NICARAGUA: Receta infalible para un plato vacío

Una pobreza persistente y el riesgo de hambruna en Nicaragua son resultado de una receta segura: carestía petrolera, efectos del cambio climático y de desastres naturales, políticas económicas erráticas y peor distribución de los ingresos, advierten nuevos estudios.

Según el Mapa de la Pobreza en Nicaragua 2008, divulgado este mes, en este país hay 2.224.814 personas en pobreza severa (con más de tres necesidades básicas insatisfechas de las cinco que se miden). La población total es estimada ahora en 5,4 millones de habitantes.

El mapa de 2001 mostraba 909.571 personas en pobreza severa, sobre 5,1 millones de habitantes. Un análisis comparativo de ambos, efectuado por el sociólogo Óscar René Vargas, revela que la pobreza severa creció entre 2001 y 2008 más de 140 por ciento.

El Instituto Nacional de Información de Desarrollo divulgó el Mapa de la Pobreza, basado en el censo nacional de 2005. El anterior, de 2001, contaba con información del censo de 1995.

Vargas señala que el grado de miseria puede observarse de otro modo: examinando los municipios más pobres, lo que indica una concentración de la pobreza extrema en ciertos lugares.
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"En el 2001, cuando existían 151 municipios, se hablaba oficialmente de 31 jurisdicciones en estado de pobreza severa y 52 municipios en estado de pobreza baja", con una sola necesidad básica insatisfecha, observó Vargas.

Hoy, con una división territorial de 153 municipios, existen 38 municipios de pobreza severa y 39 de pobreza baja.

De acuerdo con el informe Objetivos de Desarrollo del Mileno, Nicaragua 2006, publicado el año pasado por las Naciones Unidas, es pobre 46,2 por ciento de la población (unos 2,4 millones de personas), es decir percibe ingresos menores a dos dólares al día.

El 11 de este mes, un informe del Banco Mundial sostuvo que el aumento internacional del precio de los alimentos ha causado sobre todo mayor pobreza en los países en desarrollo.

Considerando la suba de precios del año pasado, el estudio concluye que la pobreza creció en promedio 2,6 por ciento en nueve países sobre los cuales existe información confiable: Bolivia, Camboya, Madagascar, Malawi, Nicaragua, Pakistán, Perú, Vietnam y Zambia, 3,4 por ciento en zonas urbanas y 2,1 por ciento en áreas rurales.

El más afectado fue Nicaragua, con una expansión de 7,8 por ciento de la pobreza, que llegó a ser de 10,7 en zonas rurales, según el Banco Mundial.

Un litro de aceite comestible costaba 1,4 dólares en 2007 y hoy vale 2,1 dólares. Y la libra de frijoles (3,48 kilogramos de este alimento básico en la mesa nicaragüense) pasó de 32 centavos de dólar a 1,25 dólares.

El precio de la tortilla de maíz subió 54 por ciento entre enero de 2007 y el primer mes de 2008 en este país, ha dicho un informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).

En la región latinoamericana, América Central y en especial Nicaragua y El Salvador sufren el mayor impacto de una carestía global de los alimentos de hasta 48 por ciento en el último año, según el PMA.

En El Salvador, la capacidad de compra de alimentos de la población rural se contrajo en 50 por ciento, dijo el PMA. "Esto significa que su ingesta nutricional, que ya es pobre, se redujo a la mitad", sostuvo el informe.

En Nicaragua la comida se ha encarecido por varios factores: el mayor precio del petróleo, los efectos destructivos de los cambios climáticos y las erráticas políticas socioeconómicas, dijo el sociólogo Cirilo Otero, director del Centro de Investigaciones de Políticas Ambientales, quien midió el impacto del fenómeno en este país para el informe del PMA.

"El barril (de 159 litros de crudo) se cotiza a más de 100 dólares, y eso incrementa los costos de producción y merma, por lo tanto, el poder de adquisición", observó Otero.

Además, dijo, Nicaragua perdió 80 por ciento de su capacidad de producir alimentos en 2007, a raíz de la destrucción causada por el huracán Félix en septiembre y por los siguientes 50 días de lluvias, que llevaron al gobierno a declarar el estado de desastre nacional.

"Los gobiernos anteriores, y el actual incluso, no han velado por los intereses de la población, sino por intereses políticos y partidarios. Por eso la economía va tan mal", opinó Otero.

La inflación fue de 17 por ciento el año pasado, un aumento de 9,4 por ciento en comparación con 2006.

"Y puede empeorar la cosa, si tomamos en cuenta que la recesión de Estados Unidos puede afectar los ingresos de los inmigrantes (nicaragüenses en ese país), que mandan entre 700 y 800 millones de dólares en remesas", acotó Otero.

Para Alfredo Missair, coordinador-residente del Sistema de las Naciones Unidas, "lo primero que debemos decir de la pobreza en Nicaragua es que se estancó, esa es realmente la frustración que hay: un punto más, un punto menos, no es logro o fracaso de nadie, es lo mismo de siempre", dijo.

Este país debería llegar a 2015 con una proporción de indigencia de 9,7 por ciento para cumplir con el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que establecieron la obligación de reducir a la mitad la proporción de personas indigentes, que perciben menos de un dólar diario, y que sufren hambre entre 1990 y 2015.

Pero en 2006 había casi 15 por ciento de indigentes en este país.

Un gran avance se conseguiría generado empleos y superando la desnutrición infantil, apuntó Missair.

"Si nosotros no le damos empleo a la gente, vamos a transformar a la gente en pobres crónicos", advirtió.

"Para no empeñar el futuro del país", agregó, "hay que procurar la alimentación a la niñez. Si no se logra eso, van a tener ciudadanos con menor capacidad para estudiar, trabajar y producir, y eso no contribuye a disminuir la pobreza".

Veintisiete por ciento de las niñas y niños viven con desnutrición crónica.

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