El FMI presentó este viernes un panorama más optimista sobre la economía de Estados Unidos: pronosticó que finalizará este año con crecimiento cero pero comenzará a recuperarse gradualmente en 2009, y mejor de lo previsto previamente.
Pero el análisis del FMI (Fondo Monetario Internacional) advierte que el aumento en los precios de las materias primas aparece como un potencial nubarrón en el horizonte.
Asimismo, el desempleo en ascenso y las restricciones presupuestarias limitan la capacidad de las autoridades estadounidenses para responder a eventuales contratiempos, agrega.
El FMI, tras la ronda anual de consultas con funcionarios de Estados Unidos, indicó en su informe de este viernes que, aunque el crecimiento de ese país en 2008 será "aproximadamente" nulo, se ubicará en torno a dos por ciento en 2009.
En abril, el mismo organismo había pronosticado una expansión del producto bruto interno de apenas 0,9 por ciento para el año próximo.
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"La desaceleración ha sido menos pronunciada de lo temido y la recuperación comenzará el año que viene, cuando se superen fuertes 'vientos de proa'. Esto es posible, claramente, por las políticas de estímulo y por la activa respuesta de los mercados financieros para recuperar su solvencia", destacó el FMI.
Los economistas de la institución, sin embargo, admitieron que Estados Unidos arrastró en su caída a otros países. En el segundo semestre de este año, todos los países ricos registrarán un crecimiento por debajo del promedio por primera vez en casi una década, señalaron.
La reactivación estadounidense permanece bajo amenaza, a causa de la disparada de los precios de los alimentos y combustibles, así como por la endeble posición financiera de los bancos y los hogares.
La evaluación del FMI parece hacerse eco de la evaluación de la Reserva Federal (banco central) de Estados Unidos, la que ha minimizado los riesgos de una pronunciada recesión y reclamado tomar medidas contra la inflación.
El aumento de precios desalienta el gasto de consumo, responsable de aproximadamente dos tercios del producto nacional bruto.
"La política monetaria ofrece ahora sustento a la recuperación y un enfoque de manejo del riesgo sugiere que se mantendrá", señaló el Fondo, en referencia a los recortes en la tasa de interés de referencia aplicados desde septiembre por la Reserva Federal, que acumulan 3,25 puntos porcentuales. Ahora es de dos por ciento anual.
Esas rebajas fueron adoptadas para evitar que la crisis en los mercados de crédito e inmobiliario arrastraran a la economía hacia una profunda recesión.
"Se requiere vigilancia, considerando los estímulos aplicados y el imperativo de mantener bajo control las expectativas inflacionarias", indicó el FMI.
Una encuesta de la Universidad de Michigan y la agencia de noticias Reuters reveló la semana pasada que los consumidores estadounidenses prevén una inflación anual de 3,4 por ciento en los próximos cinco años, la mayor desde 1995.
Diversos estudios en los últimos meses han mostrado que el índice de confianza del consumidor se encuentra en su nivel más bajo en tres décadas.
La evaluación del FMI se conoce en vísperas de la reunión del comité de la Reserva Federal a cargo de determinar la tasa de interés, que deliberará el 24 y 25 de este mes.
Los inversores, tomando en cuenta las declaraciones del presidente del banco central, Ben Bernanke, consideran que se mantendrán estables por el momento, tras siete recortes en los últimos 10 meses.
Las bajas tasas de interés alimentan la inflación, al ofrecer fondos baratos que se pueden destinar al consumo, generando mayor demanda y presiones alcistas en los precios, señala la teoría económica.
Según el FMI, el oro y el petróleo incrementan su precio en más de uno por ciento cada vez que el valor del dólar cae uno por ciento. La inflación es uno de los factores que socava la fortaleza de las monedas.
La Reserva Federal de Dallas, uno de los bancos oficiales estatales que integran la Reserva Federal central, responsabilizó a la debilidad del dólar por aproximadamente un tercio del aumento de 60 dólares en el precio del petróleo entre 2003 y 2007.
La moneda estadounidense ha caído más rápidamente en los últimos meses como consecuencia en los recortes en la tasa de interés.
El FMI advirtió que la receta de combatir la inflación aumentando el costo del dinero a través de un aumento de la tasa de interés se ve limitada por el aumento del desempleo, pues esas alzas tienen efectos recesivos al desalentar el gasto.
Por otra parte, el enorme déficit del presupuesto estadounidense limita la capacidad del gobierno para estimular la economía recurriendo a un mayor nivel de gasto público, señaló el organismo.
Funcionarios estadounidenses han minimizado la posibilidad de un escenario de "stagflation", término en inglés utilizado para describir una combinación de inflación con recesión, acuñado en los años 70.
Pero ha adquirido nueva popularidad: el aumento en los precios de las materias primas y el dólar débil alimentan la inflación, al tiempo que la economía se desacelera por la crisis que provocó el estallido de la "burbuja" especulativa inmobiliaria, que se extendió a todo el sistema financiero.
Los economistas del Fondo señalaron que si más acciones para resolver los problemas son necesarias deben apuntar a los sectores inmobiliario y financiero, "raíz de las actuales dificultades".
El FMI formuló una advertencia contra el peligro de rescatar a temerarios inversores y tomadores de crédito, que incentiva la adopción de nuevos riesgos, pero agregó que una propuesta de legisladores del opositor Partido Demócrata que plantea la licuación de las deudas hipotecarias "merece consideración".
Eso permitiría que quienes tomaron créditos para la compra de una casa se beneficien con una reducción de sus hipotecas en línea con la depreciación del valor de mercado de sus viviendas, para evitar que su pasivo supere el precio de venta del inmueble.
El gobierno de Estados Unidos adoptó medidas para evitar las ejecuciones hipotecarias contra los endeudados que enfrentan dificultades para devolver el dinero que tomaron.
El FMI señaló que "las políticas deben tomar en cuenta el riesgo implícito en ese rescate, pero acciones destinadas a limitar ejecuciones hipotecarias que son evitables están justificadas por los riesgos derivados de que los precios de las viviendas caigan debajo del nivel de equilibrio".