Nigeria endureció su postura para defender su desarrollo económico al rechazar acuerdos de asociación económica (EPA) con la Unión Europea (UE). Ese país africano también cambió su posición hacia sus vecinos a fin de proteger su naciente industria.
La Unión Económica y Monetaria de África Occidental (Uemoa, por sus siglas en francés), integrada por cinco países francófonos, estableció un arancel externo común en 2000.
Los ocho miembros de la Uemoa son Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Mali, Níger, Senegal y Togo.
Más tarde, en 2001, los jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Ecowas, por sus siglas en inglés) tomaron la decisión de armonizar sus aranceles a las importaciones con los de la Uemoa.
Los países integrantes de la Ecowas son Cabo Verde, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona.
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El arancel externo común de la Uemoa tiene cuatro categorías: cero por ciento para productos esenciales, cinco por ciento para la materia prima, bienes primordiales e insumos específicos, 10 por ciento para productos intermediarios y 20 por ciento para los de consumo directo.
Nigeria anunció en 2004 su intención de ceñirse al arancel externo común, pero pidió la creación de una quinta categoría de 50 por ciento, según un memorando del presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes Nigerianos (Nants, por sus siglas en inglés), Ken Ukaoha.
"Al darse cuenta de que el arancel de la Uemoa no protege a la joven economía nigeriana con aspiraciones de crecer, con sus posibilidades y sus planes de industrialización, además de las protestas de accionistas nigerianos, el gobierno pidió la creación de una quinta categoría", escribió Ukaoha.
La solicitud de Nigeria "parece haber agravado, de forma gradual, la polémica pues algunos países de África occidental siguieron rechazando su propuesta", indicó Ukaoha.
Por ello, la región sigue sin arancel externo común, pese a que el 1 de enero de este año era la fecha límite para su entrada en vigor.
Ukaoha arguyó que la quinta categoría de 50 por ciento no sólo beneficia a Nigeria sino a "todos los países de África occidental con industria pujante".
"¿Por qué tenemos que seguir importando todo sin planear una posible independencia? ¿Tenemos que mantener la ilusión de ser donantes de materia prima a las naciones ya industrializadas en tanto importamos productos manufacturados con la misma materia prima que vendimos? Es necesaria cierta protección para garantizar la diversificación de nuestros recursos en la región", remarcó.
"Nigeria comprendió la importancia del mercado regional en las negociaciones de los EPA y también que la UE estaba tratando de acceder a los mercados de África occidental por esa vía", dijo a IPS Ndiogou Fall, de la organización de agricultores Roppa, con sede en Senegal.
Cuando Costa de Marfil inicializó los acuerdos provisorios "sólo pensó en el mercado de la UE. Se olvidó de los mercados regional y locales", según Cheikh Dieye, de la senegalesa Acción para el Desarrollo Ambiental del Tercer Mundo (Enda, por sus siglas en inglés).
"Nigeria tiene uno de los mercados más grandes de la región. Quiso proteger el suyo propio y mantener el acceso al de sus vecinos. Tiene una posición muy fuerte en África occidental. Cinco de los países vecinos dependen del mercado nigeriano", indicó Fall.
Nigeria pudo rechazar el año pasado uno de esos acuerdos gracias al crudo que le genera 98 por ciento de sus divisas y 95 por ciento de sus ingresos.
Un funcionario regional que pidió reserva de su identidad explicó que "independientemente de que Nigeria firme o no alguno de los EPA, la UE no puede penalizar sus exportaciones de crudo".
Salvo por el petróleo, la industria de ese país no anda bien.
Ukaoha señaló en un documento dedicado a las consecuencias de los EPA sobre la industria nigeriana basada sobre la agricultura que en Nigeria ese sector "tiene una tendencia descendiente".
El hecho preocupa porque 70 por ciento de la población activa trabaja en el sector agrícola.
Ukaoha dijo a IPS que en la reunión ministerial de los miembros de la Ecowas, realizada en febrero, se había discutido el asunto de la quinta categoría para el arancel externo común.
Los ministros pidieron a la organización "revisar la viabilidad y la modalidad" de una quinta categoría. El estudio será terminado este mes.
Además de analizar si se agrega, o no, una categoría arancelaria más alta, Ecowas también debe decidir a qué se aplica.
El arancel externo común de la Uemoa es más bajo que el de otros regímenes similares del continente.
La Comunidad de África oriental tiene categorías superiores a 30 por ciento, el porcentaje arancelario más alto de la región.
Además de esas categorías, hay subregiones que también se pusieron de acuerdo sobre una pequeña lista de "excepciones" a productos sensibles que gozan de aranceles más altos. Pero éstas tienden a ser restringidas.
Por ejemplo, en el caso de la Comunidad de África Oriental, sólo 58 líneas arancelarias, menos de 0,5 por ciento del total, gozan de aranceles superiores a 25 por ciento. Los porcentajes para esas líneas varían entre 35 y 100 por ciento.
A pesar de los intentos de integración, "el regionalismo abierto" beneficia menos a los países africanos porque sus economías están menos desarrolladas y están dominadas por la producción de base, señaló Godfrey Kenyenze en su libro "Integración regional y libre comercio en África meridional".
"En ese contexto, la reducción o la eliminación de aranceles no aumenta el comercio regional, no mejora la integración ni fomenta la utilización eficiente de recursos", añade.
La mayoría de las naciones africanas, incluidas las de la Uemoa, siguen un enfoque de "regionalismo abierto", según el cual los países se ponen de acuerdo para, en conjunto, abrir sus fronteras.
* Este es el segundo de dos artículos. Aileen Kwa es una periodista especializada en comercio vinculada a la organización no gubernamental Focus on the Global South.