FORO SOCIAL MUNDIAL: Agotado por el éxito

El receso del Foro Social Mundial y su reemplazo diseminado en muchas pequeñas actividades en una semana que culminó este sábado en el Día de Movilización y Acción Global puede entenderse como una señal de agotamiento, pero causado por el éxito, según el activista venezolano Frank Bracho.

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"El Foro es un proceso, no un hito o panacea. Hay que aplicarle las reglas de la biología, (pues) los procesos tienen una dinámica compleja y lo importante es que el movimiento y su expansión se hayan mantenido. Es válido y humanamente entendible que se dé un receso o baje la velocidad", dijo Bracho en entrevista con IPS.

El éxito del Foro Social Mundial (FSM) está subrayado por su condición de espacio de encuentro y la persecución exitosa de animar un cambio de conciencia y la búsqueda de nuevos paradigmas, que superen las viejas opciones de capitalismo o socialismo, izquierda o derecha, estado o mercado, pues "otro mundo es posible", aseveró este activista social, economista y diplomático.

En América Latina el Caribe, la emergencia y ascenso al gobierno de fuerzas de izquierda "ha sido como un arma de doble filo", pues, si tanto los grupos activistas en el FSM han compartido la oposición al neoliberalismo hegemónico, en ocasiones "hubo una pretensión de abrazo político, de injerencismo", por parte de esos gobiernos en el Foro.

Bracho, graduado en economía en las universidades del Pacífico y Stanford (Estados Unidos), trabajó como diplomático de Venezuela —fue su embajador en India la década pasada— y es autor de una decena de libros sobre economía alternativa, ecología, salud y temas espirituales.

IPS: —¿Cabe preguntarse si hay un agotamiento en las ideas y propuestas del Foro?

FB: —Ciertamente, pero diría que es un agotamiento no por fracaso, sino por éxito. El éxito de haber tenido un poder de convocatoria mucho mayor del inicialmente previsto por sus creadores. La primera edición convocó a unas 10.000 personas, a la vuelta de pocos años eran 150.000.

También, por conformar una red. Los que hemos trabajado por décadas en el sector voluntario regional e internacional, donde se hace todo a fuerza de entusiasmo, con pocos recursos monetarios, sabemos lo que significa sostener este esfuerzo.

—¿Bajo cuáles parámetros valora usted el éxito del FSM?

—Sería injusto valorar el desempeño del sector voluntario en el mundo por los estándares de un Davos (Foro Económico Mundial, que anualmente se realiza en esa localidad de Suiza), con gran poder financiero y organizativo, el que da el patrocinio de las corporaciones.

El FSM, con reuniones multitudinarias, con muchos actores, ha sido crecientemente exigido, con muchas limitaciones de recursos. Es válido y humanamente entendible que se dé un receso o baje la velocidad. Eso no disminuye su aporte al mundo, porque se define como un espacio de encuentro, lo ha desempeñado muy bien y define su razón de ser.

Las acciones concretas, específicas, quedan para las subredes. Aunque hay una ya vieja discusión acerca de si el Foro es un movimiento social o un espacio de encuentro, lo que yo creo es que ha generado inspiración, fuerza e impulso a los movimientos sociales.

—¿También se han alcanzado los objetivos que animaron al Foro?

—El Foro es un proceso, no un hito o panacea. Como proceso, hay que aplicarle las reglas de la biología, los procesos tienen una dinámica compleja, pero lo importante es que el movimiento y su expansión se hayan mantenido.

Ha generado un movimiento de nueva concientización mundial para la acción de la sociedad civil en pro del cambio, con redes de comunicación y estímulo mutuo. Y la consigna de que "Otro Mundo es Posible" creo que se ha sembrado.

Pero el Foro persigue un cambio de conciencia, y esos cambios no se decretan. Tienen un ritmo de maduración que debe respetarse para que se realice, sea genuino y entregue frutos.

—En el caso de América Latina y el Caribe, la llegada al gobierno de fuerzas de izquierda o centroizquierda ¿ha contribuido, obstruido o modificado las búsquedas del Foro?

—Creo que ha sido un logro con doble filo. Ha habido una cierta identificación sobre objetivos comunes, por ejemplo la crítica al neoliberalismo hegemónico mundial, o la agenda social. Pero, por otro lado me temo que la inclinación de la vieja izquierda, manifestada mucho en estos nuevos gobiernos latinoamericanos, de abrazar al estatismo como panacea y la concentración del poder, ha entrado en colisión con el FSM.

Y, a veces, este acercamiento con esos gobiernos se ha convertido en una pretensión de abrazo político, de utilización del Foro por ellos, de injerencismo, y eso es repudiable y rechazable, y lo ha rechazado a mi modo de ver la mayoría de los activistas del FSM, que con mucho han querido mantener la autonomía.

—¿Acierta entonces el Foro al marchar en la acera opuesta al poder?

—Programáticamente, el FSM se ha definido tanto como contra la hegemonía del capital como del Estado y, ciertamente, en contra de la del poder. Porque muchos de los gobiernos latinoamericanos de izquierdas todavía están muy impregnados de esa filosofía de la 'podermanía', de que la acción política tiene que definirse en términos de un asalto, de una toma del poder.

En cambio, la mayoría de los nuevos movimientos sociales se definen en términos de la filosofía antipoder, como hicieron los neozapatistas maya-chiapanecos (de México), que fueron precursores del Foro, y que también está presente en movimientos del Cono Sur de América como los Sin Tierra (el movimiento de trabajadores rurales de Brasil) y algunos piqueteros (argentinos).

La consigna de esos mayas fue cambiar el mundo sin tomar el poder. Definir primero el ser, porque el dinero y el poder son el tener, pero el tener sin el ser corre el riesgo de alienar al poseedor. Primero la definición el ser, la autorreferencia. Incluso, desde México, los neozapatistas nos han dicho que el servir es más importante que el poder.

—Y en cuanto a temas y tareas planteadas hacia el futuro inmediato y de más largo plazo, ¿qué convendría imprimir al Foro? ¿Están los movimientos sociales alrededor del FSM en una carrera contrarreloj antes de que nos alcance otra ola neoliberal?

—Toda oportunidad fallida, todo exceso, puede llevar a golpes de péndulo en la dirección contraria, por la vía del hastío, la frustración y la corrección. Pero también es cierto que la historia, aunque repita movimientos pendulares o cíclicos, nunca lo hace exactamente igual.

Y hoy en día el mundo reclama algo más que estos dilemas que por tanto tiempo han reinado: el capitalismo o el socialismo, la izquierda o la derecha, el Estado o el mercado. Cada una de estas opciones ha tenido su oportunidad y ya se han mostrado insuficientes, fallidas.

Hay que ir a algo más profundo, a algo cualitativamente distinto, a megacambios que no hemos tenido hasta ahora, cambios de civilización, de la visión del progreso y del bienestar, en los patrones de producción, de consumo, tecnológicos, y hacia nuevos valores éticos y espirituales que han fallado en dar las opciones mencionadas.

A eso corresponde el instinto de cambio del FSM, que se ha planteado una nueva civilización, paradigma, como consigna Otro Mundo, otra visión del mundo.

El Foro ha subrayado mucho lo ambiental, que es una de las grandes dimensiones del cambio de paradigma. Tenemos que redefinir nuestra relación con la naturaleza, como proveedora, madre sustentadora, y no como objeto de explotación, porque eso ha contribuido a llevar al mundo a una situación de autoexterminio.

Todos esos elementos están en el fondo del FSM, el cambio de civilización, y son los que tienen que hacernos trascender estos péndulos de contingencia, de oportunismo, de cortoplacismo, en los que se ha venido debatiendo el mundo. A lo que tendrá que llegarse a través de un cambio de conciencia, por cierto.

—Y sobre la organización, convocatoria y agendas del Foro, ¿tiene propuestas o sugerencias?

—El Foro ha sido fundamentalmente un espacio de encuentro. Ha habido una gran discusión acerca de cómo mejorar su organización, sus mecanismos de información, comunicación, la proyección del foro hacia áreas geográficas y estratos sociales que no fueron los iniciales y a los cuales era imperativo llegar. Así como la interacción con otros grandes actores globales.

En 2006 se ensayó la fórmula policéntrica y después se encontró que quizá se trató de cubrir demasiado al mismo tiempo, era un poco estresante, y ahora se ha devuelto a una situación monocéntrica.

Son cosas normales, de un movimiento que esta aprendiendo y como toda experiencia, en este caso de espacio de encuentro, tipo proceso, como un río que va encontrando cauce a través de meandros.

Significa que, en definitiva, el Foro está vivo. Ha mostrado que el camino es tan importante como la meta. Por ser tan amplio y diverso a veces ha parecido un poco acogotado de trabajo. Vive una experiencia, un proceso parecido al de los cuerpos biológicos. Y no tiene porqué perpetuarse. En un futuro se puede hasta disolver.

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