CAMBIO CLIMÁTICO: Aplausos para China, Brasil y Sudáfrica

China, Brasil y Sudáfrica se consolidan como líderes del mundo en desarrollo, al cosechar aplausos de organizaciones de la sociedad civil representadas en la conferencia mundial sobre cambio climático en la isla indonesia de Bali.

Crédito: CMNUCC
Crédito: CMNUCC
Comentarios favorables hacia el gigante asiático surgieron en la ronda inicial de deliberaciones de la conferencia, al conocerse medidas ya adoptadas por sus autoridades.

La firmeza de las posiciones de China contrasta con la incertidumbre que reinaba al respecto antes de la inauguración, el día 3, de la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, cuya finalización está prevista para este viernes o el sábado.

"China ha estado más activa aquí que en las conferencias pasadas", dijo a IPS Jennifer Morgan, directora de energía y seguridad climática de la organización no gubernamental internacional Ambientalismo de Tercera Generación.

"Los representantes chinos están mostrando una destacable flexibilidad en todas las rondas de negociaciones. Vinieron aquí para ser protagonistas del debate", agregó.
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"Esto se debe a que China tomó conciencia de que el cambio climático la perjudicará y le impedirá cumplir con sus objetivos de desarrollo. Este pensamiento está detrás de los documentos que sus delegados distribuyeron a sus pares en esta conferencia", sostuvo Morgan.

En la primera semana de discusión, "importantes economías emergentes, como China, Sudáfrica y Brasil, mostraron claridad de visión al proponer una plataforma de asociaciones público-privadas para la cooperación y la transferencia de tecnología", dijo Hans Verlome, director del programa de cambio climático en el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

India, el otro gigante asiático activo en la conferencia, no cosechó aplausos similares de la sociedad civil. Junto con China, India encabeza la lista de emisores de dióxido de carbono del mundo en desarrollo.

Nueva Delhi considera que "los países industrializados han sido los principales contaminantes del ambiente a través de la historia y no tienen derecho a predicar la necesidad de un cambio en el mundo en desarrollo", opinó Krishnaswamy Srinivas, conductor del equipo de clima y energía en la filial india de Greenpeace Internacional.

Ese país, a diferencia de China, "no le dice a esta conferencia si tiene planes para abordar el problema del recalentamiento planetario que contemplen el empleo de fuentes renovables de energía", agregó.

"Llámenlo arrogancia, llámenlo miedo, pero India no ha transmitido su mensaje como China. Esto no ayuda al avance de las negociaciones", dijo a IPS.

Por el contrario, Malasia aprovechó la ocasión para reconocer su voluntad de aceptar las conclusiones de estudios científicos sobre cambio climático, pero demandó más tiempo para traducirlo en medidas compatibles con su agenda de desarrollo.

"Malasia admitió la necesidad de emprender nuevos estudios sobre cambio climático en el país y considerar cómo traducir sus conclusiones en la política económica nacional", dijo a IPS Martin Khor, director de la Red del Tercer Mundo.

"Ningún país comprende todavía qué significan las recomendaciones de los estudios científicos en el marco de los planes de desarrollo, por ejemplo, en los cálculos de evolución del producto interno bruto", añadió.

Pero lo más decepcionante para los ambientalistas fue la posición extrema de Arabia Saudita, uno de los principales exportadores mundiales de petróleo, en las largas horas de negociaciones, en su fase ministerial desde este miércoles.

Casi 130 ministros de Ambiente participan en esa ronda decisiva de discusión, a fin de dar forma al documento final de la conferencia, al que se conoce como "hoja de ruta de Bali".

"La posición saudita fue más extrema que la de India", manifestó Srinivas. "Riyad izó la bandera roja en todas las grandes cuestiones para las que se busca respuesta en esta conferencia. Dice, simplemente, que necesita contaminar con petróleo para sobrevivir."

Las deliberaciones en curso procuran acordar mecanismos y plazos de negociación hacia nuevas metas de mitigación de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y de freno a la deforestación.

El Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 y vigente desde 2005, ya estableció objetivos concretos para el mundo industrializado, cuyo plazo de implementación concluirá en 2012.

También se discute la asignación de fondos de los países ricos para ayudar a los más pobres a adaptarse al cambio climático y a lograr un crecimiento económico sustentable, así como la transferencia de tecnología ambientalmente adecuada del Norte al Sur.

Fuentes oficiales consultadas por IPS indicaron que los países más vulnerables, incluidas las pequeñas naciones insulares, pretenden crear un fondo de adaptación que financie el costoso ajuste de sus estilos de vida y de sus actividades económicas a los estragos previstos por el cambio climático.

"Ya sufrimos los efectos del cambio climático, que ha impactado en los arrecifes de coral. Nuestros pescadores y agricultores no pueden planificar sus vidas con certeza", dijo el martes a la prensa el presidente de Palau, Tommy E. Remengesau.

Pero representantes de países como Brasil todavía tienen esperanzas en que para el fin de semana surja de Bali alguna clase de compromiso.

"Le damos suma importancia a esta conferencia. Brasil quiere ver un resultado positivo. Es por eso que propusimos una hoja de ruta", dijo el canciller de ese país, Celso Amorim.

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