MEDIO ORIENTE: Israelíes creen que habrá otra guerra

Los festejos este jueves del 60 aniversario de la creación del Estado de Israel no ocultaron el profundo pesimismo de sus ciudadanos sobre la posibilidad de mantener la paz con sus vecinos árabes. Una enorme mayoría de encuestados creen que habrá una guerra en los próximos cinco años.

Según el Índice de la Guerra y la Paz, que elabora mensualmente la Universidad de Tel Aviv, 70 por ciento de los ciudadanos consultados en abril no tienen esperanza de que se llegue a un acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina y 66 por ciento es igualmente pesimista respecto de la paz con Siria.

Asimismo, el estudio indica que 75 por ciento de los entrevistados cree el país estará en guerra con "uno o varios estados árabes" en los próximos cinco años, un sentimiento compartido por la población árabe de Israel.

Pero, al mismo tiempo, la encuesta, que se ha estado realizando mensualmente durante los últimos 15 años, muestra que 57 por ciento de los ciudadanos israelíes apoyan las negociaciones de paz con los palestinos, frente a 34 por ciento que se opone a las conversaciones.

La solución al conflicto basada en la existencia de dos Estados independientes, uno israelí y otro palestino, cuenta con la aprobación de 75 por ciento de los entrevistados y el rechazo de sólo una cuarta parte de ellos.
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Aunque estas opiniones resultan contradictorias, reflejan la profunda desilusión de los israelíes respecto de la posibilidad de alcanzar una paz duradera, así como la certeza de que la supervivencia a largo plazo de Israel como un estado judío y democrático depende de la resolución del conflicto con los palestinos.

En 2005, una clara mayoría de los israelíes apoyó con entusiasmo la decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon (2001-2006) de retirar las tropas y los colonos de la Franja de Gaza.

La razón se encontraba en la pérdida de fe en la posición de la izquierda, que sostenía que los palestinos podían ser un socio confiable en las negociaciones, y la posición de la derecha, basada en la idea de que Israel podía continuar controlando los territorios ocupados y a los 3,5 millones de palestinos que los habitaban.

El atractivo de la propuesta de Sharon residía en el hecho de que se comenzaba una retirada de esos territorios sin tener que involucrarse en negociaciones con los palestinos.

Actualmente, esa estrategia unilateral está desacredita a los ojos de la mayoría de los israelíes. Militantes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) disparan diariamente cohetes hacia Israel desde Gaza.

Más de 4.000 cohetes fueron lanzados desde que Israel se retiró de ese territorio en agosto de 2005.

Por otra parte, cuando Hamas —que no reconoce el derecho a existir del Estado de Israel— tomó por las armas el control de Gaza, desplazando al secular y moderado Partido Fatah, los israelíes llegaron a la conclusión de que retirarse de Cisjordania sería un error, lo que llevó a que el primer ministro Ehud Olmert archivara ese plan.

Pero, aunque la población es muy escéptica respecto de las posibilidades de poner fin al conflicto con los palestinos, el estudio muestra que una clara mayoría de alrededor de 70 por ciento de los israelíes apoyan la idea de la creación de un Estado palestino independiente.

Esto se explica por el temor a que los palestinos se conviertan en mayoría, dada su mayor tasa de natalidad, en el área que se extiende desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, que incluye a Israel y los territorios árabes ocupados. Si eso ocurre, y la minoría judía pasa a controlar a la mayoría árabe, Israel dejaría de ser un Estado democrático.

Olmert ha sido uno de los más enfáticos exponentes de la cuestión demográfica. Dijo a sus compatriotas que si no se retiraban de las áreas palestinas Israel se vería en una situación similar al régimen de apartheid, el régimen de segregación racial institucionalizada impuesto en Sudáfrica por la minoría blanca en perjuicio de la mayoría negra.

"Llegará el día en el que la solución basada en la existencia de dos Estados colapsará y enfrentaremos una lucha por el derecho al voto universal como la que se produjo en Sudáfrica. Cuando eso ocurra, el Estado de Israel estará acabado", advirtió.

Aunque Israel posee el más poderoso y sofisticado arsenal de Medio Oriente, a 60 años de su nacimiento muchos ciudadanos tienen aún profundas preocupaciones existenciales. El estudio reveló que la mayoría considera al programa nuclear de Irán como "la más grave amenaza de seguridad" que enfrenta el país.

Aunque Teherán insiste en que sus planes atómicos son para uso civil, Estados Unidos, Israel y gran parte de los países europeos están convencidos de que la real intención es producir armas de destrucción masiva.

A más de 60 años del intento de Adolf Hitler de borrar a los judíos de la faz de Europa, muchos israelíes creen que si Irán adquiere armas nucleares enfrentarán nuevamente la amenaza de la aniquilación.

La encuesta reveló, asimismo, que la población árabe de Israel —1,2 millones sobre un total de 7,3 millones— tiene puntos de vista similares a los de los judíos en muchos temas: 52 por ciento no cree que las conversaciones con los palestinos produzcan un acuerdo de paz, mientras que 61 por ciento espera que haya una guerra en los próximos cinco años.

Los árabes que viven en Israel también consideran que el programa nuclear iraní es la mayor amenaza la seguridad del Estado y una clara mayoría piensa que la situación se agravará en la próxima década.

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