KOSOVO: Belgrado se propone como Gran Hermano

Serbia aguarda que la ONU apruebe su plan de «separación funcional» entre serbios y albaneses en Kosovo, la ex provincia que declaró el 17 de febrero su independencia de Belgrado, y que en la práctica implica mantener su hegemonía política en buena parte del territorio.

El ministro serbio para Kosovo, Slobodan Samardzic, dijo a la prensa que había entregado la propuesta a Larry Rossin, subdirector de la administración de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Pristina hace 10 días.

Asimismo, señaló que la iniciativa era parte del "plan de acción secreto" elaborado por el gobierno serbio en anticipación a la declaración de independencia por parte de los kosovares.

Kosovo tiene alrededor de dos millones de habitantes, 90 por ciento de ellos albaneses. El resto incluye a serbios, gitanos y otras minorías. Aproximadamente 100.000 serbios viven en la zona septentrional del país, fronteriza con Serbia, y otros 30.000 están esparcidos en el resto del territorio.

Si la misión de la ONU en Kosovo (Unmik) "quiere la paz y la estabilidad, tendrán que llegar a un acuerdo sustentable, en lugar de extinguir el fuego a través de la violencia cada dos días", dijo Samardzic.
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Se refería a la ola de enfrentamientos que estalló luego de la declaración de independencia. Los más graves se produjeron el 17 de marzo, cuando manifestantes serbios chocaron con la policía de la Unmik en la ciudad de Mitrovica. Un miembro ucraniano de la misión internacional resultó muerto y hubo más de 150 heridos, entre ellos 64 integrantes de las fuerzas de seguridad.

El ex ministro de Relaciones Exteriores serbio Goran Svilanovic dijo a IPS que la propuesta de Belgrado "pone sobre la mesa el tema de la separación, pero ésta no implica una división" de Kosovo. "Es una forma de federación no territorial, que podría constituir una solución a los problemas".

El portavoz de la Unmik, Gyorgy Kakuk, dijo que el plan había sido enviado a la sede de la ONU en Nueva York.

"La Unmik no puede decidir sobre esta cuestión. La ONU tendrá que tomar posición e informarnos cómo actuar", señaló y agregó que no existe una fecha definida para tener esa respuesta.

El plan serbio pide que se reconozca al Ministerio para Kosovo como socio en la administración del territorio. El objetivo, afirma, es facilitar un programa de desarrollo y cooperar con la Unmik y la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), compuesta por alrededor de 16.000 hombres.

El documento señala que Belgrado reconoce la jurisdicción de la ONU sobre Kosovo, pero en la práctica plantea que sólo los serbios, no los albaneses, podrán controlar la policía, la justicia y la aduana en alrededor de 15 por ciento del territorio, donde los serbios son mayoría.

"La Unmik y Serbia acuerdan intensificar la cooperación en materia de policía, justicia, aduana, transporte, control del límite administrativo entre Kosovo y Serbia y la protección de la herencia cultural y religiosa", dice la propuesta.

Kosovo fue la cuna del Estado serbio medieval. Alberga a algunas de las más antiguas y hermosas iglesias y monasterios de la región.

Según el plan de Belgrado, la policía serbia de Kosovo "responderá ante las autoridades locales serbias y estará bajo el comando de la Unmik".

También estipula que los serbios del territorio tendrán el derecho a administrar sus propios procedimientos judiciales y que los magistrados de la Unmik sólo podrán intervenir en los casos que involucren a miembros de otras etnias.

La propuesta señala que Belgrado y la ONU asumen la obligación de contribuir al libre comercio entre Kosovo y Serbia, así como de evitar que se establezcan barreras al intercambio.

"Si una tercera parte impusiera alguna, los serbios de Kosovo tendrán el derecho de crear sus propias autoridades aduaneras", según el plan.

El plan generó críticas en círculos diplomáticos y analistas en Belgrado y Pristina, la capital de la nueva nación.

"Esto representa un intento de Serbia para tomar el control político y administrativo de las áreas donde los serbios son mayoría. Va en contra de los esfuerzos internacionales que consideran a Kosovo como un Estado unitario. Implica un paso hacia la partición", dijo a IPS un diplomático occidental que pidió no revelar su nombre.

El viceprimer ministro kosovar Ram Manaj señaló que la propuesta "es inaceptable. Intenta mantener la hegemonía de serbia".

Belgrado impuso su control sobre Kosovo hace casi dos décadas, lo que llevó a la represión contra la mayoría albanesa de la entonces provincia serbia. Una rebelión armada para lograr la independencia fue brutalmente aplastada por el ex presidente serbio, y criminal de guerra, Slobodan Milosevic (1989-2000).

La OTAN bombardeó Serbia durante 11 semanas para poner fin a la represión. Milosevic fue forzado a retirar sus tropas de Kosovo y a partir de 1999 la ONU tomó a su cargo la administración del territorio, proceso que culminó con la declaración de independencia en febrero.

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