La mayoría de los miembros de la comunidad judía de Estados Unidos se oponen a que Israel haga concesiones importantes en conversaciones de paz con los palestinos y también rechaza la posibilidad de un ataque de Washington contra instalaciones nucleares iraníes, según una encuesta del Comité Judío-Estadounidense.
El estudio se realizó en noviembre, antes de la reanudación formal de las negociaciones de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina en la ciudad de Annapolis. También revela el escepticismo de la comunidad respecto de la ocupación de Iraq y la "guerra contra el terrorismo", tal como las lleva adelante el gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush.
La mayoría de los entrevistados se consideran simpatizantes del opositor Partido Demócrata (58 por ciento en comparación con 54 por ciento en octubre de 2006), mientras que sólo 15 por ciento se identifica con el oficialista Partido Republicano.
Asimismo, 53 por ciento de los consultados tienen una opinión favorable de la senadora Hillary Rodham Clinton, la favorita para ganar la candidatura presidencial demócrata con vistas a las elecciones de noviembre de 2008. En cambio, 38 por ciento de los entrevistados prefieren a otros aspirantes, como el senador Barack Obama o el ex senador John Edwards.
Casi todos los precandidatos presidenciales republicanos recogen más opiniones negativas que positivas, con la excepción del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien aparece como el favorito entre los postulantes oficialistas. Pero de todas formas los votantes judíos se muestran divididos: 41 por ciento tiene una buena imagen de Giuliani, y 38 por ciento negativa.
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La encuesta, que cubre un amplio abanico de opiniones de los aproximadamente seis millones de ciudadanos de origen judío, se conoce en un momento crítico tanto para las perspectivas de paz en Medio Oriente como para la campaña presidencial en Estados Unidos.
Aunque los judíos representan sólo dos por ciento de la población de Estados Unidos, su alta tasa de participación en las elecciones prácticamente duplica su poder de voto e influencia, en un país donde el sufragio es voluntario y muchos no concurren a ejercer su derecho.
La comunidad judía registra una sólida mayoría favorable al Partido Demócrata en Nueva York y el occidental estado (provincia) de California, pero también está concentrada en algunos estados claves —como Florida, Illinois, Nueva Jersey, Ohio y Pennsylvania— que pueden definir una cerrada elección presidencial en 2008.
Además, las contribuciones de dinero de miembros de la comunidad a candidatos demócratas son tradicionalmente muy importantes y representaron la mitad de las donaciones recibidas por los aspirantes al Senado durante la campaña electoral para los comicios legislativos de 2006.
La Coalición Judía Republicana, un grupo de neoconservadores que se identifica con el partido derechista israelí Likud, también jugará un papel importante en las elecciones del año que viene.
Varios de sus líderes ayudaron a financiar al Observatorio de la Libertad, que planea gastar 200 millones de dólares durante el próximo año para promover la "guerra contra el terrorismo" de Bush y políticas más duras hacia Irán, visto como una amenaza hacia la seguridad de Israel.
No será sencillo que la comunidad judía acepte esos postulados, a juzgar por los datos que revela la encuesta. Dos tercios de los consultados creen que Washington no debería haber invadido Iraq y 76 por ciento sostiene que los esfuerzos de Estados Unidos para estabilizar ese país no están dando resultados.
En cuanto a la amenaza que plantea Irán, 35 por ciento de los judíos estadounidenses apoyaría una acción militar para impedir que Teherán adquiera armas nucleares, mientras que 57 por ciento se opone al uso de la fuerza. Se estima que éste será un tema central de la campaña, sobre todo si Giuliani se convierte en candidato de los republicanos.
Esas respuestas son llamativas, porque 59 por ciento de los consultados manifestaron estar "muy preocupados" por la posibilidad de que Irán desarrollara armas nucleares. En años anteriores se había registrado un mayor apoyo para la opción militar.
En una encuesta similar, en 2005, 49 por ciento había declarado que estaba de acuerdo con un ataque a Irán, frente a 46 por ciento que se opuso. El año pasado, 54 por ciento se manifestó en contra y 38 por ciento a favor.
Si la comunidad judía se volcó hacia posiciones más conciliadoras respecto de Irán e Iraq, se volvió en cambio más escéptica respecto de la creación de un Estado palestino y las gestiones de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.
Según 55 por ciento de los entrevistados, las negociaciones "no llevarán a la paz en un futuro cercano" y tres de cada cuatro personas consultadas consideran que no será posible alcanzarla con un gobierno palestino liderado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que actualmente controla la Franja de Gaza.
Cuarenta y seis por ciento está a favor de la creación de un estado palestino, opción rechazada por 43 por ciento de los consultados.
En 2004, 57 por ciento se había manifestado a favor, mientras que el año pasado 54 por ciento apoyó esa alternativa.
Asimismo, 58 por ciento de los entrevistados están en contra de otorgar a Jerusalén el estatus de una ciudad unificada bajo jurisdicción israelí, en el marco de un acuerdo de paz permanente. El año pasado, 52 por ciento se había pronunciado en contra.
Esta posición más dura no sólo refleja los puntos de vista de los judíos que apoyan al gobernante Partido Republicano, lo cual no debe sorprender, sino también de los más liberales que pertenecen al opositor Partido Demócrata: 43 por ciento de los consultados se definen como liberales, 31 por ciento como moderados y 25 por ciento como conservadores.
Por otra parte, el "apoyo" a Israel no resulta prioritario para definir a qué candidato votarán en las elecciones de 2008. Sólo seis por ciento de los entrevistados señalan a este punto como el más importante, mientras que 23 por ciento menciona la economía, 19 por ciento la salud, 16 por ciento a Iraq y 14 por ciento al "terrorismo y la seguridad nacional".