elecciones legislativas israelíes", recordó. "Las facciones políticas israelíes de todos los sectores competirán entre sí para proponer las políticas más extremistas contra los árabes".