Una nueva generación de ciudadanos de Estados Unidos de ascendencia iraní parece depositar sus esperanzas en el senador Barak Obama, uno de los precandidatos presidenciales del opositor Partido Demócrata.
Hastiados del gobierno de Teherán, y desilusionados del oficialista Partido Republicano, al que históricamente brindaron su apoyo, los miembros de la comunidad iraní prestan particular atención a la posición de los aspirantes a la presidencia respecto de su país.
Algunos analistas creen que la negativa de la senadora Hillary Rodham Clinton, la otra aspirante demócrata a la presidencia, a descartar una posible acción militar contra Teherán, sumada a su apoyo a Israel, ha debilitado su atractivo entre los ciudadanos de ascendencia iraní.
Esa indefinición es lo que más los preocupa. En el caso de los republicanos la situación es más clara: el senador John McCain, quien parece perfilarse como el casi seguro candidato oficialista, cree que Irán se plantea la destrucción del Estado de Israel y está de acuerdo con aplicar nuevas sanciones a Teherán e incluso un ataque militar.
"Todas las opciones deben estar sobre la mesa. La alternativa bélica no es nuestra preferencia, pero se mantiene, como siempre debe ser, como la última alternativa", dijo McCain.
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Según el censo nacional de 2000, hay en Estados Unidos 330.000 personas de ascendencia iraní y más de la mitad viven en el occidental estado de California. La cifra refleja la ola de inmigración que se produjo en los años posteriores a la revolución que instaló en Teherán un régimen islamista en 1979.
Pero los miembros de la comunidad creen que ese número no refleja la realidad y que, en rigor, son aproximadamente un millón.
"Estamos presenciando un profundo cambio en la comunidad iraní-estadounidense", dijo a IPS Trita Parsi, directora del Consejo Nacional Iraní Americano, un centro de estudios independiente con sede en Washington.
"El Partido Republicano ha perdido la mayor parte de sus seguidores en la comunidad y que McCain aparezca como el más probable candidato no lo ayuda. Esto quiebra el tradicional apoyo a esa agrupación, que respondía fundamentalmente a sus políticas en materia de impuestos", agregó.
"El apoyo a Obama parece ser más fuerte en la comunidad que en el país en su conjunto. Muchas personas con las que he hablado tienden a creer que no hay muchas diferencias entre Rodham Clinton" y el presidente estadounidense George W. Bush, dijo Parsi.
"El voto de Rodham Clinton a favor de un proyecto que amenaza 'combatir, contener y detener' a Irán la ha dañado especialmente en la comunidad y reforzó la percepción de su proximidad con la política exterior de Bush", agregó.
Obama, en cambio, considera que se deben concentrar los esfuerzos antiterroristas en Afganistán, invadido por una coalición occidental liderada por Estados Unidos en 2001, y atacar unilateralmente blancos insurgentes en Pakistán.
Aunque los iraníes-estadounidenses no sienten ninguna simpatía por el presidente de su país de origen, Mahmoud Ahmadinejad, las encuestas muestran que se oponen fuertemente a cualquier clase de acción militar contra Irán.
El director del programa de estudios iraníes de la Universidad de Stanford, Abbas Milani, considera que tanto Rodham Clinton como Obama "están dispuestos a negociar. Obama ha sido más categórico. Basado en la evidencia empírica, la diáspora quiere un diálogo y ambos precandidatos parecen confirmar ese deseo".
Milani cree que el discurso más duro de Rodham Clinton se debe a que es senadora por Nueva York, un estado que tiene una importante comunidad judía.
El año pasado, al hablar en una cena organizada por una asociación israelí, la senadora afirmó que Irán era un peligro para Estados Unidos y una de las mayores amenazas de Israel.
Rodham Clinton también votó la ley que calificó a la Guardia Revolucionaria iraní de "organización terrorista", a diferencia de Obama. Al defender su posición, la senadora aseguró que "esto no autoriza una acción militar contra Irán. Por el contrario, busca poner fin a la inacción diplomática de Bush en la región".
Jahanshah Javid, editor de un sitio de Internet muy popular en la comunidad iraní de Estados Unidos, señaló que los visitantes de esa página apoyan fundamentalmente a los precandidatos demócratas, "porque su posición en materia de política exterior es menos militarista".
Pero la mayoría parece estar inclinándose hacia Obama, "porque dijo claramente que está a favor de negociar con Irán", afirmó.
*Omid Memarian es profesor asociado a la Escuela de Posgrado de Periodismo de la Universidad de Berkeley. Recibió muchas distinciones, incluyendo el Premio al Defensor de los Derechos Humanos de Human Rights Watch en 2005.