Los países que más contaminan y algunos gigantes petroleros son premiados por su apego a los combustibles fósiles, cortesía de ambientalistas presentes en la conferencia de las partes de la Convención sobre Cambio Climático en Bali, Indonesia.
La comunidad de "ciudadanos globales" Avaaz.org otorga cada día el premio "Fósil del Día" a los países que "hacen todo lo posible para bloquear el avance de las negociaciones" hacia otro acuerdo internacional consensuado contra el recalentamiento planetario.
"Avaaz" significa "voz" o "canción" en varios lenguajes, como hindi, urdu, farsi, nepalés, dari, turco y bosnio, entre otros.
Los fósiles que se otorgan como premio no son una estatuilla, sino trozos de carbón, que se entregan todos los días en una elaborada ceremonia en el Centro Internacional de Conferencias de Bali, sede de la conferencia. El ritual puede apreciarse en el sitio de Internet YouTube.
Los ganadores surgen de una votación organizada por Climate Action Network.
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Los premios no se entregan a los representantes oficiales de los países distinguidos, sino a miembros de delegaciones juveniles de esas nacionalidades.
Hasta este miércoles, los países que recibieron el "Fósil del Día" en más de una ocasión fueron Arabia Saudita, Australia, Canadá, Estados Unidos y Japón. Ni siquiera la Unión Europea (UE), generalmente considerada "progresista" en materia ambiental, pudo evitar este dudoso honor.
La UE recibió su trozo de carbón por apoyar un fondo destinado a financiar los procesos de adaptación al cambio climático de los países pobres, pero cuyos mecanismos están seriamente cuestionados por el mundo en desarrollo por considerar que profundiza las inequidades.
Al justificar el premio otorgado a la UE, Avaaz destacó que el bloque europeo debería apoyar una ayuda incondicional para la adaptación, pero que, en cambio, optó por "el continuo control por parte de los países ricos de un sistema establecido para ayudar a adaptarse al cambio climático a las naciones más amenazadas".
Arabia Saudita recibió tres primeros y dos segundos premios, que incluyen uno por su acusación de que algunos países industrializados sobornan a los pobres.
El gigante petrolero obtuvo otro trozo de carbón por una larga e incoherente intervención en la conferencia, en la que se quejó sobre un "injusto" énfasis puesto en las emisiones de dióxido de carbono.
También fue premiada por reclamar que un artículo del borrador del documento final de la conferencia "no debería adjuntar un tema económico a la noble causa de la lucha contra el cambio climático", alegando que, de esa forma, se afectaría a las naciones exportadoras de petróleo.
Japón embolsó siete premios. Entre ellos, un "Primer Fósil" y un "Segundo Fósil" por no mencionar en absoluto metas ni plazos para reducción de emisiones contaminantes por parte de los países ricos.
Canadá acumuló nueve fósiles, que incluyen uno por "reclamar metas de reducción obligatorias tanto para los países ricos como para los pobres". El jurado recordó que las emisiones de gases invernadero por habitante en ese país quintuplican a las de China y son diez veces más elevadas que las de India.
Estados Unidos obtuvo 10 fósiles, que incluyeron dos primeros premios en días consecutivos. Este miércoles, la delegación de Washington se adjudicó el galardón por sus esfuerzos de último minuto para bloquear el consenso sobre reducción de emisiones causadas por la deforestación y degradación de los bosques.
Insistió en un cambio de redacción sobre la hora, de intenciones poco claras, para vincular la deforestación y degradación con consideraciones mucho más amplias sobre el uso de la tierra.
"Si Estados Unidos no puede ver el bosque por mirar el árbol, muy pronto no quedará ningún bosque para ver", ironizó Awaaz al explicar los méritos acumulados para adjudicar el premio.
Asimismo, Estados Unidos y Canadá compartieron un segundo premio "Fósil" por sus intentos para modificar las disposiciones referidas al rango de reducción de emisiones para los países ricos, que según muchos expertos debería ubicarse entre 25 y 40 por ciento respecto de los niveles de 1990.
No fueron ajenos a este premio los esfuerzos de ambos países para incluir referencias a un "pico" de emisiones de gases invernadero a nivel mundial que se produciría en un plazo de 10 a 15 años.
"Si Estados Unidos y Canadá quieren que se los tome en serio, deberían apoyar metas de reducción acordes con la magnitud del desafío. Si quieren ser recordados como los países que bloquearon la posibilidad de dar una respuesta seria a la crisis climática, están transitando el camino correcto", destacó el texto que acompaña a la entrega del premio.
Paula Dobriansky, jefa de la delegación de Estados Unidos, pareció justificar los argumentos utilizados para otorgar los 10 "fósiles" a su país, muchos de ellos basados sobre intentos de manipulación del lenguaje en los documentos de la conferencia.
"Hemos escuchado cuidadosamente los puntos de vista de los otros y continuaremos haciéndolo en los próximos días. Esperamos encontrar un camino que acerque las posiciones y nos lleve al objetivo común de enfrentar el cambio climático", argumentó.