La batalla para elegir el candidato presidencial del opositor Partido Demócrata en Estados Unidos está lejos de terminar, y la fuerte pugna hace temer una división interna que debilite las fuerzas para las elecciones de noviembre.
A pesar de una mala racha en las últimas semanas, la senadora Hillary Rodham Clinton se mantiene en carrera tras ganar el martes a su rival el senador Barack Obama con una ventaja de 10 puntos porcentuales en las primarias realizadas en el nororiental estado de Pennsylvania, clave paras los comicios generales.
Esta victoria le asegura a la senadora, esposa del ex presidente Bill Clinton (1993-2001), continuar en batalla hasta inicios de junio, cuando se realizará la última votación primaria, y quizás le dé buena posibilidades a fines de agosto en la Convención Demócrata, que se celebrará en la central ciudad de Denver.
Pero el fantasma de una campaña extensa preocupa a muchos demócratas, pues temen que una fuerza política tan dividida no podrá enfrentar con eficacia al gobernante Partido Republicano, que ya tiene como candidato casi seguro al senador John McCain.
Algo más preocupante para los seguidores de Obama es que, por primera vez, su rival puso en duda su capacidad para vencer en noviembre, y se presentó a sí misma como una alternativa que puede resistir críticas y pruebas en una larga campaña.
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"Hoy, aquí en Pennsylvania, ustedes se hicieron oír. Y, gracias a ustedes, la corriente está cambiando", dijo Clinton a sus partidarios el martes en su discurso de victoria. "Ahora puedo tropezar y ser noqueada, pero mientras estén conmigo, siempre me volveré a levantar", añadió.
Clinton destaca a su favor que ha estado en el primer plano político desde hace 16 años, durante los cuales la maquinaria de ataque republicana no ha sido capaz de tumbarla.
En un debate televisado la semana pasada, Obama parecía molesto con las repetidas preguntas sobre una serie de polémicas que lo afectaron en los últimos meses. El candidato y sus partidarios desde entonces ridiculizaron a los moderadores, acusándolos de no atender a los temas más importantes. De todas formas, el debate fue considerado una victoria para Clinton.
La senadora señaló que los republicanos serán aun más duros en sus críticas durante la campaña para noviembre, y citó al ex presidente Harry Truman (1945-1953): "Si no soportas el calor, sal de la cocina":
Sin embargo, Obama sigue registrando récords en su recolección de fondos: más de 40 millones dólares el mes pasado. Las últimas revelaciones financieras de Clinton muestran que su campaña está en rojo, pero espera un auge de donaciones luego de su victoria del martes.
Aunque Obama volcó más del doble de dinero que Clinton en la campaña de Pennsylvania, la senadora fue quien se llevó la victoria.
"El mismo hecho de que él no puede sacársela de encima se convierte en el mayor argumento en su contra. ¿Por qué no puede cerrar un acuerdo?", escribió el columnista Maureen Dowd en el periódico The New York Times.
"A pesar de todos sus dones, Obama perdió muchas oportunidades para meter la pelota en la red y terminar el juego", agregó.
Pero, a pesar de que Clinton anota puntos a último minuto, aún no está claro si podrá obtener la candidatura.
Como faltan pocas votaciones, la senadora tendría que ganar por márgenes absurdamente altos para liderar en la cuenta de delegados electores en la Convención, elegidos por cada estado en las primarias.
Por eso, Clinton se concentra en atraer a los "superdelegados" elites del partido y funcionarios electospara pedirles que convenzan a los electores en la Convención de que apoyen su candidatura en lugar de la de Obama.
Pero eso será muy difícil. En sus 24 años de historia, los superdelegados nunca instaron a los delegados electores a cambiar de opinión.
Clinton ganó por más de 200.000 sufragios en Pennsylvania, pero sigue medio millón de votos detrás de Obama en el conteo total, según el sitio web Real Clear Politics. Aunque, si se contaran los resultados en la anulada primaria del sudoriental estado de Florida, Obama lideraría con apenas 200.000 votos.
Mientras Clinton parece confiada, Obama lidera las encuestas en varios estados donde aún no se ha votado. Es difícil que se produzcan grandes cambios. En los estados más pequeños, el electorado está profundamente dividido.
Las divisiones quedaron en evidencia en la encuesta a boca de urna realizada el martes. Una consulta de la cadena de noticias CNN mostró que más de la mitad de los votantes sólo se sentirían satisfechos si su candidato es el que gana la nominación demócrata.
Esa división ha hecho que muchos demócratas sigan pidiendo a Clinton que se retire de la campaña, un escenario muy poco probable debido a su éxito del martes, o al menos que reduzca su discurso agresivo hacia Obama.
Criticando también a Obama por sus duras respuestas, The New York Times publicó un editorial este miércoles titulado "El ancho sendero a la victoria", en el que llama a los superdelegados a obligar a Clinton a que modere sus ataques.
"Los votantes se están cansando de eso. Está dando una mala imagen del proceso político, y no funciona", señaló el diario en su editorial. "Es tiempo de que la senadora Hillary Rodham Clinton reconozca que esa negatividad, de la cual ella es mayormente responsable, no hará nada más que dañarla a ella, a su partido y a las elecciones de 2008".