METAS DEL MILENIO: Nuevas amenazas frenan lento avance

Una nueva serie de problemas amenaza los esfuerzos de los países del Sur para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, que buscan reducir la pobreza, el hambre, las enfermedades y el analfabetismo para 2015.

Cuando restan menos de siete años para alcanzar esos objetivos, los fracasos superan largamente a los limitados avances logrados hasta el momento.

Además, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) advirtió que los resultados positivos corren el riesgo de ser neutralizados por nuevas amenazas, entre las que se encuentran la disparada de precios de los alimentos y el petróleo, el aumento en los costos de transporte, la reducción en la ayuda al desarrollo y la escasez de trabajadores de la salud.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que se registró un "progreso innegable" en materia de salud: el número de niños que sobrevive cada año se incrementó en tres millones, dos millones de personas más reciben tratamiento contra el sida y la asistencia escolar también creció en millones.

Desde 2000, cuando fueron adoptadas las metas del milenio, las condiciones macroeconómicas mejoraron notoriamente, con un promedio de crecimiento de cinco por ciento sólo en África, dijo Ban.
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"El desafío ahora es reeditar estos éxitos en más países", agregó, al concluir este miércoles dos días de debates de la Asamblea General de la ONU destinados a identificar los obstáculos en el progreso hacia el logro de los objetivos.

Pero con la amenaza de recesión en Estados Unidos y su impacto negativo en el resto del mundo, sumada al aumento en los precios de los alimentos y el petróleo, las perspectivas para las Metas del Milenio lucen sombrías.

El presidente de la Asamblea General del organismo mundial, Srgjan Kerim, advirtió que los objetivos en materia de pobreza, educación y salud son las áreas donde se requieren avances con más urgencia.

La experiencia indica, agregó, que el progreso en estos campos tiene un efecto catalizador sobre las otras áreas contempladas en las Metas del Milenio.

El número de pobres en África subsahariana, dijo Kerim, continúa en aumento y las proyecciones indican que llegarán a 360 millones para 2015.

Hay en el mundo alrededor de 72 millones de niños en edad de escolaridad primaria que no asisten a clases, más de 500.000 mujeres mueren cada año por complicaciones relacionadas con el parto y unos 10 millones de niños pierden la vida antes de llegar a la edad de cinco años, agregó.

Además, señaló Kerim, 1,7 millones de personas en África se han infectado con el virus de inmunodeficiencia humana, que provoca el sida.

La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Josette Sheeran, advirtió que ya existen signos de que "estamos ingresando en una nueva era de hambrunas", mientras que el número de personas que sufren hambre se mantiene alto, en torno a los 854 millones.

Muchas naciones, particularmente en África, no están en camino de cumplir con la primera de las Metas del Milenio: reducir el hambre a la mitad para 2015.

El PMA, con sede en Roma, que el mes pasado reclamó 500 millones de dólares adicionales para atender las necesidades de los desnutridos en 2008, ha expresado su preocupación por el aumento en los precios de los alimentos y el petróleo.

Desde enero, el precio internacional del arroz se incrementó 20 por ciento. Las alzas en este producto, al igual que las registradas en el pan, generaron protestas y disturbios en varios países, entre ellos Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil y Egipto.

Según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, la mayoría de las naciones en vías de desarrollo no han avanzado en el objetivo de reducir la mortalidad materna.

"Los Estados deben comprometerse a eliminar las violaciones subyacentes a los derechos humanos que provocan la mortalidad materna", señaló.

La directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFAP, por sus siglas en inglés), Thoraya Ahmed Obaid, dijo que la "triste y espantosa verdad" es que la mortalidad materna constituye la mayor inequidad en materia de salud en el mundo.

Esta brecha sanitaria entre los países ricos y pobres, y dentro de cada nación, sólo profundiza la pobreza generalizada, que es la causa de todos estos problemas, agregó.

La directora del UNFAP señaló que un estudio realizado en Egipto demostró que cada dólar invertido en planificación familiar ahorró al gobierno 31 dólares de gasto en educación, alimentos, salud, vivienda, agua y servicios cloacales. Investigaciones en México, Tailandia y Vietnam mostraron resultados similares.

"La relación costo-beneficio es clara. Y las consecuencias de la no inversión son dramáticas. Se estima que el costo global del impacto de la mortalidad materna e infantil se ubica en torno a los 15.000 millones de dólares en concepto de productividad perdida", afirmó Obaid.

Una de las causas que impiden avanzar en este aspecto, advirtió, es la escasez de trabajadores de la salud y las condiciones laborales poco atractivas.

Más de cuatro millones de trabajadores de la salud son necesarios en África y Asia y existe una necesidad inmediata de 334.000 parteras, agregó Obaid.

"Juntos, podemos lograr que esas parteras trabajen en las comunas donde son necesarias y brindarles incentivos para que continúen haciéndolo, frecuentemente en condiciones adversas, para salvar la vida de muchas mujeres", dijo.

Según Obaid, se requieren unos 6.000 millones de dólares adicionales al año para reducir la mortalidad materna e infantil, una suma que equivale al dinero dedicado cada día y medio, globalmente, a gasto militar.

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