La Bolsa Internacional de Turismo (ITB) concluyó cinco días de agitada actividad con buenos resultados, según la mayoría de los expositores. Pero no para los delegados de Kenia y de Sri Lanka, quienes sudaron para convencer al público de que sus países son ahora lugares seguros para los turistas.
Para Kenia, la ITB difícilmente pudo haberse realizado en un momento menos oportuno, es decir, pocos meses después de la violencia tribal y política que azoló su territorio tras las controvertidas elecciones del 27 de diciembre.
Desesperada por reactivar cuanto antes su industria turística, esa nación africana envió a la capital alemana una delegación de alto nivel con un mensaje concreto: Kenia está de nuevo en el negocio y quiere recibir visitantes.
"Estamos aquí para asegurarle al mundo que Kenia está de regreso y es un lugar seguro, y que somos serios en nuestra determinación de volver a la normalidad", dijo en Berlín el parlamentario keniata Najib Balala.
La ITB, la mayor reunión anual de operadores de viaje del mundo, concluyó el domingo en la capital alemana. En el encuentro participaron 11.147 expositores de 186 naciones.
"Queremos trabajar por una imagen positiva del país. Sabemos que va a tomar varios meses, pero somos optimistas", señaló por su parte el director general de la Junta Turística Keniata, Ongon'a Achieng.
A inicios de este mes, las partes en conflicto en Kenia llegaron a un acuerdo para compartir el poder y así poner fin a la violencia, que dejó 1.500 personas muertas y otras 600.000 desplazadas. Los enfrentamientos también motivaron muchas cancelaciones de turistas.
Ante esto, Kenia anunció que pretende invertir 1,9 millones de euros en un "programa de recuperación" destinado a promover las atracciones del país, principalmente en los mercados clave de Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Funcionarios en Nairobi señalaron que el programa se concentrará en campañas de promoción, publicidad para el consumidor, invitaciones a la prensa y planes para familiarizar a los agentes de viaje con las atracciones keniatas.
Al mismo tiempo, la industria turística de Sri Lanka, que ya sufrió una caída de 12 por ciento de las visitas internacionales en 2007, sufrió otro duro golpe en enero, cuando varios países occidentales aconsejaron a sus ciudadanos que no viajaran a esa isla de Asia meridional azotada por la guerra civil.
Alemania, Australia, Canadá, Gran Bretaña y Rusia luego reiteraron sus advertencias ante una serie de atentados con bomba y la violencia esporádica en varias partes de esa nación.
Algunos gobiernos incluso especificaron las partes de Sri Lanka que consideraban peligrosas.
En Berlín, la delegación de Sri Lanka se esforzó por alejar todos los temores, insistiendo en que el país pronto volvería a la normalidad, pero los operadores alemanes permanecen escépticos, afirmando que pasarán meses, si no años, antes de que se disipen todos los miedos de los turistas.
Para los países de Asia Pacífico, la historia fue diferente. La información reunida por la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas y la Comisión Europea de Turismo demuestra que esa región del mundo es la que más crece en materia de salida y entrada de viajeros.
La llegada de turistas internacionales a Asia Pacífico creció más de 10 por ciento el año pasado, luego de un incremento de ocho por ciento en 2006. Japón, China, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, India, Malasia y Tailandia generaron en total más de 70 millones de viajes turísticos a otras regiones.
Sin embargo, la mayoría de esos viajes eran hacia destinos de corta distancia. Sólo ahora Europa pasó a atraer un mayor número de visitantes de diferentes mercados, ya que los viajeros asiáticos comenzaron a procurar lugares más lejanos, dijeron expertos en Berlín.
La ITB se concentró este año en el ejemplo de República Dominicana, que mostró su disposición a deshacerse de su reputación como simple centro de vacaciones de bajo costo y dar un mayor relieve a su rica herencia cultural y a sus nuevas instalaciones de alta categoría.
Esa nación del Caribe envió nos 130 delegados a Berlín, junto a 80 músicos y bailarines. La subsecretaria de Turismo dominicana Magaly Toribio dijo que su país estaba ansioso por presentar una nueva imagen, que vaya más allá de las playas blancas, y subrayó la gran inversión que realiza su gobierno en una mejor infraestructura.
El gobierno hace grandes esfuerzos para asegurar que sus principales atracciones sean sustentables, por lo cual incluyó grandes áreas del país en un plan de preservación que beneficia a 19 parques nacionales, 15 reservas naturales y dos santuarios marinos, explicó.
"El turismo sin duda es el fundamento de la economía dominicana, y es nuestro principal generador de divisas", añadió, e indicó que el número de turistas llegados a su país creció 1,7 por ciento en 2007 respecto del año anterior, al sumar 3,9 millones.