Las principales instituciones de préstamos de Estados Unidos, enfrentadas con la ira pública y política en torno a una creciente ola de ejecuciones judiciales, anunciaron la intensificación de esfuerzos para ayudar a los deudores en problemas.
La alianza Hope Now (Esperanza Ahora), congregada y respaldada por el gobierno de George W. Bush, está introduciendo medidas que aspiran a volver más fácil y más rápido para los morosos buscar maneras de evitar ser ejecutados.
Estas medidas sobrevienen en medio de agudas críticas sobre el manejo que la industria de las hipotecas hace de la peor crisis del sector que vive el país desde la Gran Depresión, que comenzó en 1929 y se extendió durante toda la década siguiente.
En todo Estados Unidos, 8.428 casas son ejecutadas cada día, según la firma experta en datos de moras RealtyTrac Inc. Los deudores pierden sus hogares en 50-60 por ciento de estos casos.
En un informe difundido a comienzos de este año, Credit Suisse pronosticó 6,5 millones de ejecuciones para los próximos cinco años, lo que afectará a más de ocho por ciento de todos los hogares de Estados Unidos.
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Barney Frank, el demócrata del nororiental estado de Massachusetts que preside el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, y Sheila Bair, que preside la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, atacó a miembros de Hope Now por darle largas a la modificación de préstamos a deudores consternados.
En el marco de las nuevas pautas diseñadas para atemperar esas críticas, los miembros de la alianza Hope Now están por contactar a deudores atrasados por lo menos 60 días en los pagos de sus hipotecas para planificar maneras de evitar las ejecuciones.
Los deudores en "probable" riesgo de mora en las hipotecas de alto riesgo ("subprime") serán contactados 120 días antes de que aumenten los intereses de sus préstamos, según las nuevas medidas dadas a conocer el martes.
Los miembros de la alianza también accedieron a reconocer en un plazo de cinco días las postulaciones de los deudores para obtener ayuda con sus préstamos, y ofrecer una respuesta final en 45 días.
Los pasos más recientes también están diseñados para responder a las quejas en cuanto a que los deudores hipotecarios no han respondido a sus llamados o cartas, y que las respuestas —cuando las hay— son lentas y poco claras.
El gobierno de Bush celebró el anuncio.
Los nuevos procedimientos "permitirán que aún más propietarios de hogares reciban ayuda más rápidamente. Nos complace ver a los miembros de la alianza mejorando continuamente y esperamos que mantengan sus esfuerzos", dijo Robert Steel, subsecretario del Tesoro para las finanzas internas.
Los defensores de los consumidores fueron menos optimistas.
"Ante la dificultad de los deudores en obtener una respuesta directa sobre su estatus y sobre si la institución que extiende hipotecas implementará algunas modificaciones para que puedan permanecer en sus hogares, brindar respuestas más claras y un calendario claro debería ayudar", señaló Allen Fishbein, director de créditos y políticas de vivienda en la Federación de Consumidores de Estados Unidos.
"Pero son sólo pautas", no compromisos legalmente vinculantes, declaró Fishbein a IPS.
También se cuestiona el tipo de ayuda que recibirán los deudores. En su mayor parte, los prestamistas han ofrecido refinanciaciones. El monto de la hipoteca permanece inalterado.
En consecuencia, y dado que las ejecuciones presionan a la baja los precios de las viviendas, ni siquiera los deudores que están al día se arriesgan a cargar con préstamos superiores al valor de mercado de su hogar. A cambio, enfrentan un peligro mayor de convertirse en morosos.
"Las ejecuciones se vienen retroalimentando. Las refinanciaciones no son de particular ayuda si todo lo que uno termina haciendo es pagos de un préstamo que no puede costear", dijo Fishbein.
Las pautas de Hope Now recuerdan a sus miembros discutir no sólo las refinanciaciones, sino también la modificación de los préstamos, en los que el tamaño de la hipoteca subyacente podría ser renegociada y puesta en línea con los precios deprimidos de las viviendas.
El acuerdo del martes sugiere que los prestamistas consideran las llamadas "transacciones de venta corta" (short sale), en las que se permite al deudor vender la casa al justo precio de mercado y el prestamista acepta la ganancia de la venta como pleno pago de la deuda, aunque la suma sea menor que el saldo hipotecario pendiente.
En estas transacciones, los deudores todavía deben renunciar a sus hogares pero evitan la pesadilla emocional y logística de ser desalojados. Además, minimizan el daño resultante a su historia crediticia, de la que depende su futuro acceso a préstamos, seguros e incluso empleo.
Hope Now dijo que sus miembros —casi toda la industria hipotecaria de Estados Unidos— han ayudado a 1,6 millones de deudores desde julio de 2007 y completado casi un millón de modificaciones de préstamos entre octubre y marzo de este año.
El principal regulador bancario de Estados Unidos puso trabas a esos reclamos.
La Oficina de Control de Divisas concluyó la semana pasada que miembros de la coalición usaron diversas definiciones de lo que constituye la modificación de un préstamo, inflando de hecho la cantidad de deudores que alegaban haber ayudado.
El regulador llevó a cabo su propio estudio, sobre la base de datos en bruto recolectados a partir de nueve grandes bancos que representan 45 por ciento del mercado de préstamos hipotecarios de Estados Unidos. Así, halló que estos habían proporcionado menos de 250.000 modificaciones de préstamos durante el mismo periodo. Y también que los bancos estaban subdeclarando la proporción de ejecuciones iniciadas en los últimos tiempos.
Frank, el presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, dijo que las revelaciones mostraron que aunque Hope Now seguía siendo una iniciativa que valía la pena intentar, se necesitaba una acción más agresiva. La legislación pendiente en el Congreso brindará más incentivos para amortizar los préstamos al valor del mercado.