La crisis alimentaria causada por la caída de las cosechas, el aumento de precios y la creciente escasez amenaza golpear con más severidad a las mujeres y a los niños, advirtieron organizaciones humanitarias y expertos de la ONU.
"Incluso la falta temporaria de los nutrientes que necesitan los niños para crecer y desarrollarse puede dejar una cicatriz permanente en términos de su crecimiento físico y potencial intelectual", advirtió el nutricionista Andrew Thorne-Lyman, del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Al Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) le preocupa fundamentalmente el impacto de la crisis alimentaria en las embarazadas y las madres con hijos pequeños.
"Hemos ofrecido asistencia alimentaria a estas mujeres en crisis recientes, incluidas las de Moldavia y Níger, pero la actual escasez hace que otorgar esta ayuda sea más dificultoso", dijo a IPS Safiye Cagar, directora de Información y Relaciones Externas del Unfpa.
La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Ann Veneman, advirtió que el sostenido aumento en los precios de los alimentos "afectará mucho más a la población más vulnerable".
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En el conjunto, Veneman incluyó a quienes "dependen de asistencia humanitaria, los huérfanos, los enfermos de sida o portadores del virus que lo provoca, los refugiados y los pobres urbanos".
La disparada de precios y sus consecuencias pueden afectar los avances hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio, adoptados por la Asamblea General de la ONU en 2000, y que se proponen, entre otras metas, reducir a la mitad la pobreza extrema y la desnutrición para 2015 respecto de sus niveles de 1990, agregó.
Pero, dijo Veneman, también podrían determinar retrocesos o impactar negativamente en diversos indicadores sociales referidos a la infancia.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los precios de los alimentos han aumentado 83 por ciento en los últimos tres años. El del arroz se disparó 141 por ciento desde enero hasta ahora.
El presidente de la organización humanitaria Salvemos a los Niños, con sede en Estados Unidos, Charles MacCormack, dijo que la creciente presión sobre los presupuestos familiares tendrá un negativo impacto en la salud y educación de los niños.
El alto precio de los alimentos arrastrará a más familias hacia la pobreza y las forzará a tomar decisiones difíciles sobre los rubros en que gastarán sus ingresos, agregó.
"Los padres podrían optar por reducir la cantidad y calidad de los alimentos para sus familias, sacar a sus hijos de la escuela y enviarlos a trabajar, limitar el gasto en atención de la salud o vender activos productivos clave para hacer frente a las sombrías circunstancias económicas", señaló MacCormack.
"Esta crisis se agravará antes de que comience a mejorar y es vital que las familias y las comunidades cuenten con la comida que necesitan ahora, al igual que las herramientas para prepararse a responder a las emergencias alimentarias futuras", afirmó.
El encarecimiento de los alimentos tiene un correlato con la desnutrición infantil, y así lo demuestran las estadísticas recogidas en Bangladesh en los años 90, según Thorne-Lyman.
Las familias no dejaron necesariamente de comprar arroz cuando los precios aumentaron, sino que redujeron el consumo de otros alimentos ricos en minerales y vitaminas imprescindibles para ayudar al desarrollo de los niños, comentó.
Cagar apuntó a otro aspecto del problema: las mujeres pobres pueden verse forzadas a la prostitución para atender sus necesidades básicas, en la medida que la comida resulta menos accesible para sus familias a causa de los aumentos de precios.
"Esto puede llevar a un aumento de la violencia, especialmente contra las mujeres pobres y las que son jefas de familia", agregó. Tampoco descartó la posibilidad de desplazamientos masivos de personas a causa de emergencias y desastres causados por la crisis alimentaria.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró a la prensa que "en el corto plazo debemos atender todas las crisis humanitarias que han estado impactando sobre los más pobres entre los pobres, dado que 100 millones de personas más se han visto arrastradas hacia esta crisis".
"Veremos que tipo de acciones inmediatas y de largo plazo podemos adoptar como parte de una iniciativa liderada por la ONU", señaló.