Martin Luther King, el legendario activista por los derechos civiles en Estados Unidos en los años 60, se revolvería en su tumba. El sistema financiero ha vaciado los bolsillos de las minorías raciales como nadie lo ha hecho en la historia moderna de este país, según un estudio independiente.
El no gubernamental Unidos por una Economía Justa (UFE, por sus siglas en inglés), analizó la crisis del sector inmobiliario provocada por la especulación con hipotecas de alto riesgo y concluyó que "la debacle ha causado la mayor pérdida de riqueza sufrida por la población negra en la historia moderna de Estados Unidos".
Aunque los blancos también han sido golpeados duramente por el estallido de la llamada "burbuja inmobiliaria", los investigadores encontraron claras evidencias de discriminación racial en la distribución de los préstamos de riesgo, con tasas de interés mucho más altas para personas de ingresos similares, pero de diferentes razas.
"Si esos préstamos se hubieran distribuido equitativamente, las pérdidas para las personas blancas serían 16,5 por ciento más altas, mientras que las de los afroestadounidenses resultarían 22 por ciento más bajas", destacó el estudio divulgado el martes.
"Esa diferencia es el costo racial de los préstamos de riesgo en Estados Unidos. Constituye la evidencia de prejuicios sistémicos y racismo institucionalizado", agregó.
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Para cuando la crisis se haya superado, los descendientes africanos y latinoamericanos habrán perdido entre 163.000 y 278.000 millones de dólares a causa de los créditos tomados durante los últimos ocho años, indicaron los autores de la investigación.
Incluso antes de la debacle actual, los negros se encontraban a 594 años de alcanzar la igualdad con los blancos en términos de patrimonio neto, que toma en cuenta los activos o bienes de un individuo u hogar menos sus pasivos, o deudas, según el informe que se basó en el análisis de datos oficiales sobre las tendencias entre 1982 y 2004.
El estudio señala que ser propietario de la casa en que se vive es el principal, o único, activo de las personas que no poseen gran riqueza. Considerando esta variable, llevará a los negros 5.423 años alcanzar la paridad con los blancos.
"Esta crisis seguramente provocará que alcanzar ese objetivo tome más tiempo", advirtió el informe.
La asociación que congrega a quienes otorgan préstamos hipotecarios ha defendido los préstamos de alto riesgo como necesarios para permitirles financiar a los sectores de menores ingresos o con un pobre historial crediticio, quienes de otra forma no podrían ingresar al mercado inmobiliario. La UFE no acepta este argumento.
"En manos de estos prestamistas, las hipotecas de riesgo se han convertido en herramientas predatorias, un producto defectuoso que fue impuesto a los tomadores de crédito aunque las instituciones financieras eran concientes de sus fallas", destacó el estudio.
"Sedientas de nuevos y diferentes productos, las empresas financieras agregaron nuevas condiciones a estos préstamos: tasas de interés variables, un abultado pago final adicional a las cuotas pactadas y penalidades por cancelaciones anticipadas. Dejaron 'rengos' financieramente a los tomadores de fondos y, luego de una breve luna de miel, les resultó casi imposible devolver esos créditos", agrega el informe.
Comunidades enteras se encuentran destrozadas, a medida que los empobrecidos deudores se vieron imposibilitados de seguir pagando y los prestamistas tomaron sus casas para recuperar los créditos.
Incluso unas pocas ejecuciones hipotecarias en un vecindario pueden llevar a un aumento del delito, la pérdida de valor de las propiedades vecinas, la erosión de la base imponible y la consecuente pérdida de ingresos por impuestos, que lleva a las autoridades locales a recortar servicios a la comunidad.
En algunas ciudades de Estados Unidos, las ejecuciones hipotecarias se incrementaron 300 por ciento desde 2000. Más de 500.000 deudores perdieron sus casas desde 2006 y ese número puede aumentar a un millón para fines de este año, según fuentes del sector financiero.
"La crisis tiene un impacto negativo en los propietarios, en los barrios y los gobiernos locales y estatales", señaló el estudio.
Las autoridades municipales, disconformes con el ritmo y el alcance de la respuesta del gobierno federal ante la crisis, han demandado judicialmente a las financieras.
La ciudad de Baltimore, en el oriental estado de Maryland, abrió un juicio contra Wells Fargo & Co., a la que acusa de llevar a los tomadores de crédito de raza negra hacia las hipotecas de alto riesgo, mientras ofrecía modalidades de crédito más tradicionales y seguras a los blancos con una posición financiera similar. La compañía negó los cargos.
La ciudad de Cleveland, en el estado de Ohio, está demandando a 21 prestamistas, con la esperanza de recuperar ingresos impositivos perdidos y el dinero gastado en limpiar las viviendas que fueron ejecutadas, cuyo mantenimiento, argumentan las autoridades, correspondía a los acreedores. Una posición similar fue adoptada en la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York.
Además, los funcionarios de Maryland han reunido evidencia que demuestra que las financieras han llevado a un desproporcionado número de mujeres a tomar hipotecas de alto riesgo.
El estudio de UFE recomienda medidas para promover y proteger el acceso de los sectores de menores ingresos a la propiedad de una vivienda. Aunque ofrece herramientas específicas, advierte que es necesario encarar la desigualdad económica para garantizar su éxito.
Los contribuyentes estadounidenses pueden deducir del impuesto a las ganancias el costo de los intereses de sus hipotecas. Pero como el piso para este subsidio indirecto es tan alto, y los trámites burocráticos tan engorrosos, los principales beneficiarios son los ricos.
Dos de cada tres potenciales candidatos a recibir este subsidio no lo piden por considerar que el trámite es demasiado caro y molesto. El estudio reclama que se atienda este problema.
También recomienda la estrategia de la "zanahoria y el garrote" para promover la oferta de viviendas accesibles. Señala que los constructores no tienen incentivos para edificar nada con excepción de casas de lujo. Asimismo, el proceso y el costo para obtener una hipoteca deben ser simplificados y los mecanismos para resolver disputas deberían dar mayor protección a los deudores.
El estudio propone, asimismo, reintroducir el concepto de "acción afirmativa", para facilitar el acceso a las minorías..
"En todo el mundo, desde Finlandia a Brasil, desde India a Sudáfrica, y en muchas otras naciones, la acción afirmativa en cuestiones como la raza, el lenguaje, el género y la economía ha sido usada —y lo es aún— exitosamente para combatir la discriminación histórica e institucional", remarca el estudio.
En Estados Unidos, se lamenta la UFE, se comenzó a dar la espalda a este principio luego del asesinato de Martin Luther King en 1968.