El Grupo de los 77 (G-77), que reúne a 130 países en desarrollo, cuestionó la decisión del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, de agrupar en uno solo dos puestos clave para el Sur, uno dedicado a los asuntos de África y otro a los países más pobres.
"Varias delegaciones han expresado su preocupación sobre el reordenamiento, en especial sobre el mandato legislativo para el reordenamiento, la base lógica y su posible impacto en el funcionamiento de ambas oficinas", reza la carta de protesta del presidente del G-77, John W. Ashe, embajador de Antigua y Barbuda.
Los dos puestos separados hasta ahora son los del consejero especial de la ONU sobre África y el jefe de la Oficina del Alto Representante para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
Ambos cargos, con el rango de subsecretaría general y considerados en el tercer lugar más alto dentro de la jerarquía del foro mundial, fueron creados por la Asamblea General la década pasada.
Ban arguye que unificar estos puestos responde principalmente a la necesidad de "hacer mejor uso de recursos".
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Pero un diplomático asiático que prefirió mantener el anonimato dijo a IPS que aun si ése es el verdadero objetivo, Ban "lo está haciendo en forma incorrecta".
Ambos puestos fueron creados por la Asamblea General, y sólo ésta tiene el derecho legítimo a tomar una decisión sobre unirlos o abolirlos, sostuvo.
"No es prerrogativa de la Secretaría ni del secretario general actuar en asuntos de tal importancia antes de buscar la aprobación de la Asamblea General", añadió.
En una carta al G-77 en enero pasado, Ban aclaró que, luego de consultar a los países africanos en la ONU, "la Oficina del Consejero Especial sobre África no será abolida, y que los recursos destinados a esa Oficina en apoyo a su mandato permanecerán intactos", en conformidad con las resoluciones de la ONU sobre el programa presupuestal 2008-2009.
Ban dijo a periodistas el año pasado que el plan de reordenamiento tenía el fin de "fortalecer la atención de la ONU a los asuntos africanos, no debilitarla".
Esto también busca "integrar y consolidar las eficiencias de la ONU, así como los recursos, para atender mejor los asuntos africanos".
Como ya ha hecho antes, Ban subrayó que los temas de África "eran la más alta prioridad" en su agenda desde el primer día.
Fue por esto, indicó, que su primera designación en un cargo fue "a una distinguida mujer africana (la tanzana Asha-Rose Migiro), como vicesecretaria general".
Las protestas dentro del G-77 fueron lideradas por los Países Menos Adelantados (PMA) y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), quienes se quejaron de no haber sido consultados sobre la unificación de los puestos.
Temen que quien ocupe el nuevo puesto unificado sea sobrecargado de tareas al tener una amplia gama de mandatos en una sola oficina, a pesar de que la mayoría de los 50 PMA están en África.
Pero los PEID, que en su mayoría están fuera del continente africano, sostienen que sus intereses han sido "ignorados o socavados" por la decisión de Ban.
Cheikh Sidi Diara, ex representante permanente de Malí ante la ONU y quien fue designado Alto Representante en julio, ahora es también consejero especial sobre África.
Menos de un mes después de que asumió como secretario general en enero de 2007, Ban fue también criticado por realizar cambios en el Departamento para Asuntos de Desarme y en el Departamento para Operaciones de Mantenimiento de Paz.
El G-77 se quejó entonces de que la decisión no había sido consultada a los países miembro del Comité Administrivo y Presupuestal.
En una reunión a puerta cerrada del G-77 en enero de 2007, el embajador de India, Nirupam Sen, declaró: "El secretario general no es un rey, y la Secretaría no es la corte del rey".
"Para usar una metáfora de la ceremonia matrimonial cristiana: lo que la resolución de la Asamblea General ha unido, no lo separe el hombre".