El sector privado libanés tuvo un año lúgubre. En 2007, la tierra de los cedros fue golpeada por una crisis tras otra. Pero los empresarios mantuvieron el espíritu alto y sus proyectos en curso, previendo tiempos de paz.
Protestas permanentes, problemas de seguridad, una breve guerra en un campo de refugiados palestinos y los habituales atentados tienen en vilo a este país.
La situación política tiende a la inseguridad, pero los empresarios se aferran a la consigna "el show debe continuar". Expansión parece ser el término que más se escucha en las calles de Beirut, independientemente de lo que les depare el futuro.
La cadena comercial ABC, que posee siete centros comerciales y más de 1.000 empleados, está dedicada a reforma una de sus principales sucursales en la ciudad de Dbayeh.
"En marzo lanzaremos una nueva sección que ocupa un piso entero de 8.000 metros cuadrados dedicado a los niños, llamado Kidsville", señaló Robert Fadel, gerente general de ABC.
"También contará con una sala de juegos de 500 metros cuadrados, un gran sector de artículos infantiles y una cafetería, La Mie Dorée", añadió.
Una segunda gran tienda en Ashrafieh, barrio de Beirut, se ampliará con una sala de juego de 800 metros cuadrados.
La empresa de Johnny R. Saade también se suma a la tendencia. Su rama turística Wild Discovery instalará en los próximos meses un comercio en Kaslik, en el noreste de Líbano.
"Decidimos continuar con el proyecto de abrir nuevas sucursales en Líbano, a pesar de la situación imperante, de acuerdo con la sencilla estrategia de invertir en tiempos de una crisis relativa a fin de prepararnos para la inevitable recuperación política y económica que puede preverse", indicó Sandro Saade, uno de los propietarios.
"El nuevo local también se justifica con el objetivo estratégico de cubrir el norte de Beirut, donde hay demanda de servicios turísticos de alta calidad", añadió.
La rama inmobiliaria de la compañía se enorgullece de un proyecto residencial de 30 millones de dólares en más de 18.000 kilómetros cuadrados en uno de los barrios elegantes de Beirut.
Además, la compañía instalará una bodega de vinos en el valle de Bekaa, cerca de los poblados de Kefraya y Tell-Denoub, en una franja de tierra de 50 hectáreas. El proyecto, de unos 25 millones de dólares, empleará a unas 50 personas, sin contar el personal temporario.
"El emprendimiento en Líbano también incluye dos proyectos complementarios más, un museo del vino y un 'hôtel de charme' (hotel de encanto, exclusivo) con entre 30 y 35 habitaciones", informó Karim Saade, otro de los propietarios.
Pero no se trata sólo de grandes nombres con fe en las turbias aguas libanesas.
El fundador de iLoubnan, un portal de noticias de Líbano, Nehme Lebbos, dejó su país en 1991 y trabajó 12 años como consultor en tecnologías de la información en Francia.
"Desde de irme, siempre quise volver. Comencé con iLoubnan en marzo de 2005 con ayuda de mi esposa, una periodista francesa. Es una revista en Internet con una sección de comercio electrónico", explicó Lebbos.
El joven empresario invirtió todos sus ahorros en su proyecto, además de un préstamo bancario. El éxito del portal le permitió ampliar sus operaciones, con cuatro periodistas de tiempo completo y una red de otros 20 reporteros independientes en el mundo.
Una visión compartida de Líbano parece amalgamar las diversas iniciativas empresariales.
"Líbano es nuestra tierra natal y creemos en nuestro país", señaló Fadel.
Lebbos es consciente de los riesgos que corre, pero igual está decidido a impulsar un cambio en su país.
Muchas empresas invierten en Líbano, pero también hay muchas que inician operaciones en el extranjero. ABC abrirá filiales en Jordania en marzo.
"La empresa llevará al mercado jordano el espíritu de Líbano y se propone imponerse como un atractivo polo comercial", indicó Fadel.
Asimismo, los hermanos Saade se basan sobre una red internacional de agencias para sus operaciones turísticas y para el lanzamiento de una nueva bodega en el vecino Siria.
El grupo se propone contrarrestar el escenario negativo realzando la calidad de sus servicios. Por ello, Wild Discovery invierte en un programa de capacitación de su personal a fin de mejorar sus capacidades técnicas.
Para la mayoría de los empresarios, la razón esencial que liga a sus proyectos es destacar a Líbano como una marca en la región.
Lebbos cree que eso no es posible sin la ayuda de los jóvenes.
"Necesitan viajar, estudiar en el extranjero y vivir en otros países, luego regresar e invertir en Líbano", sostuvo.