AMBIENTE: Se recalienta crisis del agua

La crisis hídrica mundial, agravada por el cambio climático, no se restringe a los países pobres: más de 100 millones de europeos sufren falta de agua potable, afirman expertos.

Familia inundada en el Chocó, Colombia. Crédito: Jesús Abad Colorado/IPS
Familia inundada en el Chocó, Colombia. Crédito: Jesús Abad Colorado/IPS
Cuando el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, habló en enero ante el Foro Económico Mundial de Davos, su tema no fue la inminente recesión de la economía global, sino la creciente escasez de agua.

"La falta de recursos hídricos puede agravar e iniciar conflictos", les dijo Ban a los magnates de los negocios, los académicos y las autoridades que se reúnen una vez por año en el centro turístico suizo.

"A medida que la economía crece se vuelve más sedienta", advirtió.

La carencia de agua potable para más de 1.000 millones de personas y de saneamiento para más de 2.500 millones constituye "una devastadora crisis humanitaria", opinó Anders Berntell, director ejecutivo del Instituto Internacional del Agua, con sede en Estocolmo.
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"Pero es una crisis de manejo, no del agua misma, porque obedece a la ausencia crónica de fondos y a la incomprensión de que se necesita saneamiento e higiene en el ámbito local", dijo Berntell a Tierramérica.

"Esto se puede resolver mejorando la gobernanza, aumentando los recursos y sosteniendo los esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio", como erradicar la pobreza extrema y el hambre y adecuar la provisión de agua y alcantarillado, sostuvo.

Un estudio publicado por la ONU con motivo del Día Mundial del Agua, celebrado este 22 de marzo, afirma que la escasez no está confinada a las naciones pobres, también amenaza a más de 100 millones de europeos.

Casi 40 niñas y niños, la mayoría de Europa oriental, se mueren por día de una enfermedad vinculada al agua: la diarrea.

En el este europeo casi 16 por ciento de la población no tiene agua potable en casa, y en las zonas rurales, más de la mitad de los habitantes viven sin ella y sin saneamiento.

Vamos de mal en peor "por el despilfarro y el fracaso de los gobiernos en comprometer a las comunidades locales en la administración hídrica", afirmó Sunita Narain, directora del Centro para la Ciencia y el Ambiente, con sede en Nueva Delhi, y ganadora en 2005 del Premio Estocolmo del Agua.

"No hemos conseguido como sociedad usar pequeñas cantidades de agua para conseguir grandes logros de productividad", sostuvo.

Y el mundo afronta todavía un nuevo desafío, el del cambio climático, dijo Narain a Tierramérica.

"Y es en esto donde no estamos haciendo nada, pese a que se pondrá en riesgo la seguridad hídrica de grandes poblaciones que ya están al borde de la supervivencia", manifestó.

Berntell admitió que esto se produce "en un mundo con los medios financieros y técnicos para poner fin a esos dos escándalos".

"Tenemos que encontrar la forma de administrar los recursos hídricos, en lo que se refiere a la contaminación, y satisfacer la demanda de alimentos de una población que aumentará en más de 3.000 millones para 2050", sostuvo.

"También debemos dar respuesta al problema del agua y del clima. Todo puede ser mucho más desesperante y grave si no damos los pasos correctos", agregó.

El experto considera importante distinguir entre dos fenómenos: la crisis de los recursos hídricos —causada por la sobreexplotación agrícola e industrial y la contaminación— y los problemas de la provisión de agua potable y alcantarillado.

En una declaración publicada el día 19, la conservacionista Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) advirtió que muchos ríos de países en desarrollo y de potencias emergentes sufren una contaminación cercana al colapso.

"El río Yangtzé, el más largo de China, está envenenado de residuos agrícolas e industriales", señaló UICN.

El secretario de la ONU ha argumentado que la matanza en la occidental región sudanesa de Darfur se vincula al cambio climático.

"No es casual que la violencia haya estallado durante una sequía", dijo Ban. Cuando la tierra de Darfur era rica, los agricultores negros daban la bienvenida a los pastores árabes y compartían el agua.

Pero con la sequía, los agricultores cercaron sus tierras para impedir el exceso de pastoreo. "Por primera vez desde tiempos inmemoriales no había suficiente alimento y agua para todos. La lucha estalló", describió Ban.

"El agua es un clásico recurso de propiedad común. Nadie tiene el problema, por tanto, nadie tiene la solución", declaró.

En los últimos años, la comunidad internacional "ha intentado entender la naturaleza de la crisis y atraer la atención sobre ella, si bien en forma débil y desubicada", dijo Narain a Tierramérica.

"Todavía no se entiende cómo afecta la falta de agua a las comunidades y, por tanto, las Naciones Unidas se han dedicado a buscar rápidas soluciones técnicas a lo que es en primer lugar una cuestión de gobernanza", dijo.

Berntell lo ve desde otra perspectiva: "Sin duda el agua y, sobre todo, el saneamiento siguen muy abajo en la agenda internacional".

Pero la declaración de la ONU de 2008 como Año Internacional del Saneamiento ha catalizado la acción y la atención en cuestiones sanitarias y de higiene que son críticas, agregó.

Con todo, la ONU "debe mejorar su coordinación en materia de control e información. No se puede seguir publicando tantos informes simultáneos sobre temas superpuestos", criticó Berntell.

*El autor es corresponsal de IPS. Publicado originalmente el sábado 22 de marzo por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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