KENIA: Compartir el poder es clave, dice Rice

Compartir el poder es la clave para superar la violencia desatada en Kenia tras las elecciones presidenciales de diciembre de 2007, dijo la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, a los principales contendientes.

Rice viajó el lunes a Nairobi a fin de respaldar los esfuerzos para llegar a un acuerdo y alcanzar la paz.

Las acusaciones de fraude tras los comicios desencadenaron una ola de violencia que ya dejó más de 1.000 muertos y más de 600.000 desplazados, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El líder opositor Raila Odinga, quien denunció las irregularidades, al igual que los observadores internacionales, acusa al presidente Mwai Kibaki, quien se autodesignó vencedor, de pretender perpetuarse en el poder.

Pero en las elecciones parlamentarias que se realizaron el mismo día que las presidenciales, el partido de Odinga ganó una clara mayoría, adjudicándose 99 escaños contra 43 del oficialismo en la legislatura de 170 miembros. Con el concurso de fuerzas aliadas, la oposición tiene una clara mayoría con 103 asientos.
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"Es necesario un acuerdo de gobernanza que permita compartir el poder de verdad, que admita una gran coalición", declaró Rice durante una conferencia de prensa en la residencia del embajador estadounidense.

La secretaria de Estado retomó así la propuesta de una gran coalición hecha la semana pasada por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, quien también estuvo presente en la conferencia.

Annan es el mediador en las negociaciones entre Kibaki y Odinga

"Kenia había tomado el camino de la democracia directa y debe retornar a él. La democracia es buena para este país y para los keniatas. La crisis es una oportunidad para encaminar la democracia con paso firme", prosiguió Rice, y añadió que la situación actual no permite relaciones normales con Estados Unidos.

La secretaria de Estado llegó a este país desde Tanzania, donde se encontraba acompañando al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en una gira por cinco naciones africanas.

Washington se comprometió a elevar la asistencia a Kenia si logra resolver la crisis.

El Partido de la Unidad Nacional, del presidente, y el Movimiento Democrático Naranja, de Odinga, mantienen negociaciones desde fines de enero.

Annan declaró el viernes que ambas partes estaban cerca de llegar a un acuerdo para compartir el poder.

Pero hay rumores de que Kibaki ofreció sólo algunos ministerios a la oposición, muy por debajo de las aspiraciones de ésta.

Se especula con la creación de un gobierno presidido por Kibaki y con Odinga como primer ministro, cargo no previsto aún por la Constitución.

El canciller keniata Moses Wetangula advirtió sobre presiones extranjeras para llegar a un acuerdo en la víspera de la llegada de Rice.

"Alentamos a nuestros amigos a respaldarnos y a no cometer el error de apuntarnos con un arma a la cabeza diciendo: es ‘esto o esto’, porque no va a funcionar", declaró Wetangula.

"Aun si recibimos visitas para ayudarnos en lo que sea posible, la respuesta al problema de Kenia la tienen los propios keniatas", añadió.

Por su parte, Rice descartó las insinuaciones de coerción.

"Kenia es un amigo, un país independiente y un pueblo con orgullo. No mandamos. Actuamos motivados por la impaciencia de los keniatas de resolver la situación".

Rice se reunió con Annan y mantuvo encuentros separados con Kibaki y Odinga.

"Al presidente Kibaki le diré que compartir el poder es compartirlo de verdad, y Estados Unidos, como amigo de Kenia, espera que eso suceda para mostrar que usted puede hacer las reformas constitucionales que, con franqueza, debieron haberse hecho hace varios años", declaró antes de la reunión con el jefe de Estado.

"Al señor Odinga le diré que comprendemos que las elecciones fueron problemáticas, Estados Unidos lo dijo. Pero una vez más, el poder debe compartirse", añadió.

Odinga insistió desde el principio en que Kibaki renuncie y se vuelvan a realizar los comicios presidenciales.

Además del aspecto político, las conversaciones se centraron en las reformas necesarias para hacer frente a las causas subyacentes de la violencia postelectoral, incluidas las disparidades económicas y disputas sobre la propiedad de la tierra.

La crisis postelectoral avivó los conflictos étnicos. La violencia se dirigió en numerosas oportunidades contra los kikuyu, etnia mayoritaria y dominante de la política y los negocios de Kenia y a la que pertenece Kibaki.

Odinga, por su parte, es luo, la tercera tribu de este país, que alberga a 40 grupos étnicos diferentes.

Rice se reunió además con representantes de la sociedad civil y empresarios que expresaron su deseo de rápida resolución del conflicto.

La violencia afectó gravemente el turismo, industria clave de este país, y perturbó el comercio con los estados vecinos, aunque los enfrentamientos disminuyeron en los últimos quince días.

Un gobierno compartido parece un objetivo difícil de alcanzar, pero los dos partidos enfrentados lograron avances en otros ámbitos. Se acordó la creación de una Comisión Independiente de Revisión a fin de investigar los comicios del 27 de diciembre de 2007.

Está previsto que las negociaciones suspendidas entre ambas agrupaciones se reanuden esta semana.

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