SALUD-MOZAMBIQUE: El cólera de las inundaciones

Más personas murieron de cólera en Mozambique como consecuencia de las últimas inundaciones que las que fallecieron directamente por las crecidas de ríos.

La mayoría de los ríos del centro y norte del país se desbordaron de sus márgenes con las fuertes lluvias de diciembre, enero y febrero y a raíz del ciclón Jokwe, de principios de marzo.

No existen cifras exactas oficiales aún, pero se cree que una docena de personas perdieron la vida en las inundaciones y tres fueron comidas por cocodrilos, desplazados de su hábitat.

Pero la organización internacional Médicos sin Fronteras señala que al menos 72 personas murieron de cólera y una cantidad similar de otras enfermedades transmitidas por agua contaminada, como la disentería.

Las cifras revelan que las autoridades aprendieron a mitigar las consecuencias inmediatas de las inundaciones, pero siguen luchando contra las enfermedades que inevitablemente se propagan tras un acontecimiento de esas características.
[related_articles]
El Instituto Nacional de Gestión de Desastres (INGC, por sus siglas en portugués) consideró las últimas precipitaciones como las más abundantes de que se tenga registro.

Pero como siguieron un patrón similar a las grandes inundaciones de 2000 y 2007, las autoridades pudieron retirar a tiempo a casi todas las personas residentes en áreas anegadizas.

Más de 100.000 personas fueron reubicadas, algunas de ellas a la fuerza, de las llanuras que se inundan, y fueron trasladadas a campamentos alejados de los ríos.

Cuando pareció que las aguas comenzaban a bajar, el ciclón Jokwe golpeó la costa cerca de la provincia de Nampula, en el norte, y miles de personas debieron ser desplazadas y 17 más perdieron la vida.

El gobierno quiere convertir algunos de los nuevos asentamientos en poblados permanentes para evitar las operaciones de rescate que ocurren casi todos los años. Más de 20.000 viviendas fueron llevadas por la corriente en los últimos meses.

Muchos aldeanos no están afín con la idea porque significaría perder sus tierras normalmente fértiles de las márgenes de los ríos.

Para evitar el rechazo, las autoridades lanzaron el programa "alimento por reconstrucción" que impulsa a unas 30.000 personas que siguen viviendo en asentamientos a instalar cañerías de agua, construir casas e infraestructura necesaria para mantener un nivel de higiene básico. A cambio, las familias reciben suficiente alimento para subsistir.

El director general del INGC, João Ribeiro, señaló en entrevista radial que el gobierno se comprometió a ayudar a las víctimas de las inundaciones, no sólo con la instalación de clínicas y un adecuado sistema de saneamiento, sino con materiales y asistencia para la construcción de viviendas.

El gobierno mozambiqueño pudo cubrir los requisitos básicos de más de 21.000 familias que se vieron forzadas a abandonar sus hogares, pero una gran cantidad de personas residentes en el valle del río Zambeze se refugiaron en el vecino Malawi, cuyas autoridades supervisan la ayuda humanitaria.

Poco después de que las aguas comenzaron a descender, aparecieron varios casos de cólera en el distrito de Mutarara, al oeste del país en la frontera con Malawi.

El cólera es una infección intestinal causada por el agua contaminada.. Los síntomas son diarrea crónica y vómitos que llevan a una grave deshidratación y hasta pueden provocar la muerte.

Las autoridades mozambiqueñas eran conscientes de que tras las inundaciones podía propagarse el cólera, pero no lo pudo evitar.

Mozambique es un país muy pobre que no tiene los medios para proveer de infraestructura sanitaria adecuada a todo el país.

Los campamentos de desplazados sin servicios sanitarios adecuados ni agua potable son especialmente vulnerables a la propagación del cólera, indicó Richard N'kurunziza, de Médicos sin Fronteras. Las condiciones de higiene no son las adecuadas, añadió, y alcanzan unos pocos días sin ellas para propagar la enfermedad.

Poco después del anuncio de los primeros casos de cólera, el Ministerio de Salud emitió un comunicado señalando que la enfermedad había sido diagnosticada en nueve de las 11 provincias.

La situación se agravó con tal rapidez que en ciertas áreas debieron sacarse fondos del programa de alimentos para mejorar el saneamiento, señaló Paulo Zucula, otro director del INGC, y añadió que la falta de higiene es una amenaza más inmediata que el hambre.

Pero la falta de alimentos en Mozambique se acentuó por las inundaciones que, según esa dependencia, destruyeron más de 117.000 hectáreas de cultivos.

La escasez, sumada al alza de los precios de alimentos en los mercados mundiales, dejó a miles de mozambiqueños sin suficientes recursos para alimentar a sus familias.

La crisis alimentaria ya provocó disturbios en varias ciudades, en los que murieron al menos seis personas.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe