El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y otros grupos palestinos aceptaron una propuesta del gobierno egipcio tendiente a lograr un cese del fuego con Israel, que garantice cierta calma en la Franja de Gaza.
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, informó que el jefe de inteligencia de su gobierno, Omar Suleiman, viajará a Israel para obtener la aprobación del gobierno de ese país a esa iniciativa.
Aunque no ofreció una fecha cierta, Mubarak dijo que el viaje se concretaría cuando finalizaran en el país vecino las celebraciones por el 60 aniversario de la creación del Estado de Israel, que se extenderán durante esta semana y la próxima.
Gaza ha sido blanco de reiterados ataques israelíes desde junio de 2007, cuando Hamas tomó por las armas el control del territorio, desplazando al moderado y secular Partido Fatah de Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, cuyo debilitado poder quedó confinado a Cisjordania.
Israel ha argumentado que las operaciones militares en Gaza constituyen una represalia por los ataques con cohetes lanzados desde allí por militantes de Hamas.
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A pesar de haber obtenido la mayoría en las elecciones legislativas palestinas de 2006, el movimiento islamista es considerado como una "organización terrorista" por Estados Unidos e Israel.
En abril, mediadores egipcios persuadieron a los movimientos de resistencia palestinos a aceptar una propuesta para el "apaciguamiento" de los enfrentamientos con Israel.
El plan hace un llamado al inmediato cese de hostilidades por parte de ambos bandos y también plantea la reapertura de la frontera entre Gaza e Israel, que ha permanecido herméticamente sellada como consecuencia del embargo impuesto por el gobierno israelí.
Según fuentes oficiales egipcias, esto también incluiría la reapertura del cruce de Rafah, en la frontera de 14 kilómetros que comparten Egipto y Gaza, el único punto de entrada o salida de ese territorio que no se encuentra bajo control directo de Israel.
La propuesta, en caso de ser aceptada, se aplicará inicialmente sólo a Gaza. Si la tregua se mantiene, se extendería a Cisjordania luego de un período de seis meses.
A mediados de abril, en una entrevista con Suleiman en El Cairo, dirigentes de Hamas otorgaron a la iniciativa un apoyo cauteloso. Días después, también Abbas manifestó el consentimiento oficial de Fatah.
A fines de ese mes, una docena de movimientos palestinos de resistencia más pequeños se sumaron de forma condicionada al plan de cese del fuego, luego de una ronda de encuentros con Suleiman, que se realizaron en forma separada.
"Las distintas facciones consideran que la propuesta se ajusta a sus intereses. Este consenso fortaleció la posición de Egipto como mediador", dijo a IPS Abdelaziz Shadi, profesor de ciencias políticas y coordinador del programa de estudios israelíes de la Universidad de El Cairo.
Se espera que ahora Suleiman se entreviste con varios funcionarios del gobierno de Israel para discutir el tema, incluyendo al primer ministro, Ehud Olmert, y el ministro de Defensa, Ehud Barak.
El plan egipcio ha despertado escaso entusiasmo en Israel. Según informes publicados por la prensa israelí, funcionarios del área de seguridad insisten en que El Cairo ponga fin al presunto contrabando de armas a través de su frontera con Gaza y garantice la liberación de soldados israelíes secuestrados como precondición para considerar la propuesta.
Según Shadi, Israel considera que su intransigencia "reforzará su posición negociadora" con vistas a un posible acuerdo de paz definitivo con los palestinos.
Desde que las conversaciones de paz entre Abbas y Olmert fueron relanzadas en noviembre pasado durante la cumbre realizada en Annapolis, Estados Unidos, se han realizado muy pocos progresos, lo que dañó severamente la credibilidad del líder de Fatah y el proceso de paz auspiciado por Washington.
Un funcionario egipcio, citado por la prensa estatal de ese país, admitió que los esfuerzos de mediación de El Cairo "prácticamente carecen de sentido si no están acompañados por un cambio de la situación en el terreno en Gaza y algún avance en materia política"..
Sin embargo, analistas han señalado que el apoyo de Hamas a un cese de hostilidades con Israel representa "una concesión histórica" por parte de ese movimiento.
"Hasta ahora había rechazado cualquier forma de negociación, directa o indirecta, con Israel, cuyo derecho a su existencia como Estado desconoce", señaló a IPS el periodista independiente Hatem al-Buluk, un experto en este conflicto de Medio Oriente.
El cambio de actitud responde a consideraciones políticas y militares, según el analista Abdel-Halim Kandil, ex editor en jefe del diario al-Karama.
"Un cese del fuego permitiría a Hamas recomponer su fuerza militar y, al mismo tiempo, mostrar a la comunidad internacional que está dispuesto a negociar con Israel, aunque sea de manera indirecta", comentó Kandil a IPS.
Pero se mostró pesimista respecto de las posibilidades de Suleiman de convencer a las autoridades israelíes.
"Incluso si aceptan, el cese del fuego no durará mucho. Es raro que Israel adhiera a uno por más de una semana", agregó.
A mediados de marzo, las fuerzas israelíes asesinaron en Cisjordania a cuatro líderes del grupo palestino Jihad Islámica, quebrando un armisticio auspiciado por Egipto a una semana de su entrada en vigor. Al día siguiente, se reanudaron los ataques con cohetes sobre territorio israelí.
Según Kandil, la mediación egipcia, independientemente de su éxito o fracaso, subraya el papel central que juega Hamas. "Todos han entendido que no puede ser aislado o ignorado. Ya sea de manera directa o indirecta, no tienen más opción que incorporarlos a las negociaciones", aseguró.