Los historiadores del futuro bien podrían referirse a 2008 como el «año del voto joven» en Estados Unidos: el poder de los menores de 30 años no deja de crecer en las urnas.
"Los jóvenes se involucran cada vez más en el proceso político. Esta generación tiene mucha más energía que las anteriores", dijo a IPS Kat Barr, subdirectora del grupo independiente Rock The Vote.
"Además, las organizaciones no partidarias dedicadas al registro de votantes jóvenes se han esforzado más, y con más éxito", agregó Barr.
La participación juvenil en las elecciones y caucus (asambleas) de las primarias aumentó respecto de instancias anteriores en casi todos los 21 estados donde se celebraron las del "supermartes", el día 5, según el Centro para la Información y la Investigación sobre Aprendizaje Cívico y el Compromiso (Circle) de la Universidad de Maryland.
Si la tendencia se repite en las elecciones presidenciales del 4 de noviembre, la juventud estadounidense podría atribuirse el privilegio de haber elegido al sucesor de George W. Bush.
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Circle destacó el fenómeno en los estados del sur. En Georgia, la concurrencia de jóvenes a las primarias se triplicó desde 2000, de 92.000 a 280.000. Y en Tennessee, se cuadruplicó, de 35.000 a 140.000.
"Desde 2003 hemos registrado a 600.000 jóvenes" en los padrones electorales, dijo Sujatha Jahagirdar, directora del Proyecto Nuevos Votantes, del Grupo Estudiantil de Investigación sobre Interés Público..
El fenómeno tiene influencia decisiva dentro del opositor Partido Demócrata. "En los estados en que ganó el senador Barack Obama, fue con la mayoría abrumadora de los votos jóvenes. Y cuando triunfó Hillary Clinton, lo hizo dividiendo los votos de los jóvenes", señaló Jahagirdar a IPS.
En Alabama, Obama, el ganador, obtuvo 64 por cientos de los sufragios de jóvenes y Clinton 32 por ciento. En California, Clinton, que predominó en ese estado, registró 51 por ciento de los votos jóvenes, y Obama 47 por ciento.
En las primarias del Partido Republicano, el senador John McCain, de 71 años, ganó amplios sectores del electorado joven. Obtuvo 34 por ciento de esos votos en California, 36 por ciento en Massachusetts, 46 por ciento en Nueva Jersey, y un impresionante 51 por ciento en Connecticut.
Antes del "supermartes", algunos medios de comunicación habían retratado a McCain como un militarista del siglo XIX varado en el siglo XXI.
McCain recabó estos números pese a que el suyo es el único sitio web de la campaña que no posee una sección especial para votantes jóvenes.
Entre los cuatro candidatos aún en carrera —los demócratas Obama y Clinton y los republicanos McCain y Huckabee— el primero es el que lleva una clara ventaja entre los jóvenes, a causa de su "mensaje de cambio", dijo Eric Weil, socio gerente del Student Monitor, con sede en Ridgewood, Nueva Jersey.
El discurso del senador por el estado de Illinois es vinculado por este sector "con la faena de encontrar empleo después de la graduación, y él fue el candidato que hizo el mejor trabajo al referirse a eso", agregó.
En cualquier punto del territorio estadounidense, Obama, de 44 años, termina acompañado por gente joven, según Weil, cuyo equipo hace investigaciones de mercado especializadas en el estudiantado universitario desde 1987.
Además, mantienen el contacto a través de Internet, incluso en redes sociales como MySpace.com y Facebook.com.
Luego de sus tres triunfos en las "primarias del Potomac" del martes —en los estados de Maryland y Virginia y en la ciudad de Washington, tres jurisdicciones surcadas por el río de ese nombre—, Obama supera a Clinton en delegados a la Convención Nacional que designará al candidato presidencial demócrata.
Los seguidores de Obama se extienden, incluso, a una multitud de menores de 18 años.
Joshua Ramírez, de 14 años, es cofundador de la Juventud de Obama, aunque todavía es demasiado joven para votar. Habitualmente realiza llamadas telefónicas para difundir información sobre el candidato, relató a IPS.
Emily Hawkins, directora de las campañas para captar votantes jóvenes a favor de Hillary Clinton, es optimista, aunque su líder perdió cuatro primarias en menos de una semana.
"Nuestro plan no cambió. Seguimos hablando con los votantes jóvenes para que se comprometan", dijo Hawkins. "Nos hemos esforzado para mostrar a los jóvenes a través de Internet la posición de la senadora Clinton en aquello que los preocupa, como el recalentamiento global".
La hija de Hillary Clinton y de su esposo, el ex presidente Bill Clinton (1993-2001), Chelsea, protagoniza el ciclo de conferencias "Nuestra voz, nuestro futuro", en cenas, campus universitarios y cafeterías, dijo Hawkins a IPS.
La competencia por el voto joven "comenzó en Florida", según dijo a IPS Susan A MacManus, profesora del departamento de gobierno y relaciones internacionales de la Universidad de Florida del Sur. "En 2000, los estudiantes y otros jóvenes vieron cuán importantes podían ser unos pocos cientos de sufragios", explicó.
Nunca se sabrá con exactitud cuántos votos obtuvo Bush en las cuestionadas elecciones de ese año, que fueron especialmente confusas en Florida. La Corte Suprema de Justicia asignó, días después de los comicios, los votos del colegio electoral por ese estado al actual presidente, entonces en carrera contra el demócrata Al Gore.
Fueron esos sufragios los decisivos para el triunfo de Bush.
"Los jóvenes quieren votar. Quieren cambios. Quieren acción. Y cuando uno tiene candidatos que rompen el molde, como Obama, que podría ser el primer presidente negro de la historia estadounidense, o Hillary Clinton, aspirante a convertirse en la primera presidenta, la gente se llena de energía, y eso siempre atrae el voto de los jóvenes", sostuvo MacManus.
No está claro si el ímpetu juvenil se mantendrá luego del 4 de noviembre.
"Si gana un candidato apoyado por los jóvenes, la respuesta es sí. Si pierde, se podrá ver una leve deserción. Pero no será mucha, porque esta generación realmente está dedicada a los asuntos cívicos y políticos", agregó MacManus.