JAPÓN-EEUU: Tibia reacción pública a violación de adolescente

Mientras el gobierno de Japón se prepara para protestar formalmente ante Estados Unidos por el caso de una joven de 14 años violada por un infante de marina de ese país, el público de la meridional isla japonesa de Okinawa no ha mostrado aún interés por el incidente.

El primer ministro Yasuo Fukuda dijo que plantearía el tema de las violaciones cometidas por personal militar estacionado en Japón a la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, quien visitará Tokio la semana próxima como parte de una gira que incluye Corea del Sur y China.

La policía de Okinawa mantiene bajo arresto al sargento Tyrone Luther Hadnott, de 38 años, por la violación de la adolescente el 10 de enero, pero todavía no se han presentado cargos formales contra él. El militar niega las acusaciones en su contra, aunque admite haberse arrojado sobre la joven en su automóvil y haberla besado.

La tibia reacción del público local no tiene comparación con la ola de indignación que siguió a otro caso de violación hace 13 años. Los analistas señalan que esto se debe a los cambios en la situación política y militar en la región.

En aquella ocasión, "existían muchas dudas sobre la necesidad de tener bases estadounidenses en Japón. El público tenía una sensación de inseguridad mucho menor respecto de los riesgos potenciales que podrían plantear China y Corea del Norte", dijo a IPS Weston Konishi, experto del Consejo de Relaciones Internacionales.
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"Ahora, sin embargo, los japoneses tienen una visión más realista respecto de un ambiente que se está volviendo más amenazante y aceptan la necesidad de mantener tropas de Estados Unidos en su país", agregó.

Hace 13 años, la violación de una niña de 12 años por tres infantes de marina provocó una airada manifestación de protesta, en la que unas 85.000 personas repudiaron la presencia militar estadounidense en Japón. También hubo varias demostraciones callejeras en Tokio, en apoyo de los pobladores de Okinawa.

Bajo el pacto de seguridad entre Estados Unidos y Japón, hay alrededor de 50.000 soldados estadounidenses estacionados en el país, la mayoría de ellos en Okinawa. Esta isla es un elemento clave para el poderío militar de Washington en la región.

En los últimos años, los habitantes de Okinawa expresaron un fuerte rechazo a las bases de Estados Unidos, por los riesgos de accidentes potenciales, los delitos cometidos por soldados y disputas sobre la tierra. Durante el último año, 46 militares fueron arrestados en la isla acusados de diversos delitos.

"Recientes acuerdos bilaterales apuntaron a reducir el impacto de las bases en Okinawa y otras comunidades de Japón. Esto ayudó a reducir las tensiones, aunque no han desaparecido completamente", dijo Konishi.

También se registraron avances en la forma en que ambas partes responden a las crisis de este tipo. En el pasado, Estados Unidos era reticente a entregar a sospechosos a las autoridades japonesas, pero luego de la violación de la niña, en 1995, adoptó una actitud de mayor cooperación en casos especiales.

El sargento Hadnott, por ejemplo, fue arrestado por la policía japonesa, en lugar de ser detenido por las autoridades estadounidenses en primera instancia.

"Este incidente todavía tiene el potencial de generar un gran escándalo público, no sólo en Okinawa sino en otras partes de Japón, como Iwakuni, donde existe presencia militar de Estados Unidos", dijo Konishi.

"Podría significar un serio retroceso para los planes bilaterales de reordenamiento de las bases estadounidenses", advirtió.

El gobernador de Okinawa, Hirokazu Nakaima, no cree que la violación de la adolescente afecte directamente los planes de reubicación, pero está indignado. "Es un delito grave, que viola los derechos humanos de una mujer. Sobre todo, dado que la víctima es una estudiante del nivel secundario, jamás podré perdonar este acto", afirmó.

Robert Neff, ex jefe de la corresponsalía de la revista estadounidense Business Week en Tokio, quien vive en Japón desde hace muchos años, dijo a IPS que, "en 1995, la reacción fue mucho más airada que ahora porque se trataba de una niña de 12 años violada por tres afroestadounidenses".

Asimismo, "los sentimientos de las personas no son tan hostiles como en el pasado, porque hay planes en marcha para trasladar las tropas a Guam", agregó. Unos 8.000 infantes de marina serán enviados a esa isla del Pacífico durante los próximos seis años. Estarán apoyados por submarinos Trident, una fuerza de tareas de misiles balísticos, aviones caza F-22, portaaviones y bombarderos Stealth.

Washington está haciendo todo lo posible para evitar que el caso de violación se salga de control. El embajador de Estados Unidos en Tokio, Thomas Schieffer, se trasladó a Okinawa y prometió poner en práctica programas educativos para el personal militar en territorio japonés.

Schieffer también expresó sus condolencias a la víctima. "Cada estadounidense en Japón, ya sea civil o militar, desea que esta jovencita y su familia sepan que pensamos en ella y esperamos que se recupere pronto de esta traumática experiencia. Nuestras oraciones la acompañan", afirmó.

"Los habitantes de Okinawa se sienten nuevamente traicionados por ambos gobiernos", dijo Koichi Nakano, profesor de ciencias políticas en la Universidad Sophia de Tokio.

"Todos recuerdan la indignación causada por la violación de 1995 y notan que nada ha cambiado. Okinawa lleva sobre sus hombros una parte desproporcionada de la 'carga' que implica la alianza entre Estados Unidos y Japón, en términos de la existencia de las bases y los problemas causados por los infantes de marina. Quieren que se vayan", agregó.

La legislatura de Okinawa aprobó de manera unánime una resolución en la que reclama que Estados Unidos pida disculpas, pague una indemnización a la víctima y "tome medidas preventivas que sean claramente percibidas por la población".

En octubre del año pasado, el hijo de un oficial de la fuerza aérea estadounidense fue arrestado como sospechoso de haber violado y herido a una empleada de un restaurante en Okinawa. Y el mes pasado, dos infantes de marina fueron detenidos, acusados de golpear a un taxista e irse sin pagar el costo del viaje.

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