Las nuevas tecnologías, la religión y el mercado deben ser aprovechados para garantizar un saneamiento seguro para las zonas pobres rurales y urbanas de Asia, coincidieron expertos este jueves.
Actualmente, más de 2.600 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a sistemas organizados de saneamiento, de los cuales 1.500 millones viven en Asia Pacífico, señaló la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (ESCAP), organismo regional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con sede en Bangkok, que organizó la conferencia.
Cada año, más de 200 millones de toneladas de desechos humanos no son recolectados ni tratados en el mundo, añadió la ESCAP. Esto no sólo contamina el ambiente y propaga enfermedades, sino que obliga a las personas sin acceso a retretes a "vivir en una más profunda pobreza e indignidad".
"Si quieren resolver el problema, tienen que hablar sobre la tecnología apropiada que funciona", dijo en la conferencia Indeshwar Pathak, fundador del Movimiento Sulabh por Saneamiento y Reforma Social.
"En muchos países en desarrollo, debido a la falta de tecnología accesible de saneamiento, la cobertura está muy por debajo de lo satisfactorio", indicó.
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Y por eso, la participación de la comunidad es una prioridad, dado que la mayoría de las personas que necesitan inodoros son de los sectores más bajos y marginados, añadió Pathak, cuya organización ha construido 7.500 baños comunitarios en India.
"Todavía no es visto esto como una alta prioridad, debido a la falta de participación del pueblo", indicó.
Otros expertos, como Jack Sim, fundador y actual director de la Organización Mundial del Retrete, llamaron a un cambio de visión para solucionar el problema. "No seguimos el modelo de donantes, que requiere que los pobres sean clasificados como inútiles para que reciban asistencia", señaló.
Su organización promueve el uso de un "modelo de mercadeo", donde los pobres tienen que "demandar" retretes. Esto incluye "instruir a los pobres sobre el negocio del saneamiento", dijo Sim.
El papel de la religión promoviendo un cambio en los actuales hábitos sanitarios debe también ser incluido. "Es una buena herramienta, porque la mayoría de las religiones enseñan que para presentarse ante Dios hay que estar limpio. Debemos aprovechar esto", indicó.
Otras organizaciones, como la Asociación Mundial del Retrete, con sede en Seúl, señalaron que para que el mundo alcance sus objetivos de saneamiento, las discusiones sobre la necesidad de inodoros deben ser parte de conversaciones regulares.
"Se debe promover un diálogo abierto sobre los inodoros, un tema por lo general evitado debido a sus derivaciones desagradables. Es clave cambiar la percepción de las personas y estimular una acción social para expandir instalaciones sanitarias adecuadas en todo el mundo", señaló.
La conferencia de la ESCAP fue parte del programa por el Día Mundial del Agua, que se celebrará el 22 de este mes. El énfasis de este año en el tema de los retretes se debe a que 2008 es declarado Año Internacional del Saneamiento.
Garantizar un mejor saneamiento es además parte de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, acordados por los líderes mundiales en 2000 y con plazo para 2015.
El Objetivo número siete es reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable ni saneamiento básico.
El continente asiático ofrece un gran desafío para tamaño programa de desarrollo, ya que es hogar de gigantes como China e India, hogar cada uno de un tercio respectivamente de las 1.500 millones de personas sin saneamiento en la región.
Durante una revisión de los progresos hacia el cumplimiento de los Objetivos, la ONU reveló que China había "avanzado menos que la mitad de la distancia a la meta", mientras que los esfuerzos de India "no eran suficientes para mantenerse en la senda". Bangladesh, otra populosa nación de Asia, también se había quedado atrás.
Incluso países más pequeños como Camboya y Laos carecen de retretes. Sólo 17 por ciento de la población rural camboyana, que representa la mayor parte de sus 14,8 millones de habitantes, tienen acceso a inodoros, indicó Nasir Hassan, de la Organización Mundial de la Salud. En la vecina Laos, sólo 30 por ciento de la población accede a saneamiento básico.
Por contraste, países del sudeste asiático como Singapur y Brunei tienen una cobertura de saneamiento de 100 por ciento, seguidos por Tailandia, con 99 por ciento, y Malasia, con 94 por ciento.