Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos decidió este jueves que el periodista y activista negro Mumia Abu-Jamal, condenado a muerte en 1982, tiene derecho a la revisión de su caso y, eventualmente, a que se conmute su pena a cadena perpetua.
Su abogado apelará este último dictamen para exigir un nuevo juicio en el que pueda demostrar su inocencia.
Los tres miembros del tribunal resolvieron que Abu-Jamal, acusado por la muerte en 1981 del policía blanco de la nororiental ciudad de Filadelfia Daniel Faulkner, debe gozar del derecho a la revisión del juicio, el cual podría derivar en una condena a prisión perpetua sin el beneficio de la libertad condicional o la posibilidad de un nuevo juicio.
Pero la revisión sólo serviría para determinar si se adopta esta alternativa o se ratifica la decisión original, de acuerdo con el dictamen de este jueves.
El tribunal determinó que la condena a muerte no es válida porque, al parecer, el jurado, integrado por personas blancas, no comprendió aspectos importantes vinculados con la pena capital. En ese sentido, indicó que el juez les había dado información confusa.
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La fiscalía, y no sólo la defensa de Abu-Jamal, puede apelar este fallo.
Sin embargo, dos de los tres magistrados rechazaron la petición de Abu-Jamal de un nuevo juicio en que pudiera demostrar su inocencia, pues consideraron que sus quejas sobre el sesgo racial del jurado, considerada inconstitucional, fueron presentadas fuera del plazo requerido.
Históricamente, los jurados de raza blanca se inclinan más que los mixtos por dictar condenas a muerte.
El abogado de Abu-Jamal, Robert R. Bryan, dijo que apelará el fallo e insistirá para que se haga un nuevo juicio que permita establecer la culpabilidad o inocencia de su cliente.
"Estamos agradecidos, pero esto no es suficiente. Él es inocente. Esto no es una victoria, desde nuestro punto de vista", dijo Bryan a IPS.
El abogado afirmó que el juicio original estuvo viciado de imparcialidad. "Apestaba a racismo. Quiero un nuevo jurado. Quiero que lo declaren inocente para que vuelva a su casa con su familia", enfatizó.
En los últimos meses se han realizado, en Estados Unidos y en otros países, protestas ante la posibilidad de un fallo desfavorable. Nuevas manifestaciones se prevén para este viernes. Activistas programan una gran concentración en Filadelfia para el 26 de abril.
Según Christina Swarns, directora del Proyecto de Justicia Penal de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color, alrededor de 10 potenciales jurados afroestadounidenses fueron descartados en el juicio original de 1981.
Cuando fue acusado por la muerte de Faulkner, Abu-Jamal trabajaba como periodista en Filadelfia y había denunciado en reiteradas ocasiones la corrupción y el racismo existente en la policía de la ciudad.
El agente murió en un confuso incidente, tras detener un automóvil conducido por el hermano de Abu-Jamal. Se dijo que el periodista corrió desde un taxi hasta la escena del crimen, donde fue arrestado con una pistola registrada a su nombre.
Los relatos de testigos son contradictorios. La evidencia es incompleta y en parte se ha perdido. Abu-Jamal resultó herido de bala en el pecho. Siempre sostuvo que era inocente.
Fue condenado en un momento en que la ciudad, todavía una de las más pobres de Estados Unidos, estaba convulsionada por la tensión racial y las evidencias de grosera brutalidad policial. El jurado se basó más sobre evidencias circunstanciales que sobre pruebas forenses.
"La verdad en este caso jamás ha visto la luz", dijo Bryan.
"No era muy popular para algunos sectores de la comunidad", dijo Abu-Jamal, en referencia a su trabajo periodístico, al ser entrevistado por IPS en febrero. "Para ser honesto, no era nada popular con mis jefes. Me criticaban constantemente por lo que hacía. Pudo haber sido de excelente calidad, pero irritaba a muchos".
Abu-Jamal perteneció al Partido Panteras Negras, el grupo político afroestadounidense inspirado en la prédica de Malcom X, fundador de la organización Nación del Islam, asesinado de siete balazos en 1965, a los 39 años.
"Como consecuencia de esa militancia, yo conocía a mucha gente en todo el país y podía hacer trabajos no sólo sobre ese tema sino acerca de un amplio espectro de asuntos políticos. Creía que era mi deber e intenté cumplirlo lo mejor que pude. Eso, seguramente, me puso en una situación muy difícil", agregó en esa entrevista.
Actualmente, Abu-Jamal realiza desde la cárcel un programa de radio y escribe libros. Pasa en aislamiento 23 horas por día.
La Orden Fraternal de la Policía, que tiene un considerable poder en el estado de Pennsylvania, ha ejercido una continua presión para que se ejecute a Abu-Jamal.
Otro tanto ha hecho la viuda del policía asesinado, Maureen Faulkner, quien hace poco escribió un libro junto con Michael Smerconish, conductor derechista de un programa de radio, reclamando que se aplique la pena de muerte.
Uno de los tres jueces del tribunal de apelaciones, Thomas Ambro, señaló en su opinión disidente que Abu-Jamal merecía un nuevo juicio para determinar las razones por las cuales se rechazó a los jurados negros, aunque esa apelación no hubiera sido presentada dentro del plazo establecido.
"Excluir aunque sea a una sola persona de un jurado en razón de su raza viola la Constitución", escribió en su dictamen en minoría, de 118 páginas.
Finalmente, en el juicio original, entre los miembros del jurado que condenó a muerte a Abu-Jamal había sólo un afroestadounidense.
Según Bryan, la firme disidencia de Ambro es suficiente para emprender la búsqueda de un nuevo juicio. "Es una guía, una luz en la oscuridad", aseguró.
Aunque no presentar a tiempo la objeción sobre la composición del jurado fue un grave error de los abogados de Abu-Jamal, señaló Bryan, quien tomó su defensa hace cinco años, no constituye una buena razón para rechazar la apelación de su cliente.
"El caso fue mal manejado. Fue un desastre. Está en pedazos. Es como intentar volver a unir las partes de un huevo que se estrelló contra el piso", concluyó.