Los estados partes de la OMC otorgaron un asentimiento tácito a los planes del director general, Pascal Lamy, de convocar el 21 de julio a los ministros de un grupo reducido de países para que interpongan su autoridad en favor de las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha.
Todas las manifestaciones de los delegados, durante la sesión informal este viernes del Comité de Negociaciones Comerciales de la OMC (Organización Mundial del Comercio), convalidaron la decisión de Lamy de citar a los ministros de unos 35 ó 40 países, dijo una fuente comercial que asistió a la reunión.
La única excepción fue la del representante de Bolivia, que opuso reservas a esa disposición, precisó el mismo informante.
Ese consentimiento, que en el aspecto procesal moviliza la estancada Ronda, permitirá que las negociaciones recobren el ritmo durante las fases ulteriores del proceso.
Sin embargo, las mismas divergencias que vienen prolongando las negociaciones desde hace más de siete años se mantienen en las cuestiones sustantivas que reflejan los reales intereses comerciales de las partes.
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Las posibilidades de que esas diferencias lleguen a bloquear todo el proceso de profundización de la apertura comercial, el objetivo de la Ronda de Doha, quedó clara en la intervención de los representantes de dos países, Argentina e India, que han sostenido las posiciones más críticas.
Alberto Dumont, el negociador jefe de Argentina, cerró su intervención con la advertencia de que "sin un cambio sustantivo en NAMA no hay posibilidades de llegar a las modalidades".
NAMA es la sigla en inglés de Acceso a los mercados para los productos no agrícolas y comprende principalmente la negociación sobre bienes industriales.
Dumont reclamó que un acuerdo sobre NAMA debe contener un grado de apertura mayor por parte de las naciones industrializadas, en aplicación de lo que se denomina el principio de responsabilidad menor para las naciones en desarrollo.
También pidió un trato diferencial y más favorable para países en desarrollo, una especificidad que permea todos los textos del sistema multilateral de comercio al reconocer el desequilibrio original con que parten las relaciones mercantiles internacionales.
Finalmente, el negociador demandó la aplicación del párrafo 24 de la declaración aprobada por la sexta conferencia ministerial de la OMC, celebrada en Hong Kong en diciembre de 2005, que establece que las concesiones que las partes se otorguen en los rubros de agricultura y de NAMA deben mantener un equilibrio.
Cuando Dumont mencionó a que "no hay posibilidades de llegar a las modalidades", se refería a la etapa de la negociación en la que deben quedar acordados los parámetros que condicionarán agricultura y NAMA, los dos pilares de Doha. Sólo después de esa convergencia se debería avanzar en los otros numerosos temas de la ronda.
Lamy dijo a los negociadores que en la escena internacional existe una clara determinación a concluir la ronda a fines de 2008. Los líderes políticos estiman que para lograr ese objetivo "debemos establecer las modalidades a fines de julio", recordó.
En ese aspecto procesal los negociadores se han puesto de acuerdo y por consiguiente toda la maquinaria de la OMC ya se ha puesto en movimiento y se anuncia una aceleración de actividades para las próximas semanas.
Por ejemplo, los presidentes de los grupos de negociación de agricultura, Crawford Falconer, y de NAMA, Donald Stephenson, anunciaron que evalúan la posibilidad de convocar a reuniones plenarias de esos cuerpos para retomar las discusiones.
Los dos diplomáticos dijeron que también consideran la probabilidad de redactar nuevos borradores de acuerdos en las materias, con la intención final de presentarlos a los ministros.
Sin embargo, Falconer y Stephenson aclararon que los textos se actualizarán solamente en caso de que encuentren signos de convergencia entre las partes. De lo contrario, los ministros recibirán apenas las copias de los borradores anteriores, que ya merecieron objeciones de distintos grupos de países.
India cuestionó a su vez que las modalidades de agricultura y NAMA sean los únicos objetivos de los ministros que se reunirán a partir del 21 de julio. Otros temas de importancia equivalente deben ser examinados y se espera que se adopten decisiones sobre ellos, dijo Ujal Singh Bhatia, representante de India.
El orden del día de la reunión de ministros debe prever una discusión de esos temas, entre los que figuran servicios, normas y propiedad intelectual, reafirmó Bhatia.
Si esos asuntos no se incluyen, se incrementarán significativamente los riesgos de un fracaso, advirtió también el negociador indio.
En relación a la organización del proceso, algunas delegaciones reclamaron un mayor grado de transparencia y de participación. Clodoaldo Hugueney, negociador de Brasil, resaltó el principio de transparencia como una de los que deben regir la ronda.
Hugueney demandó que las discusiones en grupos reducidos adquieran carácter multilateral de manera eficaz y legítima.
A su vez, Dumont previno de que Argentina no ha participado en "ciertas discusiones privadas" sobre NAMA. No podemos presuponer ningún acuerdo en negociaciones en las que no hemos tomado parte, insistió.
La queja del delegado argentino aludía a las sesiones convocadas por Estados Unidos en la sede de su misión en Ginebra para discutir durante las últimas semanas sobre NAMA, un asunto que ha movilizado el interés de Buenos Aires.
A las reuniones de la embajada estadounidense asisten Australia, Brasil, Canadá, China, India, Japón, Malasia, México, Pakistán, Sudáfrica y la Unión Europea.