La capital chilena cobija hasta el 25 de este mes la primera Escuela de Espectadores de Teatro, una iniciativa ya conocida en Argentina, España y Francia, pero que en este país, a diferencias de esas otras experiencias, tiene una convocatoria abierta y gratuita.
Este año los santiaguinos tienen la oportunidad de analizar los espectáculos más destacados de la décimo quinta edición del Festival de Teatro Santiago a Mil, el principal encuentro de este tipo en el país que prácticamente se "toma" la capital todo enero, con los propios actores y directores de las obras.
La Escuela es un proyecto del periodista y crítico teatral Javier Ibacache y la dramaturga Soledad Lagos, financiado por el gubernamental Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondart).
Los gestores postularon al concurso 2007 del Fondart, de donde obtuvieron nueve millones de pesos para llevar a cabo la iniciativa. Ya el año anterior, Ibacache y Lagos habían realizado una exitosa experiencia piloto.
En las 10 sesiones programadas hasta ahora se analizarán 18 puestas en escena de artistas nacionales y extranjeros. Las clases se realizan los lunes, miércoles y viernes entre las 13:00 y 14:30 hora local en el Centro Cultural Alameda.
En la primera sesión, realizada el 4 de este mes, se revisaron las obras "La omisión de la familia Coleman", del argentino Claudio Tolcachir, y "Enrico V", del itialiano Pippo Delbono.
Algunos de los contenidos tratados en esa oportunidad ilustran el objetivo de la Escuela: "Elementos que integran el abecedario teatral", "Funciones del espectador en la puesta en escena" y "Axiomas básicos para el espectador de teatro".
A la cita han llegado hasta ahora más de 150 personas, que van desde niños de 12 años hasta adultos mayores, con ocupaciones tan diversas como amas de casa y abogados. El coordinador y permanente panelista en las sesiones, Ibacache, confiesa que uno de sus principales miedos era la respuesta del público.
"Nosotros temíamos que pudiera convertirse en un encuentro puramente de gente de teatro, pero efectivamente se ha logrado convocar a un público muy diverso", comentó a IPS Ibacache a la salida de una sesión sobre teatro y danza contemporánea.
"Al blog (de la Escuela) mandan muchos comentarios y luego llaman y se inscriben para asistir a las sesiones, lo que nos dice que hay mucha gente interesada en el teatro", acotó.
Precisamente, una de las motivaciones de este proyecto fue la apertura de espectáculos de distintas disciplinas artísticas al público común y corriente, que muchas veces no asiste al teatro porque no comprende códigos y lenguajes contemporáneos cada vez más herméticos.
En efecto, el Informe Anual 2006 realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el gubernamental Consejo Nacional de la Cultura y las Artes indica que apenas 26,2 por ciento de los chilenos que asistieron a espectáculos culturales durante ese año eligieron el teatro.
Desde esa óptica, una Escuela de Espectadores de Teatro adquiere vital sentido, comentó Ibacache.
"Pensamos que al abrir estos espacios para todo público justamente se logra la finalidad de acercar a los espectáculos (al teatro)", indicó.
"El rol que cumple la Escuela es como un puente entre el espectador y el creador, donde nosotros hacemos de intermediarios y entregamos herramientas y apuntes para eso", añadió el también columnista del diario local La Segunda.
En esta particular Escuela, la asistencia es libre, no es necesario pagar matrícula y no se realizan controles, de modo que los alumnos sólo deben traer consigo las ganas de aprender y el interés por el teatro.
Así lo hizo Daniela Alcaíno, de 16 años, quien se enteró de la iniciativa navegando en Internet. "Me gusta el teatro, eso es lo que quiero estudiar, por eso vine y me pareció excelente poder aprender un poco más de las obras", contó a IPS.
"Creo que es interesante porque uno se conecta con el autor del montaje", comentó a IPS Consuelo Lebar, de 17 años, al salir de una sesión. "Así uno entiende mejor su obra y lo que quiso exponer", añadió.
La Escuela de Teatro para Espectadores también es una oportunidad para los creadores y directores, como la coreógrafa chilena Elizabeth Rodríguez, quien compartió su obra "Cuando bailo, bailo; cuando duermo, duermo" con los asistentes a la sesión del día 14.
"Hay mucha gente que está acostumbrada a decir 'yo voy al teatro o a la danza para que me entretenga y me pongo en un lugar muy cómodo y que me lo den todo'. Yo creo que esa es una manera ya antigua de asistir a las obras", indicó a IPS la destacada directora de danza contemporánea.
"Para mí, un espectador ideal debe ser totalmente activo, que cuestione y problematice las temáticas", apuntó la artista.
El análisis de la obra "Las Brutas", de la compañía nacional La Provincia, es uno de los más esperados por los asistentes a la Escuela y tendrá lugar el día 21. Su director, Rodrigo Pérez, y el dramaturgo, Juan Radrigán, conversarán con el público sobre la historia real de tres hermanas que decidieron suicidarse en 1974, en la más completa soledad.
En la última sesión, el viernes 25, se abordará el montaje francés de "Jugadores de luces" y el italiano "Arquelino, servidor de dos patrones", ejemplos que servirán para la discusión acerca del teatro callejero.
Ya se ha convertido en una tradición que el caluroso mes de enero esté dedicado a las artes escénicas. El verano austral invita a los chilenos a disfrutar de una suculenta oferta cultural que inunda los escenarios, los museos y que llega inclusive a los parques y plazas con muestras de cine, danza y teatro al aire libre.
El Festival de Teatro Santiago a Mil, que este año tiene a Italia como país invitado, es organizado por una productora privada, con financiamiento público y privado. En esta versión, se presentarán 35 espectáculos nacionales e internacionales.
El entusiasmo de los directores y actores que han participado en la Escuela de Espectadores de Teatro ha hecho que sus organizadores piensen en extender el proyecto por más tiempo. Pero es principalmente la respuesta del público la que hace posible pensar en que esta instancia acompañe durante todo el año a la cartelera teatral.