SUDÁN: Censo postergado otra vez

El crucial censo nacional en Sudán fue demorado una semana debido a que muchos desplazados al norte por la guerra civil aún no fueron trasladados a sus hogares en el sur, lo que podría afectar los resultados.

Millones de personas en este vasto país del este de África han sido obligados a dejar sus lugares de origen a causa de sucesivos conflictos internos, incluyendo una guerra de dos décadas que enfrentó al norte musulmán contra el sur cristiano y animista.

El Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM) tomó las armas contra Jartum para protestar contra la represión y marginación que sufrían las tribus aborígenes negras en el sur por parte del gobierno central islámico.

En 2005 se firmó el Completo Acuerdo de Paz (CPA), que creó un gobierno en el sur con gran autonomía y ordenó la realización de un censo para ayudar a determinar la forma de compartir los recursos petroleros del país, así como fijar los distritos para las elecciones nacionales previstas para el año próximo.

El fin de semana, el Gobierno del Sur de Sudán (GoSS) sugirió que quería demorar el censo hasta fines de año para darle más tiempo a los desplazados para que regresen a sus tierras.
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Sin embargo, luego de las conversaciones el lunes entre el jefe de Estado, Omar Al Bashir, y el primer vicepresidente y líder del GoSS, Salva Kiir, el sur aceptó postergar el censo sólo una semana.

Por tanto, la consulta se realizará ahora en dos jornadas, el 22 de este mes y el 7 de mayo.

El censo ya fue demorado dos veces por razones logísticas y financieras. Hay un propagado temor de que otra demora ponga en riesgo la realización de las elecciones en 2009.

Líderes del SPLM, que ocupan posiciones clave en el GoSS, creen que el gobierno de Al Bashir impide deliberadamente que los desplazados regresen sus tierras, particularmente a la disputada y rica en petróleo región de Abyei, con el fin de torcer los resultados del censo y así darle a Jartum una mayor porción de las riquezas nacionales.

El SPLM tampoco está satisfecho con la decisión de dejar fuera del censo temas relacionados con etnia y religión.

El director de la Oficina Central de Estadísticas de Sudán, Yasin al-Haj Abdin, sostuvo que el SPLM simplemente intenta inclinar el censo para sus propios fines políticos. "El censo es muy importante para respaldar las metas del CPA, y no debe ser demorado", dijo a IPS.

Jartum ha sido criticado en el pasado por no liberar los fondos suficientes para realizar la consulta nacional.

La semana pasada se produjo una polémica cuando un consejero de la Organización de las Naciones Unidas acusó al gobierno de Al Bashir de retener 13 millones de dólares necesarios para pagar el salario a los trabajadores del censo. Abdin rechazó las acusaciones. "Tuvimos algunos problemas financieros y logísticos en el pasado, pero ahora todo está bien", aseguró.

Abdin también se opuso la idea de hacer preguntas sobre etnia y religión en el censo.

"Hemos discutido estos asuntos durante un tiempo y llegamos a la conclusión de que no son relevantes", indicó. "Nosotros recibimos el consejo de que, como país post-conflicto, no deberíamos incluir en el censo ningún tema que sea parte de ese conflicto. Si el SPLM está interesado en esos datos, ¿por qué no los reúne luego del censo?", señaló.

Sin embargo, el SPLM desea tener la información oficialmente registrada por un censo gubernamental y no por una encuesta independiente, que tendría una influencia menor.

El presidente de la Comisión del Sur de Sudán para Censo, Estadísticas y Evaluación, Isaiah Chol, dijo a IPS: "La identidad de Sudán es un tema político. El pueblo todavía piensa que es un país predominantemente musulmán, y los del sur quieren cambiar eso. Es un tema muy delicado tanto para el norte como para el sur".

"Es crucial una representación igualitaria en el poder y en la riqueza para mantener la paz. Una vez que se tengan los números, se podrá repartir la riqueza", añadió.

El éxito del censo no sólo determinaría la posibilidad de celebrar elecciones en 2009, sino también un referendo en 2011 sobre la independencia del sur del país.

A pesar de la firma del CPA en 2005, algunas partes del país permanecen tensas y hay temor de que la guerra pueda estallar de nuevo. Abyei, en el centro del territorio, ya presencia un resurgimiento de la violencia étnica.

Un trabajador humanitario que prefirió no dar su nombre dijo a IPS que la situación en esa región se agravó desde el nombramiento de Edward Lino como gobernador a inicios de este mes.

El gobernante Partido del Congreso Nacional (NCP), dijo que Lino ha agravado las tensiones étnicas en la zona entre el grupo Ngok Dinka, que apoyó al SPLM durante la guerra, y la tribu árabe Messeria.

El SPLM, por otra parte, critica al NCP por no haber retirado a las fuerzas militares de Abyei, como exige el acuerdo de paz.

La organización Human Rights Watch dijo que los recientes ataques de las milicias apoyadas por el gobierno podrían reflejar un intento de influenciar los resultados del censo en la disputada región, disuadiendo a los desplazados de que no regresen a su hogar.

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