Más de un millón de iraquíes en Siria no pueden encontrar trabajo. Por su inactividad, son llamados despectivamente «portadores de almohadas».
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) dijo que hay por lo menos 1,5 millones de refugiados iraquíes en Siria. Si empiezan a trabajar, pierden ese estatus y sus pequeños pero necesarios beneficios.
Por ello, refugiados iraquíes que una vez fueron doctores, ingenieros, atletas, artistas o empresarios están en Siria sin nada qué hacer.
"Nos llaman portadores de almohadas aquí", dijo Jassim Alwan, quien huyó de Bagdad luego de haber sido arrestado por las fuerzas estadounidenses en 2003. "Fui humillado como un animal por esos que se llaman soldados de la libertad, por lo cual decidí escapar a Siria", añadió.
Ahora no tiene trabajo. "Todo lo que hago es quedarme despierto tarde hasta la noche pensando en el oscuro futuro mío y de mi familia, y dormir todo el día como un hombre medicado. A la mayoría de los iraquíes les pasa lo mismo", indicó.
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Muchos refugiados iraquíes se reúnen a la noche en las casas de té de Damasco. Pasan gran parte de la noche hablando sobre el té iraquí y fumando pipa.
"No todos podemos comprar una pipa. Muchos carecemos de dinero luego de estar varios años gastando sin recibir ingresos", contó a IPS Salim Khattab, ex ingeniero de la septentrional ciudad de Mosul.
"Acepté un trabajo como vendedor por 100 dólares al mes por un tiempo, pero renuncié cuando me pidieron que además limpiara el negocio. De todas formas, 100 dólares me duraban sólo unos días. Ahora paso mi tiempo en cama, esperando la noche para reunirme con mis amigos", agregó.
Muchos iraquíes han escrito poemas sobre su condición, o intentan hacer bromas sobre ello. La audiencia no siempre se ríe. Por el contrario, la mayoría de las veces llora. Algunos poetas y escritores frecuentan las casas de té.
"Iraq se ha convertido en el páramo del que hablaba (el poeta inglés Thomas Stearns) Eliot, y aun peor", dijo un escritor iraquí que prefirió no dar su nombre. "Esos ladrones que tomaron control del país con la ayuda de más grandes ladrones, los ocupantes, son la razón de nuestra agonía", afirmó.
Por su parte, Mohammad Adnan, un ex comerciante en Bagdad, dijo a IPS: "Yo creo que los estadounidenses invadieron nuestro país para convertirnos en buenos para nada. Quieren que nos quedemos fuera de Iraq para que el país se mantenga atrasado mientras traen más corporaciones capitalistas para saquear lo que quedó".
Hay 2,7 millones de iraquíes desplazados en su propio país, y otros 2,4 millones han huido, la mayoría a Jordania y Siria, señaló la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un informe divulgado el 19 de este mes.
La OIM, organismo independiente que coopera con la Organización de las Naciones Unidas y sus agencias, alertó que la situación para los iraquíes fuera de su país se está deteriorando.
"Hay muy poca luz al final del túnel en la crisis humanitaria iraquí", dijo a periodistas la portavoz de la OIM, Jemini Pandya. "Las condiciones para los desplazados y refugiados empeoran".
Para muchos iraquíes que debieron huir de sus hogares pero no abandonaron su país, la situación también es crítica. "Muchos desplazados viven en refugios infrahumanos y hacinados, ya que no tienen ingresos para pagar los cada vez más caros alquileres", indica el informe de la OIM.
Más de 75 por ciento de ellos no tienen acceso a las raciones de comida del gobierno, y cerca de 20 por ciento carecen de agua potable, señala el informe. Alrededor de 33 por ciento no pueden acceder a medicamentos que necesitan, y sólo 20 por ciento recibieron algún tipo de ayuda de agencias humanitarias.
(*Maki, corresponsal en Siria, trabaja en estrecha colaboración con Dahr Jamail, nuestro especialista sobre Iraq radicado en Estados Unidos y quien trabajó en Medio Oriente más de cuatro años).