A pesar de los llamados a elevar la presión internacional ante el rápido deterioro de la situación en Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU reitera su tradicional ineficacia sobre el conflicto palestino-israelí, advierten diplomáticos y analistas.
En sesión de emergencia, una mayoría de delegados del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) condenó el bloqueo y acusó a Israel de violar el derecho humanitario internacional.
Pero el órgano no logró aprobar una resolución que exigiera a Israel asegurar "el libre acceso para la ayuda humanitaria" y reabriera los cruces fronterizos "para facilitar el pasaje de exportaciones e importaciones" en la franja de Gaza.
Un diplomático que asistió a la reunión dijo a IPS que el texto propuesto no fue adoptado porque resultó inaceptable para la delegación de Estados Unidos.
Los representantes del gobierno de George W. Bush rechazaron el borrador con el argumento de que no contemplaba la preocupación de Israel sobre los cohetes que militantes palestinos lanzan sobre su territorio desde Gaza.
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El miércoles, el Consejo volvió a reunirse y tampoco logró aprobar una declaración que llevaría la firma del presidente del cuerpo, basada sobre un tercer borrador, redactado, según el informante de IPS, por representantes de la Unión Europea.
"Teníamos esperanzas, pero desafortunadamente no hemos llegado a un acuerdo", dijo a la prensa el embajador sudafricano, Dumisani Kumalo. "Todos decían que deseaban que el Consejo se pronunciara."
Cuando se le preguntó por qué habían estado discutiendo la adopción de una declaración del presidente del cuerpo, en lugar de una resolución, Kumalo respondió que pensaban que de esa forma el procedimiento sería más rápido. "Pero no resultó así", admitió.
Una declaración carece de fuerza legal y requiere el consenso de los 15 miembros del Consejo. En cambio, una resolución puede aprobarse por mayoría y es de cumplimiento obligatorio, aunque puede ser vetada por uno de los cinco miembros permanentes del organismo: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
Un diplomático europeo comentó que Estados Unidos objetó el último borrador, aunque contemplaba la cuestión del lanzamiento de cohetes hacia territorio israelí. Según la fuente, los delegados de ese país dijeron que necesitaban más tiempo para consultar con Washington.
El embajador estadounidense en la ONU, Zalmay Khalilzad, afirmó que su país está preocupado por la situación en Gaza y que continuará ofreciendo ayuda humanitaria a los palestinos.
Pero, al mismo tiempo, se hizo eco de la posición de Israel en cuanto a que los militantes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) son responsables por las miserias de su pueblo.
"Creemos que la situación actual es el resultado directo de las políticas y acciones de Hamas", señaló Khalilzad, quien agregó que Estados Unidos "condena en los términos más duros los disparos de cohetes y morteros por parte de grupos terroristas".
Al defender el bloqueo impuesto a Gaza, el diplomático israelí Gilad Cohen dijo que la crisis "es consecuencia de muchas decisiones, repetidamente erróneas decisiones, tomadas por los palestinos, quienes optaron por el terrorismo y la violencia en lugar de las negociaciones y la paz con Israel".
Esta posición es rechazada por la mayoría de los bloques de naciones que integran la ONU, como el Movimiento de Países No Alineados (Noal) y la Unión Africana. La Unión Europea (UE) es una excepción.
"La violenta escalada militar de Israel es una grave violación a las leyes internacionales, incluidas las que se refieren a cuestiones humanitarias y los derechos humanos", afirmó el representante cubano Rodrigo Malmierca Díaz al hablar ante el Consejo de Seguridad en nombre del Noal.
Al igual que otros grupos, los integrantes del Noal reclaman que el Consejo adopte medidas inmediatas para asegurar el abastecimiento de comida, medicamentos y combustible a la franja de Gaza y que Israel deje de emplear su poderío militar contra los civiles palestinos.
Aunque la UE condena los ataques con cohetes contra Israel, ha calificado sus continuas incursiones en Gaza como un "castigo colectivo" a los 1,5 millones de habitantes del lugar.
Varias agencias humanitarias de la ONU y organizaciones de derechos humanos también han expresado su seria preocupación por el sufrimiento de la población civil.
Según la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios, alrededor de 80 por ciento de los palestinos de Gaza viven en extrema pobreza y dependen de la ayuda externa para sus necesidades de alimentos y otros elementos esenciales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló el martes su preocupación por las condiciones de funcionamiento de las salas de terapia intensiva, quirófanos y servicios de emergencia en Gaza, a causa del bloqueo y los frecuentes cortes de energía.
La OMS estima que durante los últimos dos meses sólo llegó a Gaza la mitad de las importaciones de alimentos básicos. Este miércoles, miles de habitantes se abalanzaron a través de una brecha en el muro que separa al territorio de Egipto para comprar allí comida y medicamentos.
La franja de Gaza tiene sólo nueve kilómetros de ancho y 40 kilómetros de largo y sus fronteras se encuentran cerradas en todas las direcciones. Israel suspendió los envíos de combustible para la principal usina eléctrica del territorio la semana pasada, pero desde entonces ha permitido el abastecimiento de una pequeña cantidad de gasóleo y medicamentos.
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, urgió a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad en la protección de los civiles, "particularmente donde y cuando las autoridades responsables o son incapaces o no tienen la voluntad de hacerlo".
Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han realizado llamamientos similares.
No resulta claro, sin embargo, si el Consejo de Seguridad responderá con celeridad. En el pasado, Estados Unidos vetó más de 40 resoluciones de este organismo que condenaban acciones de Israel.