Si el gobierno de Israel creía que debilitaría a Hamas al bloquear Gaza e invadir ese territorio palestino a principios de mes, debería sentirse frustrado con los resultados: una encuesta revela que ocurrió exactamente lo contrario.
El sondeo, realizado entre los días 13 y el 15, también parece confirmar un punto de vista ya expresado por varios políticos israelíes: el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, no es el hombre con el que el gobierno de Ehud Olmert debería estar negociando.
El estudio del Centro Palestino de Investigaciones Políticas, radicado en la ciudad cisjordana de Ramallah, constata que Ismail Haniyeh, líder de Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica), que controla la Franja de Gaza, supera en popularidad a Abbas, del moderado y secular partido Fatah, que ejerce su autoridad en Cisjordania.
Según la encuesta, si las elecciones presidenciales palestinas se celebraran por estos días, Haniyeh obtendría 47 por ciento de los votos contra 46 por ciento de Abbas.
Esto marca un cambio radical respecto de la encuesta realizada por el mismo Centro en diciembre, cuando 56 por ciento de los entrevistados optaron por Abbas y apenas 37 por ciento por Haniyeh.
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El cambio se debe, en parte, a la incursión armada de Israel en Gaza, en la que más de 100 palestinos, la mayoría civiles, perdieron la vida. El operativo militar respondió a los ataques con cohetes contra ciudades israelíes realizados por miembros de Hamas.
Pero el estudio también concluye que la popularidad de Haniyeh también se incrementó por la decisión de Hamas, en enero, de destruir un sector de la valla fronteriza que separa a Gaza de Egipto, en un intento de quebrar el bloqueo israelí al territorio.
Desde que Hamas desplazó por las armas a Fatah del control de Gaza, el año pasado, Israel reforzó la restricción del flujo de bienes desde y hacia la franja, donde viven 1,5 millones de palestinos.
También cortó el suministro de electricidad, en un intento por detener los ataques con cohetes. Israel provee a Gaza la mayor parte de su energía.
Pero la destrucción de la valla fronteriza permitió a centenares de miles de residentes cruzar a Egipto y abastecerse de alimentos y otras mercaderías, lo cual elevó la popularidad de Hamas.
"Estos hechos presentaron a Hamas logrando un éxito con la ruptura del cerco, y también como víctima de los ataques israelíes", señala el análisis del Centro Palestino de Investigaciones Políticas basado sobre los resultados de la encuesta.
La falta de avances en el diálogo de paz socavó la imagen de Abbas entre los palestinos y fortaleció la de Hamas, que se opone a las negociaciones con Israel y no reconoce su derecho a la existencia como Estado.
La mayoría de los políticos israelíes se deben estar preguntando en privado si Abbas está en condiciones de negociar un acuerdo aceptable para los palestinos. Pero un miembro del gabinete se animó a formular esa duda en público.
Se trata del ministro de Infraestructura, Benjamin Ben-Eliezer, quien se pronunció a favor de liberar a Marwan Barghouti, un dirigente de Fatah que cumple cinco cadenas perpetuas en una cárcel israelí.
Un tribunal de Israel lo encontró culpable de organizar atentados en que murieron ciudadanos israelíes durante la Intimada, la insurrección popular contra la ocupación del territorio palestino. Aun en prisión, Barghouti integró listas electorales de Fatal y resultó electo diputado.
"No es ni por asomo un moderado, pero al menos hará cumplir los eventuales acuerdos que podamos alcanzar con él", declaró Ben-Eliezer, del centroizquierdista Partido Laborista.
Por su cercanía con el ministro de Defensa y máximo dirigente laborista, Ehud Barak, se supone que esos comentarios públicos reflejan la opinión de su líder.
El sentido de su declaración no admite dudas: el Partido Laborista cree que Abbas carece del apoyo público y el poder político necesarios para hacer respetar, o lograr que se respeten, las concesiones palestinas inevitables para alcanzar un acuerdo de paz con Israel.
La encuesta del Centro Palestino de Investigaciones Políticas revela que Barghouti ganaría una segunda vuelta de elecciones presidenciales por 57 por ciento de los votos, superando el 38 por ciento de Haniyeh.
El dirigente encarcelado no es ajeno a los acontecimientos que se producen fuera de prisión. Poco después de la difusión del sondeo, dijo considerar su candidatura a los próximos comicios presidenciales en la Autoridad Nacional Palestina, previstos para 2009 o 2010.
Su abogado, Khader Shakirat, difundió un mensaje en el que Barghouti afirmaba que tomaría la decisión cuando se fije la fecha de las elecciones.
"No descarta esa posibilidad. Todas las encuestas muestran que es el único que puede darle la victoria a Fatah. El pueblo palestino apoya a Barghouti como su futuro líder", afirmó Shakirat.
El abogado no cree que la popularidad de su cliente se deba al hecho de estar cumpliendo una condena en una cárcel israelí. El caso, argumentó, es exactamente el opuesto.
"Como está preso obtiene menos apoyo en las encuestas. La gente se pregunta: '¿Qué podemos hacer por él? Está preso'. No tengo dudas de que, si lo liberan, obtendrá 70 por ciento de los votos", aseguró Shakirat.