La cooperación entre países de América Latina, más «barata, eficiente y horizontal», puede acelerar la lucha contra la desnutrición infantil, dijo este martes Nils Kastberg, director regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en una conferencia en la capital chilena.
Kastberg llamó a los países de América Latina y el Caribe a conmemorar en 2010 los 200 años de independencia de España con un objetivo específico: garantizar que ningún niño o niña padezca de desnutrición. A su juicio, el reto puede lograrse con voluntad política, bajo un espíritu panamericano y aprovechando la cooperación Sur-Sur.
"En vez de hablar de héroes, tumbas y próceres", un gran desafío para la región sería asegurar que "a partir del 1 de enero de 2010" ninguna embarazada sufra de anemia, que puede afectar el peso de los recién nacidos, y que ningún niño deje de recibir apoyo para erradicar definitivamente la desnutrición, remarcó.
Las conmemoraciones por el bicentenario de la emancipación del imperio español partieron en 2004, en Haití, pero la mayor parte tendrán lugar entre 2008 y 2010. Por ello, el representante de la Unicef propone esa fecha como meta.
Kastberg fue uno de los oradores de la segunda y última jornada de la Conferencia Regional Ministerial "Hacia la erradicación de la desnutrición infantil en América Latina y el Caribe", que se inauguró el lunes en Santiago.
Se trata de la primera reunión sobre desnutrición infantil de rango ministerial que se celebra en la región, organizada por el gobierno de Chile y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Antes se habían realizado dos encuentros subregionales de carácter técnico.
La desnutrición global (déficit de peso para la edad), y en particular la desnutrición crónica (déficit de talla para la edad), dejan en los niños y niñas secuelas físicas y cognitivas irreversibles.
Siete por ciento de los menores de cinco años sufren de desnutrición global y 16 por ciento de desnutrición crónica, lo que equivale a casi nueve millones de niños y niñas. Guatemala registraría la más alta prevalencia de este último problema.
Además de privar a la infancia del desarrollo de todo su potencial, la desnutrición genera mayores costos en salud y educación y reduce la productividad de los países por la baja escolaridad y la menor cantidad de personas en edad de trabajar por la alta mortalidad.
Reducir a la mitad la proporción de pobreza extrema y hambre en la región hacia 2015, tomando como referencia los datos de 1990, es el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) acordado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2000.
Uno de los indicadores con que se medirá el logro de esta meta es la disminución a la mitad de la proporción de niños y niñas con desnutrición global.
Pero como la desnutrición crónica es el verdadero problema, dado que impacta de modo irreversible en la capacidad intelectual de niños y niñas, "políticamente se ha acordado que ésta tiene que ser el principal indicador para medir el hambre en la región", aseguró Kastberg.
Esta "interpretación" de América Latina y el Caribe puede ser "exportable" a otras regiones del mundo, sostuvo.
A su juicio, las comunidades indígenas y los emigrantes son dos de las poblaciones más vulnerables que podrían beneficiarse de la cooperación Sur-Sur en materia de desnutrición infantil.
Ya hay experiencias de "cooperación fronteriza para que los inmigrantes sean parte de los sistemas de salud aunque su situación migratoria no esté regularizada, y de capacitación de recursos humanos", indicó. También podría haber intercambio de experiencias en materia de programas de transferencia monetaria condicionada, que han aumentado en los últimos años, donde se destacan los planes Oportunidades de México y Beca-Familia de Brasil. Éstos atacan directamente a la pobreza, base de la desnutrición infantil.
"La cooperación Sur-Sur es un tesoro que no ha sabido explotar la región. Es necesario desarrollar una estrategia continental al respecto", indicó Cristina Lazo, directora ejecutiva de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI).
"Siempre habrá experiencias que compartir, independientemente de nuestros grados de desarrollo", indicó la funcionaria de Chile, país que se ofreció para coordinar una agenda de trabajo concreta en los próximos años.
"Para una estrategia Sur- Sur necesitamos que los países receptores de cooperación definan sus necesidades y los países donantes especifiquen sus ofertas", puntualizó.
Kastberg propuso sistematizar las experiencias que ya se llevan a cabo para presentarlas en una conferencia mundial de cooperación Sur-Sur, que se realizará el próximo año en algún país de la región bajo la organización de las Naciones Unidas, adelantó. Germán Valdivia, coordinador regional de la Iniciativa Gestión del Conocimiento del PMA, dio a conocer un portal de Internet creado por ese organismo, que a su juicio puede ser un instrumento útil para la cooperación Sur- Sur en materia de erradicación del hambre y la desnutrición.
Se trata del sitio Nutrinet (http://www.nutrinet.org), que contiene noticias y descripción de experiencias exitosas y programas innovadores. El portal tiene cinco áreas temáticas: nutrición materna-infantil, alimentación escolar, vitaminas/minerales, VIH/sida y emergencias.
Algunos de los países que muestran su trabajo en el sitio son Bolivia, Colombia, Cuba, Guatemala, Panamá y Perú. Uno de los objetivos es posibilitar la discusión de los expertos.