Las conversaciones auspiciadas por Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) para acabar con el estancamiento entre el gobierno y la oposición de Zimbabwe penden de un hilo.
El objetivo de la SADC es que la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF, por sus siglas en inglés) y el opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) lleguen a un acuerdo para celebrar elecciones libres y justas el mes próximo.
Negociadores de ambas partes han ido y venido a Harare y Pretoria para tratar de romper el estancamiento.
Tendai Biti, miembro del equipo negociador de la oposición, dijo a IPS que las dos partes se reunieron ya 20 veces.
Las conversaciones fueron reanudadas el 13 de este mes en Pretoria bajo la directa supervisión del presidente sudafricano Thabo Mbeki, quien ahora está bajo presión para concluir las negociaciones antes de los comicios.
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En marzo de 2007, Mbeki fue elegido por los líderes de la SADC para encabezar los esfuerzos tendientes a acabar con la crisis económica y política del país facilitando el diálogo entre el ZANU-PF, el partido del presidente Robert Mugabe, y el MDC, liderado por Morgan Tsvangirai.
"El diálogo está reanudando. Nuestros negociadores están ahora en Sudáfrica luego de que el presidente Thabo Mbeki tomara cartas en el asunto", aseguró el ministro de Asuntos Legales, Parlamentarios y de Justicia, Patrick Chinamasa.
Zimbabwe afronta una propagada escasez de alimentos, combustible, electricidad y agua. Según la Bolsa de Valores, la inflación se disparó 15.000 por ciento, una cifra que el Banco Mundial considera anormal considerando que no se trata de un país en guerra.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló que los niveles educativos han caído en Zimbabwe, que una vez fue famoso por tener uno de los mejores sistemas de educación del continente.
Las conversaciones auspiciadas por la SADC se estancaron en las demandas hechas por el MDC para que la constitución de transición redactada por ambas partes entrara en vigor antes de las elecciones.
"Mbeki instó a los equipos negociadores a intentar romper el punto muerto de las conversaciones, pero el MDC todavía insiste en la constitución de transición y en cambiar la fecha de los comicios", dijo Chinamasa.
El partido gobernante, que es representado en las negociaciones por Chinamasa y por el ministro de Bienestar Social, Nicholas Goche, rechazó las propuestas del MDC, subrayando que las elecciones se celebrarán en marzo, como establece la presente Constitución.
La carta magna, de 1979, señala que el actual período presidencial de seis años terminará el 31 de marzo y establece que las elecciones deben realizarse antes de esa fecha.
El ZANU-PF prefiere que las elecciones se celebren bajo la actual Constitución, tras lo cual el partido ganador debe liderar el proceso para un nuevo texto fundamental.
Esto requeriría que las elecciones se celebren antes de que expire el actual mandato presidencial, a menos que se apruebe una enmienda constitucional en el parlamento que establezca lo contrario.
El actual estancamiento obligó a Mbeki a dejar de lado sus propios problemas en Sudáfrica y concentrarse en estimular el diálogo que comenzó hace 10 meses. Hasta ahora, las conversaciones eran lideradas por el ministro de Gobierno Local, Sydney Mfumandi.
Tsvangirai acusa al partido gobernante de preferir reformas cosméticas de las leyes represivas que implementar una constitución de transición, y señaló que el ZANU-PF solo apoya las negociaciones de palabra.
"Mugabe quiere una elección falsa", dijo Tsvangirai a IPS. Estamos estancados en asuntos clave cuando podríamos ingresar a una nueva era", añadió.
Tsvangirai acusó al partido gobernante de traicionar promesas clave hechas durante las negociaciones del año pasado. Esas conversaciones, auspiciadas por la SADC, hicieron que el MDC accediera a importantes enmiendas de la Constitución. A cambio, se acordó que algunas leyes represivas fueran transformadas con aportes de la oposición. Pero hasta ahora no se han puesto en marcha estos acuerdos.
